sábado, 25 de agosto de 2007

Tenerife

La isla de Tenerife es la más extensa de todas las islas del archipiélago canario. Justo en el centro se encuentra el volcán del Teide, el punto más alto de todo el estado español con una altitud de 3.718 metros. A pesar de su reducido tamaño, el contraste de clima, vegetación y orografía que se produce entre la zona Norte y la zona Sur, hace de la isla de Tenerife un lugar enigmático con una particular dualidad paisajística difícil de ver en cualquier otra región de España. Mientras que en el Norte podemos disfrutar de frescas temperaturas, ambientes húmedos, tranquilas playas negras y exuberante vegetación; en el Sur nos encontramos con una extrema sequedad, grandes extensiones semi desérticas y unas masificadas aunque soleadas playas.

Desde el día 7 de Agosto hasta el día 14 tuve la oportunidad de recorrer toda la isla de Tenerife llegando a visitar la práctica totalidad de sus lugares de interés. Sin pretender hacerle la competencia ni robarle mercado a la editorial Lonely Planet, a continuación me gustaría hacer un breve resumen de todo lo visto, ilustrándolo con algunas fotografías tomadas durante aquellos días, por si alguno de los visitantes del blog se anima a pasar sus vacaciones en la pequeña aunque sorprendente isla de Tenerife.



· Puerto de la Cruz

Puerto de la Cruz es el municipio más pequeño de Tenerife. Se encuentra en la zona Norte de la isla y forma parte del llamado "Jardín del Teide" que se extiende desde las faldas del volcán hasta la misma costa. En Puerto de la Cruz se mezcla a la perfección el ambiente típico de un pueblo históricamente marinero y portuario, con todo lo que supone ser un de los centros turísticos más importantes de la isla de Tenerife en cuanto a complejos hoteleros, zonas de recreo, locales de copas, etc.

Al encontrarse en uno de los valles del Teide, el clima de Puerto de la Cruz no es el que cualquiera se imagina cuando piensa en las islas Canarias. Esta parte de la zona Norte de la isla acostumbra a estar cubierta por las nubes que se acumulan en las faldas del Teide, y su clima suele ser fresco y húmedo incluso en verano. Esto, sumado a lo poco atractivas que resultan sus negras y pedregosas playas, hace que Puerto de la Cruz no sea el mejor lugar para broncearse tomando el sol.

Pero no todo es turismo de playa en Tenerife y Puerto de la Cruz es un claro ejemplo de ello. Además de ser una perfecta base de operaciones para partir hacia cualquier punto de la isla desde allí, en Puerto de la Cruz también podemos disfrutar de la tranquilidad de sus calles, caminar por sus largos paseos marítimos, bañarnos en los Lagos Martiánez, admirar edificios, fortalezas y plazas que nos transportan a épocas de piratas e invasiones marítimas, y por su puesto visitar el Loro Parque.



· Loro Parque

Ubicado en Puerto de la Cruz, Loro Parque es el parque zoológico con la mayor colección de papagayos del mundo, con cerca de 4.000 pájaros y alrededor de 350 especies. Además, Loro Parque también posee la instalación más moderna de ballenas orcas de todo el mundo, el pingüinario más grande y con la mayor réplica de un iceberg del mundo, el delfinario más visitado de toda Europa, la familia más grande de leones marinos californianos de Europa, y una gran muestra de animales de todo tipo como gorilas, chimpancés, peces, iguanas, cocodrilos, tiburones e incluso un tigre albino.

El atractivo de la visita a Loro Parque no está únicamente en ver todas estas especies animales en vivo y en directo, sino también en poder disfrutar de los diferentes espectáculos de delfines, leones marinos, orcas y loros amaestrados que se programan a diario en sus instalaciones.

Pasar por Tenerife y no dedicar un día entero a visitar Loro Parque es prácticamente imperdonable. Es mucho más que un jardín con un puñado de pajarracos y cuatro jaulas de macacos.



· El Teide

Desde 1954 la isla de Tenerife cuenta con el Parque Nacional de las Cañadas del Teide. Se trata de una inmensa extensión de 13.578 ha. y una altitud media de 2000 m. en cuyo lado Sur se encuentran las cañadas que dan nombre al parque, y en el Norte un espectacular paisaje boscoso de pino canario, con el majestuoso pico del Teide justo en el centro.

Además de pasear por las faldas del Teide visitando los famosos Roques García y disfrutando de las extrañas vistas y paisajes, es casi obligatorio subir a su cumbre. A pesar de su gran altitud, el ascenso a la cima del Teide es relativamente sencillo gracias al cómodo aunque caro teleférico que parte de la base a 2.356 m. y sube hasta La Rambleta, a 3.555 m. Una vez allí es fácil realizar el ascenso al pico en menos de media hora siguiendo a pie los senderos marcados. Desde la parte más alta de la montaña es espectacular admirar los frondosos bosques de pino cubiertos por un mar de nubes y los extraños paisajes rocosos de la parte Sur. No le recomiendo a nadie realizar el ascenso con camiseta de manga corta ni calzando unas zapatillas deportivas Nike de 80 Euros recién estrenadas.



· San Cristóbal de la Laguna

San Cristóbal de la Laguna, población que fuera durante siglos la capital administrativa de todo el archipiélago y sede del obispado canario, en pleno siglo XXI todavía conserva en las calles de su casco antiguo el espíritu de ciudad aristocrática y colonial con edificios de los siglos XIV, XV y XVI en perfecto estado de conservación. Sobre todos los demás edificios de la ciudad hay que destacar La Catedral de Nuestra Señora de los Remedios, el Palacio Episcopal o los edificios del Campus de la Universidad de San Fernando, elemento básico en la vida social y cultural tinerfeña.



· Santa Cruz de Tenerife

Santa Cruz de Tenerife es la capital de la provincia de Tenerife y, junto a Las Palmas de Gran Canaria, también es capital de la Comunidad Autónoma de Las Canarias. Su desarrollo portuario hizo que en 1822 adquiriera la condición de capital de Tenerife, anteriormente establecida en San Cristóbal de la Laguna.

Santa Cruz de Tenerife es una ciudad pequeña y tranquila que se puede recorrer fácilmente a pie. Posee gran cantidad de ramblas, paseos, parques y jardines botánicos, los cuales dotan de color a la ciudad, y en sus edificios se combina la arquitectura clásica con la más contemporánea. Así, podemos encontrarnos con iglesias del siglo XVII y XVIII como la parroquia de la Concepción, con edificios del siglo XIX como el palacete de la compañía de tabacos La Tinerfeña, con fortalezas de defensa marítima, o con obras del arquitecto Santiago Calatrava. Por según que zonas parece como si no hubieran pasado los años y se hubiera quedado anclada en los 60, sobre todo por algunos monumentos y por los nombres pre-constitucionales de algunas de sus calles y avenidas principales.

Como muchas ciudades portuarias, la máxima actividad turística se centra en su puerto, concretamente en el parque marítimo César Manrique, el cual incluye desde piscinas naturales hasta extensos jardines de colorida y variada flora canaria. Allí, el oscuro fortín denominado castillo de San Juan y los blancos edificios del Auditorio de Tenerife y del Centro Internacional de Ferias, diseñados por Santiago Calatrava, provocan un extraño contraste cromático e histórico.

Ante la falta de playas de arena y en pleno "boom" del turismo en Las Canarias, en los años 60 se creó la Playa de las Teresitas dentro del barrio de San Andrés. Para ello se trajeron toneladas de arena del desierto del Sahara y se construyó un dique que sirviera de barrera para impedir que las olas se lleven la arena mar adentro. Verdaderamente llama la atención la dorada arena de la Playa de las Teresitas entre medio de los tonos oscuros de la roca volcánica que predomina por toda la isla.



· Icod de los Vinos

Pequeña población emplazada a los pies del Teide y construida sobre una gran pendiente, la cual ha mantenido su legado histórico y la enorme belleza de sus edificios del siglo XV y XVI con sus característicos balcones canarios.

Uno de los principales atractivos de Icod de los Vinos es el legendario drago de Icod, un árbol de una especie endémica de Canarias al que se le atribuyen unos 800 años de vida y que es símbolo del pueblo y de toda la isla de Tenerife. Tened cuidado con los artesanos guanches de los alrededores del Parque del Drago porque son capaces de atarte una pulsera a la muñeca sin que apenas te des cuenta y pintarte 5 Euros por ella.



· Garachico

Garachico es un pequeño aunque precioso pueblo de la costa Noroeste de Tenerife. Históricamente fue uno de los principales puertos de mercancías de la isla aunque hoy sólo cuenta con un pequeño puerto de pescadores. Prueba de ello es la presencia del castillo de San Cristobal junto al puerto, construido como defensa de las continuas incursiones corsarias durante los siglos XVI y XVII.

Además de los perfectamente conservados edificios religiosos con los que cuenta Garachico, una de las particularidades de esta localidad son las piscinas naturales situadas junto al puerto, las cuales sirven como alternativa a la ausencia de playa en el pueblo.



· Acantilado de los Gigantes

Desde los miradores de la localidad de Puerto de Santiago se puede divisar otro de los impresionantes caprichos geológicos de la isla de Tenerife: El acantilado de los Gigantes. Se trata de una imponente pared de roca volcánica que se enfrenta al océano Atlántico desde una altura de algo más de 100 metros. Desde allí, y si el cielo está despejado, incluso es posible ver la cercana isla de La Gomera.

Pese a las difíciles carreteras que llevan hasta Puerto de Santiago desde la zona Norte de la isla, cualquier mareo vale la pena con tal de poder admirar semejante espectáculo de la naturaleza. De todas formas se recomienda viajar en un coche seguro, con un conductor prudente y sin mucho peso en el vehículo.



Cualquiera que haya visitado Tenerife y vea este breve recorrido que aquí recomiendo, posiblemente eche de menos que nombre alguna de las playas más conocidas del Sur de la isla como la Playa de los Cristianos, la Playa de las Américas, etc. El motivo por el cual no las nombro es porque allí no hay nada que ver excepto extranjeros acangrejados y hoteles de todos los tamaños y embergaduras, y para eso yo ya tengo Salou o Cambrils a muchos menos kilómetros. El resto de lugares interesantes que no he mencionado es porque en una semana no tuve tiempo de ver nada más. Quizás la próxima vez.

Página web: http://www.tenerife.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En verdad que hacen falta varias semanas para descubrir Tenerife en su totalidad, yo puede que vuelva el próximo año.

¡Qué divertido el paseo en camello y el carné que te dan! no como el Wifi que mucho habla pero no tiene carné de camello je,je.

Nosotros estuvimos en Santa Cruz, tomábamos café todos los días en una plaza inmensa, tan grande como La Puebla y había un gato por allí que era el más grande que hemos visto nunca, parecía una pantera, y no te exagero nada pues ni soy cazador ni pescador; si no te lo crees pregúntale a Raúl Molina que estuvo también por allí aquellos días (ya sabes que es el menos exagerado del pueblo ja,ja).

Sr. Guanchenarro

Anónimo dijo...

Co, ¿qué pasa, que toda La Puebla ha ido a Tenerife o qué?... jejejeje... Yo no monté en camello, monté en Volkswagen Polo. La verdad es que se me quitaron las ganas de montar en camello después de la charla que nos pegó el susodicho el día de antes del viaje... :D... Desde entonces te debo una por tu rescate.