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lunes, 1 de julio de 2013

Searching for Sugar man (Malik Bendjelloul) 2012

Yo creo que a estas alturas todo Cristo sabrá qué es eso de “Searching for Sugar man”. Sí, lo sé, ya voy tarde, pero bueno, por si todavía hay alguien que vaya más rezagado que yo (que ya es decir), pues voy a dar unas pequeñas pinceladas sobre la sinopsis de la película para ponernos en situación.

“Searching for Sugar man” es el poligalardonado documental sobre la vida y obra del cantautor underground de origen mexicano afincado en Detroit conocido como Rodríguez. A principios de los años setenta Rodríguez grabó dos álbumes titulados “Cold Fact” (1970) y “Coming from Reality” (1971) pero el poco éxito de sus trabajos en el mercado musical americano, ya sea por la incomprensión del público o por la falta de promoción por parte de la compañía discográfica, provocó que enseguida abandonara el mundo de la música teniendo que volver de nuevo a su profesión de empleado de la construcción. Lo que no se imaginaba de ningún modo es que, mientras él volvía a los andamios para ganarse la vida tras fracasar en el difícil negocio de la música, durante los años setenta y ochenta en Sudáfrica su álbum “Cold Fact” se convertiría en todo un símbolo en la lucha contra el apartheid gracias a sus letras comprometidas y reivindicativas, llegando a convertirse en el ídolo anónimo de toda una generación. Nadie sabía nada del artista conocido como Rodríguez pero todos los jóvenes sudafricanos conocían sus canciones, algunas de ellas incluso prohibidas por la censura. Fueron miles las leyendas urbanas que circularon sobre Rodríguez, sobre su procedencia, sobre su vida e incluso sobre su hipotética trágica muerte, pero nunca jamás nadie llegó a saber la verdad sobre él. Fue a mediados de 1990 cuando un fan del artista (Stephen “Sugar” Segerman) y un escritor y periodista musical (Craig Strydom) decidieron comenzar la búsqueda de Rodríguez siguiendo pistas, atando cabos y entrevistándose con diferentes personajes del hipotético entorno de Rodríguez, hasta que finalmente consiguieron dar con él e incluso hacerle volver a la música. “Searching for Sugar man” trata precisamente sobre todo esto.

Al margen de lo fascinante que pueda resultar la historia, de la forma tan brillante en la que Malik Bendjelloul consigue que el espectador se ponga en contexto, de lo admirable que fue el trabajo de las dos personas que decidieron aunar esfuerzos para ponerse a buscar a Rodríguez y de la sensación de injusticia artística con la que uno se queda al final del documental; la verdad es que no tiene ni punto de comparación el haber visto “Searching for Sugar man” durante la semana del estreno que haberlo visto en DVD varios meses más tarde. ¿Qué por qué? Pues porque no es lo mismo ver un documental sobre la búsqueda de un artista desaparecido de cuya vida no se sabe absolutamente nada desde hace cuarenta años sin tener ni puta idea de cómo va a terminar la historia, que verlo después de que todo el mundo hable de él, de haber escuchado unas cuantas veces la banda sonora de la película en Spotify, de haber visto al mismísimo Rodríguez actuando en decenas de grabaciones de YouTube e incluso de haberlo visto programado en el cartel del festival Primavera Sound celebrado en mi misma ciudad (aunque luego se cayera y no llegara a venir). Supongo que es algo inevitable el enterarse del final de la historia, mucho más incluso que si se tratase de una película normal y corriente puesto que los Spoilers son hasta cierto punto evitables pero a un tío de verdad que va actuando por medio mundo no se le puede esconder para que nadie se entere de que lo han encontrado, pero la cuestión es que este hecho no deja de quitarle como mínimo un 70% de encanto y emoción al metraje.

A pesar de haberlo visto sin la emoción de no saber cómo iba a terminar todo, reconozco que el trabajo que hay detrás del documental es sencillamente genial. Tanto por lo que respecta a la investigación llevada a cabo por Stephen “Sugar” Segerman y Craig Strydom, como por el trabajo de recreación de los ambientes de las calles y los antros de mala muerte del Detroit de los años sesenta. Además, la banda sonora (que fue el principal motivo por el que me interesé por este documental y no tanto por las buenas críticas que pudiera tener o por la infinidad de recomendaciones que he recibido sobre él durante los últimos meses) ya de por sí vale muchísimo la pena te guste el género documental o no.

La pregunta que uno se hace al final de “Searching for Sugar man” es la siguiente: ¿Cuántos casos de talentos incomprendidos y desaprovechados habrá habido a lo largo de la historia (aunque no hayan sido iconos contraculturales de ninguna generación) y cuántos grandes artistas nos habremos perdido por el simple hecho de no haber pasado el siempre discutible filtro del criterio de los empresarios de la industria musical? No tengo ningún dato que lo confirme ni me pienso poner a investigarlo como hicieron Segerman y Strydom porque ahora mismo he quedado, pero me atrevería a decir sin miedo a equivocarme que el caso de Sixto Rodríguez no es ningún caso aislado ni ninguna excepción que confirma la regla.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Alchemy Live (Dire Straits) 2010

Si tuviera que destacar un disco que haya marcado un antes y un después en mi pasión por la música ese sería “Alchemy Live” de Dire Straits. Era yo un mocoso de nueve años que no levantaba ni dos palmos del suelo y ya me sabía de memoria la melodía de las canciones y de los punteos de guitarra de Mark Knopfler aprendidos a base de escuchar las cintas de cassette y el vinilo de “Alchemy Live” de mi hermano. Recuerdo que durante las vacaciones de 1989 que pasé en un cámping de la localidad catalana de Vilanova i la Geltrú, cada tarde se proyectaba en una sala de actos un concierto de alguno de los artistas internacionales más de moda en aquel momento. Una mañana, camino de la piscina, vi un cartel con la característica silueta de Mark Knopfler dibujada en una cartulina donde se anunciaba para esa misma tarde la proyección del “Alchemy Live” de Dire Straits, ese concierto que tantísimas veces había escuchado en casa pero cuyas imágenes nunca había tenido ocasión de ver. Totalmente ilusionado por poder ver de una vez por todas al que yo consideraba ya mi grupo preferido, no dudé ni un minuto en irme para allí. Todavía no se me ha olvidado lo estupefacto que quedó el monitor responsable de las proyecciones cuando vio a un enano entrar en la sala de actos antes de tiempo y la gracia que le hizo comprobar a base de preguntas su profundo conocimiento de la discografía de Dire Straits y su orgullosa forma de explicar que, además de los discos de la banda, también poseía una copia pirata de un concierto grabado en el “Wembley Arena”. La proyección de aquel concierto me causó una grandísima impresión y es muy probable que fuera la primera vez que el que escribe tuviera consciencia real de lo que era un concierto de rock de verdad más allá de las verbenas o los conciertos de las fiestas populares. Por desgracia no tuve la oportunidad de ver a Dire Straits en vivo y en directo durante su época de máximo esplendor al pillarme demasiado joven. Lo que sí he hecho recientemente es adquirir mi entrada para el concierto que Mark Knopfler ofrecerá el próximo 25 de Julio de 2013 en Barcelona (así es… ya tengo una entrada para un concierto que se celebrará dentro de más de siete meses) y de esta forma quitarme la espinita que llevo clavada por no haber visto todavía al que fue mi primer ídolo de juventud. Este es precisamente el motivo por el cual he recordado toda esta historia y por el que he querido revisionar la edición remasterizada en DVD de “Alchemy Live” editada en el año 2010, casi veinticinco años después de su grabación.

En 1984 Dire Straits lanzaba al mercado un doble LP titulado “Alchemy Live”, el primer trabajo discográfico en directo de la banda y el quinto de su discografía oficial. Básicamente se trataba de una recopilación en directo de los hasta entonces grandes éxitos del grupo grabados en vivo durante los dos conciertos consecutivos celebrados en el mítico Hammersmith Odeon londinense los días 23 y 24 de Julio de 1983. Eran un total de once cortes dentro de los cuales destacaban las interpretaciones de “Once upon a time in the west”, “Romeo and Juliet”, “Two young lovers”, “Solid rock” y, sobre todo, “Telegraph Road”, “Private investigations”, “Sultans of swing” y “Tunnel of love”; algunos de ellos introducidos o aderezados con fragmentos de piezas de la banda sonora de la película “Local Hero” compuesta por Mark Knopfler. En aquella época Dire Straits eran Alan Clark y Tommy Mendel en los teclados, Mel Collins en el saxofón, Joop de Korte en la percusión, Terry Williams en la batería, Hal Lindes en la guitarra rítmica y, por supuesto, los miembros fundadores del grupo John Illsley en el bajo y Mark Knopfler en la guitarra principal y voz. Además del ya mencionado doble LP, en su día “Alchemy Live” también fue editado en soporte videográfico, en aquella época cinta VHS. Lamentablemente fue tan reducida la tirada de estas cintas que hasta que a alguna mente privilegiada y divina de la casa discográfica Vertigo no se le ocurrió que quizás sería interesante reeditarlo en formato DVD y Blu-Ray, durante muchos años fue complicadísimo encontrar unas imágenes de estos conciertos con una calidad mínimamente aceptable. Gracias a Dios en el año 2010 salió a la luz esta edición con motivo del veinticinco aniversario de la publicación del álbum y hoy en día todos los fans de Dire Straits tenemos la oportunidad de disfrutarlo con la calidad que se merece.

Como cabía esperar, las imágenes del concierto del Hammersmith Odeon de 1983 han sido remasterizadas y, pese a no tener la calidad que tendrían si se hubieran grabado hoy en día, han sido considerablemente mejoradas dentro de lo posible. La verdad es que, vista con el paso del tiempo, hay que decir que la realización de la grabación del concierto es más que curiosa y muy poco habitual en lo que se refiere a grabaciones audiovisuales de grandes eventos de este tipo. Y es que durante toda la actuación el escenario permanece en completa oscuridad y sólo los músicos con sus coloridas y ochentosas vestimentas resaltan entre la penumbra. Muy especialmente Mark Knopfler con su americana roja y sus botines de gamuza a juego.

Pero aunque su mayor atractivo sean las imágenes remasterizadas del concierto de 1983, la versión en DVD de “Alchemy Live” también incluye nuevo material videográfico de Dire Straits hasta ahora oficialmente inédito. En primer lugar tenemos un par de actuaciones emitidas en el programa de televisión “The Old Grey Whistle Test” durante diferentes etapas de la banda. Por un lado está “Sultans of swing” registrada el día 16 de Mayo de 1978 y por otro “Tunnel of love” registrada el día 29 de Noviembre de 1980. En segundo lugar tenemos un completísimo documental sobre la historia de Dire Straits de una hora de duración realizado por la cadena BBC. En él encontramos entrevistas con todos los miembros del grupo e imágenes de la banda en el estudio y en el local de ensayo componiendo y ensayando sus canciones. Ahí podemos ver la genial forma de trabajar de Mark Knopfler, constatar que se trata de un tío que lo tiene todo clarísimo en su cabeza en todo momento y, lo mejor de todo, ver su forma de transmitir al resto de la banda exactamente lo que quiere y cómo lo quiere. Para mí esta parte del DVD, que a priori puede parecer un mero material de relleno, es realmente interesante. Como curiosidad, en el documental el mismo David Knopfler (hermano de Mark Knopfler y miembro co-fundador de Dire Straits) explica en primera persona el motivo su abandono de la banda, el cual yo mismo desconocía.

En resumidas cuentas este DVD de “Alchemy Live” ha sido como un regalo de los Dioses para todos los seguidores de Dire Straits que no tuvimos la suerte de pertenecer a la generación YouTube y que por lo tanto teníamos que conformarnos con ver a nuestros artistas preferidos a través de videoclips y de programas musicales de televisión, bastante lamentables en nuestra España de los ochenta, todo sea dicho.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Made in Stoke (Slash) 2011

Como comenté hace unas cuantas reseñas, tras la publicación y presentación en directo del primer disco en solitario de Slash, el ex–guitarrista de Guns N’ Roses reclutó a Myles Kennedy (vocalista de Alter Bridge) y a una banda de músicos relativamente desconocidos para salir de gira por todo el planeta y promocionar en directo su nuevo trabajo. Myles Kennedy ya participó en la grabación del disco de Slash co-escribiendo y poniendo voz a los temas “Back from Cali” y “Starlight”, pero su versatilidad, su amplia variedad de registros vocales y su carisma y presencia encima del escenario le hicieron convertirse en el cantante ideal para llevar a cabo una gira de conciertos al frente de la banda del legendario guitarrista. Y es que el elegido no podía haber sido otro, porque la capacidad que posee Kennedy de alcanzar con la misma facilidad tanto tonos altos como tonos bajos, hacen de él el vocalista perfecto para ponerle voz en directo a las canciones de Guns N’ Roses, de Slash’s Snakepit y de Velvet Revolver, además de a las propias canciones del nuevo álbum. La larga gira de Slash y su banda por pequeñas salas y grandes festivales de medio mundo dio como fruto un doble CD, un DVD y un Blu-Ray en directo titulados “Made in Stoke”. “Made in Stoke” fue registrado durante la actuación celebrada el día 24 de Julio de 2011 en el teatro Victoria Hall de la localidad inglesa de Stoke-on-Trent, y supuso el primer trabajo discográfico y videográfico de Slash en directo al margen de Guns N’ Roses. La verdad es que el resultado no pudo ser mejor.

El hecho de que Slash decidiera grabar su primer trabajo en directo en Stoke-on-Trent, la ciudad que le vio nacer, y ponerle como título a la grabación “Made in Stoke”, ya de por sí es especial. Que un tipo tan sumamente integrado desde hace tantísimos años en la forma de vida californiana, angelina y hollywoodiense se acuerde de su lugar de origen a la hora de grabar su primer álbum en directo, la verdad es que a mí me resulta un detalle muy bonito e inevitablemente hace que me acuerde de artistas como Enrique Bunbury o Amaral, que para grabar sus primeros discos en directo se fueron hasta México D.F. y Madrid respectivamente en lugar de hacerlo en su Zaragoza natal. Pero bueno, dejemos a un lado a los artistas mediocres que estamos hablando de Slash y no es bueno utilizar el nombre de Slash en vano. El caso es que Slash eligió para su grabación el lugar donde dio sus primeros pasos y durante todo el concierto se muestra muy contento de estar allí y muy agradecido con la presencia y la entrega de sus paisanos.

Entrando ya en materia, decir que el “set-list” del concierto está compuesto por veintiún temas entre los que se alternan algunos del nuevo álbum de Slash como “Ghost”, “Back from Cali”, “Nothing to say”, “Starlight”, “Doctor Alibi”, la instrumental “Watch this” y “By the sword”; con tres temas de los Slash’s Snakepit de Rod Jackson como “Been there lately” (con la que abre el concierto), “Mean bone” y “Speed parade”; otro más de los Slash’s Snakepit de Eric Dover como “Beggars & hangers-on”; “Slither” como único tema de Velvet Revolver; y una selección de himnos de Guns N’ Roses como “Nightrain”, “Rocket Queen”, “Civil War”, “Patience”, “Sweet child o’ mine”, “Mr. Brownston” y “Paradise City”. A lo mejor peco de ventajista diciendo lo que voy a decir, pero en absolutamente ninguno de estos temas cruje la voz de Myles Kennedy como sí ocurría cuando eran los otros “partners” de Slash los que le ponían voz a canciones ajenas. Por poner un ejemplo, escuchar a Myles Kennedy entonando “Patience” es gloria bendita, sin embargo, escuchar la misma canción de boca de Scott Weiland es casi peor que un dolor de huevos. Y eso por no entrar en comparaciones entre Myles Kennedy y el mismísimo Axl Rose en la actualidad, ya que no sería justo comparar a un cantante en plena forma con un cantante en vías de extinción. Además de todas estas canciones, como viene siendo habitual desde hace algunos años, Slash nos obsequia con un larguísimo solo de guitarra que sirve de introducción a “Sweet child o’ mine” y que básicamente consiste en el tema principal de la película “El Padrino” ampliado con las clásicas idas de pelota de los “Guitar Heroes” dentro de las cuales introduce un pequeño fragmento del tema “Anastasia”, en aquel momento inédito pero que un año más tarde aparecería en su siguiente disco.

Mención especial merece la formación que acompañó a Myles Kennedy y a Slash en este concierto y en toda la gira. En el bajo, coros y sustituyendo al bueno de Lemmy Kilmister en la voz principal del tema “Doctor Alibi” tenemos a Todd Kerns, un canadiense de cuarenta y dos años cuyo currículum de bandas se reduce únicamente a un par de grupos canadienses de finales de los 80’s y principios de los 90’s llamados Static in Stereo y Age of Electric, y otra banda de Las Vegas todavía en activo llamada Sin City Sinners, en la que comparte formación con Brent Muscat de los Faster Pussycat y cuyo trabajo en ella ha estado compaginando con su trabajo con Slash. En la batería tenemos a Brent Fitz, otro canadiense de cuarenta y dos años que parece un clon de Todd Kerns pero cuyo currículum es bastante más amplio que el de su compañero, habiendo prestado sus servicios a gente de la talla de Alice Cooper o Vince Neil, y militado en bandas como los Union de John Corabi y Bruce Kulick, o los grupos canadienses Theory of a Deadman, The Guess Who, Streetheart, Harlequin y Econoline Crush. Por lo que respecta al guitarrista de apoyo, en esta ocasión es Bobby Schneck, un viejo conocido de Slash con el que ya había tocado en directo durante su gira con la banda de versiones Slash's Blues Ball. Juntos, Slash, Myles Kennedy, Todd Kerns, Brent Fitz y Bobby Schneck forman una banda muy compacta y muy compenetrada, e individualmente demuestran estar en un estado de forma excepcional a pesar de haber superado todos ellos la cuarentena. La buena experiencia del trabajo conjunto hizo que, a excepción de Bobby Schneck, todos fueran reclutados de nuevo por Slash para grabar y llevar al directo el que sería su siguiente álbum de estudio del cual hablaré más adelante.

Yo, personalmente, me lo pasé tremendamente bien visionando en DVD este “Made in Stoke”. No se trata de un concierto con un gran despliegue de parafernalia escénica, pirotecnia, pasarelas, monstruos inflables ni nada de lo que era habitual en los grandes conciertos de rock de los 80’s y 90’s. Simplemente es la grabación en directo de veintiuna grandes canciones (dentro de las cuales se encuentran algunas de mis preferidas de toda la vida), con un magnífico cantante defendiéndolas brillantemente, una terna de buenos músicos poniendo la base de todo el sonido, y lo más importante, con el que yo considero uno de los tres mejores guitarristas de todos los tiempos haciendo lo que mejor sabe hacer que es tocar la guitarra. Todos estos elementos son más que suficientes para hacerme llegar a la conclusión de que “Made in Stoke” sería uno de los tres o cuatro DVD’s musicales que yo me llevaría a una isla desierta en la que no hubiera nada excepto una televisión y un reproductor de DVD.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Listening to you. Live at the Isle of Wight Festival 1970 (The Who) 2000

Después de presenciar la aparición estelar de Roger Daltrey y Pete Townshend (los dos únicos supervivientes de The Who) en la Ceremonia de Clausura de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y comprobar lo mayores que están y las pocas fuerzas que les quedan ya para el rock and roll, me entró el gusanillo y quise volver a recordar cómo eran The Who en sus días de gloria. Así que ¿qué mejor forma de hacerlo que viendo el que es considerado por muchos como el concierto más memorable de la carrera del grupo? Efectivamente me estoy refiriendo al concierto que tuvo lugar en la tercera edición del Festival de la Isla de Wight (Inglaterra) el año 1970, un festival que contó en su cartel con artistas tan importantes para la historia de la música contemporánea como son The Doors, Jimi Hendrix, Free, Jethro Tull, Leonard Cohen, Chicago o los mismos The Who. La verdad es que hay que dar gracias a los Dioses del rock and roll por hacer que a alguien se le pasara por la cabeza poner unas cámaras y unas mesas de sonido y grabar todo lo que allí ocurrió. Pero todavía hay que dar más las gracias porque dichas grabaciones se conserven en tan buen estado y porque las técnicas de remasterización hayan conseguido milagros como el que contiene el DVD del que voy a hablar a continuación.

El DVD “Listening to you. Live at the Isle of Wight Festival 1970” no puede tener un título más explícito. Se trata del concierto que The Who ofrecieron ante 600.000 personas el día 30 de Agosto de 1970 a las dos de la madrugada en el Festival de la Isla de Wight. La grabación del concierto fue realizada por la compañía CBS y dirigida por Murray Lerner, todo un especialista en la producción de documentales musicales entre cuyos trabajos destacan conciertos de otros artistas como Jimi Hendrix, Bob Dylan o Miles Davis entre otros. Es evidente que ya en su día los medios técnicos con los que se contaron fueron excepcionales, pero además, en el año 2000 estas grabaciones fueron remasterizadas y publicadas en formato DVD, con lo que la calidad de imagen y de sonido obtenidas son tan altas que para nada hacen pensar al espectador que entre el momento de la grabación y el momento de la publicación del DVD hayan pasado casi treinta años.

Si bien es cierto que The Who son considerados como unos de los padres del movimiento “Mod” británico, viendo este concierto cualquiera se dará cuenta de que aquella tendencia estilística enseguida quedó atrás, y que en los años setenta The Who se acercaban mucho más (estética y musicalmente hablando) a bandas del rock psicodélico como puedan ser Cream, The Jimi Hendrix Experience o Led Zeppelin, que a aquellos otros grupos de los años sesenta incluidos también dentro del movimiento “Mod” como por ejemplo The Animals o The Kinks. Los solos de guitarra sucios y afilados de Pete Townshend ejecutados sobre su Gibson SG; el exagerado estilo en la batería de Keith Moon, sin “charles” y con doble bombo; las frenéticas líneas de bajo del impasible pero incansable John Entwistle; y los potentes alaridos de Roger Daltrey acompañados de sus posteriormente imitadísimos giros de micrófono a modo de lazo de “cowboy”; son muestras más que evidentes de este viraje hacia el incipiente “hard-rock” que comentaba. Y eso por no hablar de la vestimenta, porque en aquella época los trajes y corbatas de antaño ya habían dejado paso a los largos flecos indios, a los monos blancos de pintor y a los trajes de cuero negro con la forma de un esqueleto pintada en blanco. Solamente verlos encima del escenario ya es todo un espectáculo visual.

Por lo que respecta a lo puramente musical, en el año 1970 The Who se encontraban en la cumbre de su carrera. Por esas fechas ya habían publicado la mayor parte de los que hoy se consideran sus grandes éxitos, y su primera y aclamadísima ópera rock titulada “Tommy” ya llevaba sonando aproximadamente un año. No es de extrañar entonces que “Listening to you. Live at the Isle of Wight Festival 1970” sea esencialmente un compendio de grandes éxitos de The Who interpretados en vivo y en directo. Así pues, en el “set-list” del concierto podemos encontrar un total de veintiún temas que van desde sus primeros “hits” “My generation” o “I can't explain”, hasta alguna que otra rareza como “Heaven and hell” o el fabuloso “medley” compuesto por las versiones de “Shakin' all over” (Johnny Kidd), “Spoonful” (Willie Dixon) y “Twist and shout” (The Beatles), pasando incluso por algunos temas inéditos que aparecerían en su siguiente LP titulado “Who’s next”, como por ejemplo “I don't even know myself” o “Water” por nombrar sólo unos cuantos. Además, la segunda mitad del concierto está compuesta íntegramente por la gran mayoría de las canciones que forman la anteriormente mencionada ópera rock “Tommy”.

El magnífico repertorio del concierto, el virtuosismo musical de todos y cada uno de los miembros del grupo, y determinados momentos magistrales de la actuación como algún que otro número cómico protagonizado por Pete Townshend y Keith Moon (a juzgar por lo visto auténticas almas del grupo), o el momento en el que Keith Moon rompe el parche de uno de sus bombos en mitad de “My generation” y Pete Townshend improvisa un solo de guitarra mientras el técnico se lo cambia, hacen de este concierto una joya para cualquier amante de The Who y de la época dorada del rock and roll en general.

domingo, 31 de julio de 2011

Live in Chicago (Guns N' Roses) 2006

No sé cómo a según que distribuidoras no se les cae la cara de vergüenza con los productos que sacan al mercado. Cuando alguien compra un DVD en directo que no aparece en la videografía oficial del grupo en cuestión, más o menos ya se puede imaginar que la calidad no va a ser la misma que la de un producto con licencia, pero es que este “Live in Chicago” de Guns N' Roses es todo un catálogo de despropósitos que a continuación y muy gustosamente voy a enumerar.

En primer lugar, nada más verlo y antes de quitarle el precinto, a cualquier seguidor del grupo mínimamente observador ya le rechinarán los dientes. Resulta que el DVD es un concierto de Guns N' Roses registrado el 9 de Abril de 1992 en el Rosemont Horizon de Chicago, vamos, en plena gira “Use your Illusion”. Pues bien, en la carátula aparece una foto del grupo con Duff McKagan, Slash, Axl Rose... ¡Steven Adler e Izzy Stradlin'! ¿Me puede alguien explicar a qué mente privilegiada se le ha ocurrido elegir de entre los millones de fotos de Guns N' Roses que habrá, una foto en la que aprecen dos miembros del grupo que ya no estaban en ese momento en la formación? Es que alguien que no se fije mucho y no se pare a leer la letra pequeña de la parte trasera de la carátula, puede ver la caja con el título “Guns N' Roses: Live in Chicago” sobre una foto de los Guns N' Roses originales, y seguro que lo primero que piensa es que se trata de un concierto de las primeras giras del grupo. De acuerdo, sólo se trata de un papel, pero no cuesta nada hacer la misma edición sin semejante anacronismo.

Si nos olvidamos de este detalle de presentación y ponemos el DVD a reproducir, entonces ya el cabreo se multiplica por diez cuando comprobamos la lamentable calidad del contenido. Ignoro el motivo por el cual fueron grabadas las imágenes, aunque supongo que sería para ser emitidas por televisión, o incluso es posible que sean las imágenes que durante el concierto se proyectaban en las pantallas del escenario; pero viéndolas, lo que queda claro es que proceden de una cinta VHS. El audio, dentro de lo que cabe, es bastante bueno salvo un ligero zumbido que se escucha de fondo, pero las imágenes son indignantes. No sólo es que se vean borrosas por la antigüedad y deterioro de estas, ya que el concierto tuvo lugar en 1992 pero el DVD se editó en 2006, es que además al pasarlas a formato digital aún han perdido más calidad y en según qué momentos hasta se ven los clásicos cuadraditos de las imágenes pixeladas. Además, así como va avanzando el concierto de vez en cuando van apareciendo en la parte inferior izquierda de la pantalla las palabras “MONO” e “HIFI” típicas de las televisiones antiguas.

En cuanto al concierto de Guns N' Roses contenido en este paupérrimo DVD, pues, en primer lugar, decir que no está completo sino que han cortado por dónde les ha dado la gana y que faltan temas tan imprescindibles en su repertorio como “Sweet child o' mine” o “Paradise City” por nombrar sólo un par de ellos. Lo mejor de todo, y único motivo por el cual vale la pena este DVD si es que existe alguno, es que contiene la interpretación íntegra del tema “Coma”, de 9:34 minutos de duración, algo no muy habitual en los conciertos de Guns N' Roses de aquella época.

En definitiva, una auténtica joya este “Live in Chicago”, un DVD editado por la compañía argentina Masterplan, cuyas iniciales “MP” que aparecen en la parte superior izquierda de la pantalla bien podrían significar “Mierda Pinchaenunpalo”.

domingo, 24 de julio de 2011

Ladies and Gentlemen: The Rolling Stones (The Rolling Stones) 2010

Lo mejor de hacerse mayor es que para tu cumpleaños la gente que te quiere y te conoce bien te hace regalos realmente cojonudos. Mi cumpleaños fue el pasado día 12 de este mes (gracias, a buenas horas mangas verdes) y con motivo de éste, mi hermano, quizás la persona del mundo que mejor me conoce, me regaló este “Ladies and Gentlemen: The Rolling Stones”. Hay tanto material audiovisual de Sus Satánicas Majestades en el mercado que me resulta verdaderamente difícil hacerme con todo como a mí me gustaría, así que este regalo me hizo especial ilusión porque más tarde o más temprano iba a acabar comprándomelo.

“Ladies and Gentlemen: The Rolling Stones” es una recopilación de temas en directo registrados en cuatro actuaciones de los Stones llevadas a cabo en Houston (Texas) durante la gira americana de promoción del álbum “Exile on Main St.” celebrada en año 1972. Cada uno de los temas que aparecen en el “set-list” fue grabado en una de aquellas cuatro actuaciones, pero el montaje audiovisual se hizo de tal forma que, si no fuera porque la vestimenta de los músicos va cambiando entre canción y canción, uno no se daría ni cuenta ya que la sensación que se tiene al escucharlos es la de estar presenciando un concierto íntegro.

La versión original, producida por Rollin Binzer y Marshall Chess a partir de las imágenes filmadas por Bob Freeze y Steve Gebhardt de Butterfly Films, fue proyectada en cines a modo de documental durante el año 1974. No fue hasta el pasado año 2010 que, de la mano de Eagle Rock Entertainment, estas fueron reeditas en formato DVD. El sonido de esta nueva reedición es realmente espectacular. No es el típico sonido espeso y sucio de algunas grabaciones antiguas que se suelen ver por ahí, sino todo lo contrario. Hay tanta claridad en el audio que sin demasiado esfuerzo por parte del espectador es posible apreciar a la perfección todos los matices de todos los instrumentos que están sonando. Con respecto a las imágenes, también remasterizadas para esta nueva edición, tienen una gran calidad pero pecan se ser demasiado oscuras, lo cual no es de extrañar debido a que los sistemas de iluminación de los conciertos de aquella época no eran los mismos que los que se utilizan ahora.

Para el que escribe y para la mayor parte de la crítica, aquella fue la mejor etapa de la historia de The Rolling Stones y así lo demuestran en este documento. A un Mick Jagger y un Keith Richards en su máximo esplendor creativo y expresivo, se les unen la por aquel entonces todavía inspirada sección rítmica compuesta por Charly Watts y Bill Wyman; el que yo considero mejor guitarrista que jamás haya pasado por la formación: Mick Tylor; la brillante sección de vientos compuesta por Bobby Keys en el saxo y Jim Price en la trompeta y los trombones; además de Nicky Hopkins en el piano. Es una pena que las imágenes se centren excesivamente en la figura de Mick Jagger y que por consiguiente no haya demasiadas imágenes generales de grupo, pero aún así, “Ladies and Gentlemen: The Rolling Stones” es una verdadera joya para cualquier amante de los Stones que se precie.

sábado, 9 de julio de 2011

1993 Boston Grand Cru Concert (Keith Richards & The X-pensive Winos) 2010

Cuando en 1985 Mick Jagger, haciendo caso a los cantos de sirena que le animaban a iniciar una carrera en solitario del nivel de la de Michael Jackson, decidió dejar en “stand-by” la andadura de The Rolling Stones, el rebote que pilló Keith Richards fue descomunal. A diferencia de Mick Jagger, Keith Richards siempre ha sentido que The Rolling Stones es lo más importante en su vida artística, y semejante plantón de su co-lider, co-compositor y vocalista (aunque fuese temporal) le sentó como un tiro. En 1987, como respuesta a tal desprecio y ante la imposibilidad de esperar sin hacer nada hasta que a Mick Jagger le apeteciese volver con The Rolling Stones, Keith no tuvo más remedio que reclutar una nueva banda e iniciar así su propia carrera en solitario. El resultado fue una excepcional formación denominada The X-pensive Winos con la que, a diferencia de Mick Jagger el cual se comió literalmente los cagaos, Kith Richards consiguió registrar un par de discos muy aclamados por la crítica (“Talk is cheap” 1988 y “Main offender” 1991) y volver así a la carretera llevando a cabo conciertos que fueron una auténtica exaltación del rock and roll.

Ahora que Mick Jagger anda inmerso en su nuevo proyecto al margen de los Stones llamado Super Heavy y compuesto por él mismo, la cantante británica de soul Joss Stone, el ex-Eurorythmics Dave Stewart, el hijo de Bob Marley Damien Marley y el compositor A.R. Rahman; han vuelto a oírse rumores sobre el hipotético regreso de The X-pensive Winos después de haber acabado relativamente mal a medidados de los noventa por motivos económicos. El caso es que hace unos días, buceando por las estanterías de mi tienda de discos habitual, encontré a un precio bastante asequible este “1993 Boston Grand Cru Concert” de Keith Richards con The X-pensive Winos, así que como me hice con él y ya lo he visionado, a continuación procederé a desgranar su contenido.

Como su propio nombre indica, “1993 Boston Grand Cru Concert” es la grabación íntegra del concierto de Keith Richards con The X-pensive Winos registrada en el Orpheum Theater de Boston en 13 de Febrero de 1993 durante su gira promocional de “Main offender”. En aquella ocasión la formación estaba compuesta por Steve Jordan en la batería, Waddy Wachtel en la guitarra, Bobby Keys en el saxofón, Ivan Maville en los teclados, Jerome Smith en el bajo, además de Sarah Dash y Babi Floyd en los coros; y el repertorio que desplegaron estuvo basado en los grandes hits de los dos álbumes del grupo como “Take it so hard”, “Eileen”, “999” o “Words of wonder” entre otros, dos clásicos de The Rolling Stones como los míticos “Gimme shelter” y “Happy”, y una versión del “Somethin' else” de Eddie Cochran. Durante todo el show se puede ver a un Keith Richards enérgico, sonriente, completamente en forma, aparentemente sobrio y en todo momento en su sitio y con unas ganas de tocar rock and roll arrolladoras. Con cada una de sus características patadas al aire y cada levantamiento de pierna da la sensación de estar diciendo: “¡Chúpate esa, Mick!”

Además de la clase, la voz, el estilo y los bailes de Keith Richards, en este DVD también hay lugar para deleitarse con el espectacular estilo de tocar la batería de Steve Jordan consistente en coger la baqueta del Charles por la mitad y golpear la caja con tal ímpetu que parece mentira que no raje el parche, con las cualidades vocales de Babi Floyd, con la fuerza con la que Jerome Smith pica las cuerdas del bajo y con la versatilidad musical de Ivan Maville que tan pronto toca el teclado, como agarra el bajo, como se cuelga la guitarra para acompañar.

Musicalmente “1993 Boston Grand Cru Concert” es un documento excepcional, aunque la grabación de las imágenes deja un poco que desear. Parece ser que el concierto fue registrado para la televisión y se nota que al editarlo en DVD diecisiete años después no han invertido ni un céntimo en su remasterización. Aún así, todos aquellos admiradores del maestro no pueden perdérselo porque se trata de un perfecto tutorial sobre cómo se ha de interpretar rock and roll encima de un escenario.

jueves, 9 de julio de 2009

The song remains the same (Led Zeppelin) 1976

La verdad es que resulta un poco complicado describir qué es exactamente “The song remains the same” porque ni se trata de un documental sobre Led Zeppelin, ni de una actuación en directo, ni de una película sino de las tres cosas a la vez. “The song remains the same” son ciento treinta y tres minutos de realidad, de ficción y, sobre todo, de rock and roll en estado puro que ayudan a comprender la dimensión que tuvo la banda de Robert Plant, Jimmy Page, John Paul Jones y John Bonham y su posterior influencia en el mundo del rock.

La cinta comienza con unas extrañas imágenes de una banda de mafiosos liderada por Peter Grant, manager de la banda y pieza fundamental en la historia de Led Zeppelin, saliendo de una casa de campo y dirigiéndose a una mansión donde, a tiro limpio, aniquilan a lo que se supone que es una banda rival compuesta por seres monstruosos. A continuación, un mensajero en bicicleta va recorriendo distintos parajes con el fin de entregar un mensaje a cada uno de los miembros de Led Zeppelin. De esta forma, Robert Plant en una pradera mientras se encuentra con sus hijos y su esposa disfrutando de la naturaleza, John Paul Jones en su casa familiar, John Bonham en una pequeña granja y Jimmy Page en medio del bosque mientras experimenta con sonidos orientales, reciben el mensaje en el que se les cita al día siguiente en la ciudad de Nueva York para la celebración de un concierto en el Madison Square Garden. Las siguientes imágenes son las de Led Zeppelin al completo bajando de su avión privado y siendo escoltados por la policía a través de las calles de la Gran Manzana hasta llegar al recinto donde les espera una multitud de seguidores.

Después de esta surrealista y absurda introducción comienza lo que es el concierto propiamente dicho, un concierto grabado durante la gira americana de 1973 con una calidad de imagen impecable, un sonido magnífico y unos efectos visuales que no pueden ser más setenteros. El repertorio está compuesto por los clásicos de la banda de toda la vida: “Rock and roll”, “Black dog”, “Since I’ve been living you”, “No quarter”, “The song remains the same”, “Rain song”, “Dazed and confused”, “Stairway to heaven”, “Moby Dick” y un medley final en el que se funden en una sola pieza los míticos “Heartbreaker” y “Whole lotta love”. La entrega, contundencia, energía y actitud de Led Zeppelin encima del escenario es inmejorable, propia de los que fueron los padres del hard rock y de la banda que revolucionó el concepto de concierto de rock.

Entre medio de la actuación se van intercalando imágenes del backstage, del trabajo llevado a cabo por los agentes y managers del grupo, e incluso de algún que otro altercado ocurrido en los alrededores del recinto. Además, a modo de videoclip, durante algún momento de lucimiento personal de los diferentes componentes del grupo también van mostrándose imágenes de ficción cuyos protagonistas son Robert Plant cabalgando por un prado y batiéndose en duelo de espada con otro personaje, o Jimmy Page escalando una montaña hasta encontrarse con un enigmático ermitaño que empuña un farol y cuyo rostro es el del propio Page envejecido.

Las casi dos horas y cuarto de película terminan con Led Zeppelin saliendo del estadio camino del aeropuerto donde les espera su jet particular. Sin duda alguna se trata de un material audiovisual cuanto menos original y entretenido que rompe un poco con el formato típico de DVD con un concierto íntegro sin más. Muy recomendable para todo buen amante del rock.

domingo, 19 de abril de 2009

A night with Lou Reed (Lou Reed) 2007

En una de esas campañas publicitarias que los periódicos hacen de vez en cuando para incrementar el número de ventas durante todos los días de la semana, al diario deportivo Marca le ha dado por ofrecer cada viernes un DVD con algún concierto registrado a lo largo de los años ochenta por sólo 1,95 Euros más. Algunos de los artistas que han desfilado y desfilarán por esta colección son Queen, Tina Turner, Eric Clapton, Pretenders, Joe Cocker, Electric Light Orchestra o Lou Reed entre muchos otros. Ninguno de estos DVD's son maravillas de la realización audiovisual ni de la producción musical, pero no deja de ser una magnífica forma de cultivarse musicalmente e incrementar la videoteca de uno a un precio más que razonable, que en tiempos de crisis nunca viene mal.

El DVD que nos ocupa en esta ocasión es “A night with Lou Reed”, un concierto de Lou Reed celebrado en la sala The Bottom Line de Nueva York en el año 1983 que fue editado en formato DVD durante el año 2007. En él, el ex-líder de The Velvet Underground se acompaña de una terna de músicos de lo más sosos como son el guitarrista alopécico Robert Quine, el bajista mulato Fernando Saunders y el joven batería Fred Maher, éste último quizás el músico con más sangre en las venas de todos los que ocupan el escenario.

Si bien es cierto que Lou Reed nunca se ha caracterizado por ser lo que se dice la alegría de la huerta cuando se sube a un escenario, en esta actuación incluso da la impresión de estar enfadado. Con una chupa de cuero negro abrochada hasta la nuez y un pelo de un palmo de alto, Reed se pega la sudada de su vida encadenando una canción detrás de otra sin apenas esbozar una sonrisa ni dirigirse al público. En cuanto al resto de músicos, estos ni siquiera son iluminados por los focos del escenario en ningún momento del concierto, quedando en un absoluto segundo plano.

Entre los temas que figuran en el “set-list” se encuentran algunas piezas míticas de la carrera de Lou Reed, tanto al frente de The Velvet Underground como en solitario, como son “Sweet Jane”, “I’m waiting for a man”, “Wild side” o “Rock n’ roll” por nombrar sólo las más importantes. El público, entre el que se encuentra el diseñador Andy Warhol (o el muñeco de cera de éste, todavía tengo que comprobarlo), responde de una forma extraordinaria a cada una de las canciones agitando la cabeza y los brazos de forma incluso exagerada para lo que es este concierto, a pesar de no recibir a cambio ni un triste “thank you” por parte de su ídolo hasta el final del show.

En general es una actuación bastante sencilla llevada a cabo en una sala de no más de quinientas personas, por lo que ésta no se presta a demasiadas florituras. La ejecución de todos los temas por parte de Reed y los suyos es correcta, pero el sonido de las guitarras, todas ellas de la casa Fender, tiene un cierto aire anticuado y caduco. No en vano han pasado veintiséis años desde su grabación. Además, cabe destacar que ninguno de los músicos es realmente un virtuoso por lo que cuesta bastante acabar de engancharse a este concierto.

En resumidas cuentas, si sumamos todo lo comentado anteriormente a que no soy ni muy admirador ni muy conocedor de la obra de Lou Reed, no puedo decir otra cosa distinta a que este DVD me ha parecido un tostonazo infumable y altamente soporífero. Es barato, sí, pero aburrido más que matar a un gorrino a pellizcos.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Live in Verona (Jamiroquai) 2002

Hacía ya mucho tiempo que había visto por primera vez este concierto en uno de esos programas musicales que Canal 33 (la segunda cadena autonómica de Cataluña) suele emitir en horarios extraños. Recuerdo que en su momento me encantó y posiblemente fuera la chispa que hizo encender mi interés y admiración por Jamiroquai. El pasado día 4 de Julio de 2008, mientras me encontraba viendo por televisión la actuación de Jamiroquai en el festival Rock in Rio de Madrid, volvió a mi memoria aquel concierto de Verona que ya casi ni recordaba. Pero fue este mes de Agosto en la localidad castellonense de Benicarló cuando, al entrar en una taberna y ver que sus camareros lo tenían puesto en el reproductor de DVD con el sonido como música de ambiente del local, definitivamente me propuse por todos los medios conseguir una copia original de este “Live in Verona” para poderlo disfrutar tranquilamente en casa casi seis años después de su celebración. Dicho y hecho, simplemente ha bastado una visita a unos grandes almacenes de mi ciudad y, previo pago de 9,95 Euros, ya lo tengo en mi poder.

“Live in Verona” es la prueba empírica que desmonta la teoría de todos los farsantes del mundo de la música que aseguran que es imposible bailar y cantar al mismo tiempo sobre un escenario si no es haciendo “playback”. De eso nada. En este concierto el amigo Jason Kay, ataviado con su chándal blanco y su plumaje de indio Azteca metálico, se casca unos bailes y unos saltos que para sí quisieran muchos actores del músical Fama y sin perder ni una pizca del aliento necesario para cantar. Pero no sólo eso, “Live in Verona” también desmonta la teoría que dice que si llueve no se puede actuar y por lo tanto hay que suspender un concierto. No es que el día que se celebró el concierto estuviera lloviendo en Verona, es que estaba cayendo el diluvio universal. Tanto es así que el propio Jay Kay llega a pedir disculpas al público italiano alegando que no es culpa suya sino de Dios.

Si ya de por sí el entorno donde se desarrolla el concierto, el Coliseo Romano de Verona, crea una ambiente especial para la celebración de un concierto, me atrevería a decir que la lluvia fue otro elemento que jugó más a favor que en contra del espectáculo de Jamiroquai. Mientras la banda se mantiene a cubierto durante toda la actuación, Jason Kay, pudiéndose quedar al lado de sus músicos, aguanta bajo la lluvia mojándose como un campeón. Con las bromas sobre la meteorología británica y la italiana, la improvisación del tema “Singing in the rain”, los deslizamientos a través de la pasarela central, los saltos en plancha hacia los charcos del escenario y sus lamentos con la mirada puesta en el cielo para que deje de llover mientras abre la boca para beber el agua de la lluvia, éste consigue mantener la complicidad entre grupo y público, público que pese a estar como una sopa aguanta estoicamente al pie del cañón.

Y al margen de la auténtica protagonista del concierto que es la lluvia, en cuanto a lo musical decir que toda la actuación, perteneciente a la gira europea del tour “Funk Odysey Word Tour”, es un continuo derroche de calidad llevado a cabo por una magnífica banda de músicos excepcionales. Si bien Jay Kay es el “frontman” y líder indiscutible de Jamiroquai, el resto del grupo (sobre todo el bajista) no le andan a la zaga y juntos reproducen a la perfección el repertorio clásico de la carrera de la banda.

“Live in Verona” es todo un lujo de actuación y un DVD muy recomendable para todos los amantes de Jamiroquai y del buen funky interpretado en directo.

lunes, 7 de julio de 2008

Permanent vacation (Aerosmith) 2004

En los últimos años la editorial Masterplan se está dedicando a publicar, a un precio muy asequible, antiguas grabaciones de conciertos íntegros de las bandas clásicas del hard-rock de los 90, posiblemente registradas en su momento para su posterior emisión en televisión. En este DVD le toca el turno a uno de los más grandes grupos, no sólo de los 90 sino de la historia del rock: Aerosmith. La cita tuvo lugar la noche del 19 de Enero de 1990 durante la gira de promoción del álbum “Pump”.

Cuando le damos al botón de “play” lo primero que nos llama la atención es la lamentable calidad de imagen y de sonido del DVD. Lejos de pasar por un mínimo proceso de limpieza y remasterización digital, el concierto parece haber sido pasado a pelo de la cinta al DVD. Incluso en determinadas tomas da la sensación de estar viendo una cinta VHS muy usada más que un DVD.

Al margen de temas técnicos, el concierto en sí es todo un derroche de energía y rock and roll protagonizado por un Steven Tyler que, ataviado con un mono blanco que deja su pecho al aire, no suelta su clásico pie de micro cuajado de fulares; y por un Joe Perry que inicia el show portando una chupa de cuero en la que puede verse grabada la cruz de la portada del “Appetite for destruction” de sus colegas Guns N’ Roses, y que va cambiando de modelo de guitarra prácticamente en cada tema. Por lo que respecta al resto de la banda, a excepción del batería Joey Kramer, los demás miembros prácticamente ni se cantean de su sitio del escenario, un escenario decorado como si de la azotea de un hotel se tratase.

El repertorio del concierto es el que cualquiera puede esperar en una actuación de Aerosmith: “Mama kin”, “Rag doll”, “Draw the line”, “Dream on”, “Love in an elevador”, “Sweet emotion” o “Train kept a rollin” son algunos de los temas que suenan. A excepción de “Walk this way” y de los temas más conocidos del álbum “Get a grip” (todavía no grabado en aquella fecha), el concierto es un recopilatorio de grandes éxitos de los de Boston interpretado en directo. Y es que poco más han hecho Aerosmith que valga la pena después de 1990. Tampoco falta el tema cantado por Joe Perry con el que se da descanso a Steven Tyler, en este caso el clásico del blues “Red house”. Como anécdota, decir que sorprende el hecho de que ninguno de los miembros del grupo tenga micrófono en su posición pero que durante todo el concierto suenen coros en las canciones. ¿De dónde salen esos coros?

Sin duda alguna, el concierto debió ser formidable para estar allí presente y vivirlo en directo, pero para verlo por televisión y en las condiciones visuales y sonoras ofrecidas por Masterplan, pues la verdad es que no vale mucho la pena, para qué nos vamos a engañar.

sábado, 31 de mayo de 2008

Live at Montreux (Eric Clapton) 2006

Hay que ver lo traicionero que puede llegar a ser el paso del tiempo, y más cuando existen testimonios gráficos como este DVD de Eric Clapton editado en el año 2006 pero registrado en 1986. No soy ni admirador ni conocedor de la obra de “Manolenta”, pero al ver la carátula en la sección musical de la biblioteca de mi barrio no pude resistir la tentación de llevármelo a casa para visionarlo.

“Live at Montreux” es la grabación completa de la actuación de Eric Clapton que tuvo lugar hace veintidós años en el Montreux Jazz Festival, uno de los festivales de jazz más prestigiosos a nivel internacional. Para aquella ocasión Eric Clapton contó con la colaboración del mismísimo Phil Collins en la batería y de Greg Phillinganes en los teclados y Natahn East en el bajo, dos músicos a sueldo que a lo largo de su carrera han prestado sus servicios a distintos artistas como Stevie Wonder, Paul McCartney o Michael Jackson entre otros.

En mi opinión, el concierto es un tanto aburrido. Entre que la calidad de imagen es bastante regular, propia de una grabación para televisión sin una demasiado cuidada realización; que Eric Clapton no me entusiasma demasiado; que el sonido de los 80’s con sintetizadores, percusiones programadas y efecto “flange” en las guitarras Stratocaster suena ya bastante cateto; y que no me sé la mayoría de las canciones del repertorio; pues la verdad es que “Live at Montreux” no ha sido uno de esos DVD’s que te pones a ver y que te enganchan desde el principio hasta el final. Ahora igual digo una barbaridad, pero es que yo ni siquiera considero a Eric Clapton ningún virtuoso de la guitarra como pueden serlo otros guitarristas contemporáneos suyos como David Gilmour o Mark Knopfler por ejemplo. Clapton tiene una voz de bluesero que no tiene ninguno de estos dos, pero por lo que respecta a la guitarra, a mí me parece un músico bastante normal.

Como de todo en la vida hay que sacar algo positivo, diré que lo que más me ha interesado del concierto han sido la versión de “I shot the sheriff” de Bob Marley y la interpretación de algunos clásicos de la carrera de Eric Clapton como “Layla”, “Cocaine” o “Sunshine of your love”. Además, también tiene su gracia la puesta en escena de “In the air tonight” por parte de Phil Collins tocando la batería y cantando a la vez.

Pero si tuviera que destacar algo por encima de todas las cosas de este “Live at Montreux”, destacaría el absoluto derroche de ochenterismo y horterismo que desprende todo él, no sólo musicalmente sino sobre todo estéticamente. La camisa de seda naranja con mangas hasta los codos y pechera desabrochada enseñando los pelos del pecho y la cadena de oro, los pantalones granulados de pinzas, y los zapatos mocasín marrón sobre calcetín blanco de deporte que porta Eric Clapton, son todo un espectáculo, digno todo ello de ser puesto a un maniquí y guardarlo en un hipotético museo de la moda de los ochenta. Eso por no hablar de los pantalones amarillos, el polo de rayas largo como una saya y la melena colgando detrás de la calva que luce Phil Collins.

Sin duda alguna, “Live at Montreux” es un documento curioso de esos que nunca está de más visionar. Lo que no comprendo muy bien es qué tiene que ver Eric Clapton y el “set-list” que despliega en este concierto con el jazz, pero bueno.

domingo, 25 de mayo de 2008

2 son multitud, el concierto (Andrés Calamaro y Fito & Fitipaldis) 2008

Pronto hará un año de la celebración del macro evento reivindicativo del rock en castellano protagonizado por Andrés Calamaro y Fito & Fitipaldis. Ambos compartieron escenario en ciudades tan variopintas como Getafe, Benidorm, Santiago de Compostela o Barcelona, llevando a escena un concierto doble que dio en llamarse “2 son multitud”. El pasado mes de Marzo, ocho meses más tarde y cuando ya casi nadie se acordaba de aquello, salía a la venta la tan esperada y anunciada caja que había de contener uno de los conciertos de la gira en versión audio y DVD, además del documental resumen de la gira con imágenes del backstage, repaso de todos los conciertos y no sé cuantísimas cosas más. Igual soy un poco exagerado, pero para salir lo que ha salido más valía que no hubiera salido nada y mucho menos esperar tanto tiempo para su publicación. ¿Se estarían vendiendo demasiado bien “La lengua popular” y la edición especial de “Por la boca vive el pez” como para eclipsar ambos discos con el lanzamiento de esta caja? El caso es que el resultado final no ha podido ser más decepcionante.

La primera decepción nos la llevamos antes incluso de abrir la caja. Mirando el contenido del CD de audio enseguida nos damos cuenta de que ahí no hay ningún concierto íntegro sino una recopilación de algunos temas grabados en su mayoría el 7 de Julio en el estadio Juan de la Cierva de Getafe. Tanto tiempo esperando y resulta que no vamos a poder tener la versión audio oficial de un evento histórico como la gira conjunta de Andrés Calamaro y Fito & Fitipaldis. Son buenos temas, evidentemente no los mejores, pero lo que está claro es que son insuficientes.

Si dejamos de lado el CD de audio y nos ponemos a ver los DVD’s, la cosa ya cambia un poco aunque el material incluido sea muy mejorable. Por lo que respecta al concierto en sí, pues se ve y se oye perfectamente, pero hubiera estado muchísimo mejor si en lugar de registrarlo durante el segundo concierto de la gira lo hubieran registrado cuando tanto Fito como Calamaro hubieran estado más rodados y más compenetrados. Yo que estuve en el concierto de Barcelona, el cual fue el último de la gira, he de decir que el concierto del DVD no tiene ni la mitad de chispa que el que yo vi. Ya no es cuestión de verlo en directo o verlo en televisión, sino de que en el DVD, cuando uno canta canciones del otro, a los dos se les nota todavía bastante agarrotados. Esto mismo se percibe en el CD de audio. Eso por no decir que en el DVD no hacen ni la mitad de temas conjuntamente que en el concierto al que yo asistí, que precisamente esa era la gracia de esta gira. Pero bueno, dentro de lo que cabe, esta parte es la más aceptable de todo el cofre. Lo que no tiene perdón de Dios es el documental.

Nos prometieron un documental sobre la gira con imágenes del backstage, recordatorio de todas las ciudades por las que pasaron, entrevistas exclusivas, etc., y lo único que han metido es una breve explicación fragmentada por todo el documental de Fito (muy majete, por cierto) sobre cómo surgió y cómo transcurrió todo el montaje, unas cuantas imágenes, principalmente de Fito & Fitipaldis, de los momentos previos de la actuación de Getafe que viene en el DVD, y cuatro balbuceos de Andrés Calamaro, yo diría que emitidos después de levantarse de la siesta, en los que se muestra más soso que una mata de habas. Ni imágenes del resto de ciudades, ni de ensayos previos, ni nada de nada. Un auténtico bodrio de documental si es que a eso se le puede llamar documental.

En resumidas cuentas, con este “2 son multitud, el concierto” las discográficas no han hecho más que cagar con medio culo. Después de tanto tiempo a alguien se le podría haber ocurrido ofrecer todo esto de otra forma como han hecho, por ejemplo, con el “Tour 2007” de Héroes del Silencio, es decir, DVD y CD por separado pero tanto CD como DVD completos. Quizás nos hubiera salido más caro, pero por lo menos ahora tendríamos un buen recuerdo del evento y un producto de mucha más calidad que el que tenemos.

domingo, 6 de enero de 2008

Tour 2007 (Héroes del Silencio) 2007

Como era previsible, la gira de regreso de Héroes del Silencio ha dado sus frutos en forma de material audiovisual. Editado de forma simultánea al doble CD musical del mismo título, podría decirse que “Tour 2007” es el resumen de la pasada gira de diez conciertos por América y España de Héroes del Silencio.

Presentado en un bonito “digipack” negro con una llamativa etiqueta naranja, “Tour 2007” está compuesto por dos DVD’s con diferente contenido y grado de interés. Mientras que el primero de ellos contiene una combinación de imágenes de los conciertos celebrados en el Estadio Foro Sol de Ciudad de México los pasados días 4 y 6 de Octubre, el segundo contiene una serie de vídeos y documentos audiovisuales que posiblemente sean lo más interesante de todo el material editado con motivo de la vuelta de Héroes del Silencio a los escenarios.

Comenzando el análisis por el primer DVD, simplemente decir que para mí las imágenes de los conciertos de México prácticamente carecen de interés. Tras haber asistido a los dos conciertos de Zaragoza y al de Valencia, y habiendo conseguido y visualizado los DVD’s con las imágenes de los conciertos de Zaragoza que fueron proyectadas en directo en algunos cines españoles, la verdad es que volver a ver otro concierto de Héroes del Silencio por televisión me ha dado un poco de pereza. Aún así, finalmente lo hice y por diferentes motivos no salí demasiado satisfecho de lo visto.

En primer lugar, y a pesar de que el sonido es espectacular, el hecho de que no todas las imágenes pertenezcan al mismo concierto le hace perder todo el interés que podía tener. En segundo lugar, es un poco decepcionante que la banda más importante de la historia del rock español vuelva a los escenarios once años después de su disolución y que el DVD oficial que nos quedará como recuerdo de la gira de regreso haya sido grabado en México en lugar en España. En tercer lugar, se echan de menos temas que durante la gira tuvieron puestas en escena espectaculares como “Malas intenciones” y “Tumbas de sal”, además de que todas las canciones que fueron variando entre un concierto y otro como “Agosto”, “Fuente esperanza”, “Flor venenosa”, “Bendecida” y “Despertar” directamente ni aparecen. Por último, y quizás lo peor de todo, es que el montaje en sí es un auténtico despropósito y una verdadera aberración de la realización audiovisual. Las diferencias de contraste y definición de las diferentes tomas, la mareante velocidad en los cambios de plano, y los constantes temblores y desenfoques de los cámaras, sumado a que en ocasiones el movimiento de los músicos no coincide con el sonido que se escucha, son algunos de los imperdonables fallos de esta grabación.

Por lo que respecta al segundo DVD, éste mejora bastante al primero en cuanto a grado de interés. El principal atractivo se encuentra en “Vuelo privado”, un documental realizado por el vástago del archiconocido y omnipresente Phil Manzanera: Charlie Manzanera. “Vuelo privado” es el típico documental sobre la vida de unas estrellas de rock fuera del escenario durante una gira de conciertos, pero en castellano y con acento aragonés. En él se pueden ver los preparativos y los momentos de tensión de los músicos en el hotel y en los camerinos durante los instantes previos al comienzo de los shows; el ambiente festivo antes, durante y después de los conciertos fuera de los recintos donde estos se celebran; las conversaciones, bromas, abrazos y achuchones eufóricos entre los músicos una vez finalizadas las actuaciones; los viajes en avión de un país a otro; las visitas turísticas en las diferentes ciudades por las que pasa la gira; y en definitiva todo tipo de anécdotas que hacen convencernos a todos de que los artistas son seres humanos normales que cagan y mean como todos los demás. Por cierto, que también hay imágenes de Gonzalo Valdivia entrando al lavabo a mear…

Durante el documental se percibe una actitud amistosa, cómplice, cordial y humorística entre todos los componentes del grupo, y en todo momento se les ve ilusionados por vivir lo que están viviendo. Ignoro si se trata de una pose ante las cámaras o si realmente es sincero y han limado todas las asperezas que les mantuvieron separados más de una década. Lo que sí es cierto es que visualizando “Vuelo privado” es inevitable tener una sonrisa en los labios porque la sensación general que transmite el documental es de buen rollo.

Además, el segundo DVD también incluye una especie de videoclip para cada una de las canciones que han sido omitidas en el primer DVD, grabadas en los diferentes lugares por los que pasó la gira. En ellos se mezclan fragmentos de los conciertos a los que pertenecen los temas con algunas vistas de las ciudades donde fueron grabados.

Resumiendo, “Tour 2007” es un buen recuerdo de la gira de regreso de Héroes del Silencio aunque por supuesto es muy mejorable. Es lo que tenemos los fans de Héroes del Silencio, que somos muy difíciles de satisfacer al 100%.

jueves, 26 de julio de 2007

Hail! Hail! Rock 'n' Roll (Chuck Berry) 1987

Si realizamos una encuesta preguntando “¿Quién es el Rey del Rock?”, es más que probable que la respuesta mayoritaria sea Elvis Presley. Si bien es cierto que la figura de Elvis Presley fue fundamental para que el rock n' roll dejara de ser una música marginal y se popularizara llegando a todo tipo de público, no es del todo cierto que éste sea el verdadero “Rey del Rock”. Después de ver “Hail! Hail! Rock 'n' Roll” y de escuchar los testimonios de algunos de los personajes más importantes de la música del siglo XX, a todo el mundo le debería quedar claro que el verdadero “Rey del Rock” no es otro que Chuck Berry.

Dirigido por Taylor Hackford, “Hail! Hail! Rock 'n' Roll” es un documental sobre la vida y la obra de Chuck Berry grabado en 1987 con motivo del 60 cumpleaños del artista. A través de una serie de entrevistas, el propio Chuck Berry explica en primera persona diversos aspectos de su carrera musical, tratando temas básicos como sus inicios en el mundo de la música, las motivaciones que le hicieron dedicarse profesionalmente a ella, cuales fueron sus primeros salarios, los problemas que en los años 50 tenían los músicos negros para llegar al público blanco, y toda una serie de anécdotas que forman parte de la historia del rock y de la música en general. Las entrevistas van realizándose en diversos escenanarios como el local en el que debutó (en el momento de la grabación del documental completamente abandonado); la casa de su padre, en 1987 aún con vida; o el Berry Park, una especie de parque natural propiedad de Chuck Berry, ubicado en Wentzville (Missouri) y pensado para celebrar grandes festivales de rock.

Durante todo el documental van apareciendo diferentes personas importantes en la vida de Chuck Berry como son su esposa, sus hermanos, su padre o su secretaria, que explican curiosidades y hablan sobre su parte más humana y más desconocida, eso sí, sin tocar el tema de sus problemas con la justicia, su estancia en prisión y la parte más escabrosa de su vida. Además de la familia, son varias las estrellas del mundo de la música que expresan su opinión sobre la importancia que Chuck Berry ha tenido en la historia del rock. John Lennon, Roy Orbison, Jerry Lee Lewis, Little Richard, Bo Diddley, Bruce Springsteen, Eric Clapton o Keith Richards son algunos de ellos. Todos demuestran tenerle un enorme respeto y una grandísima admiración, llegando incluso a hablar de él como “El Rey” o calificándolo como el primer “trovador” del rock por ser el primer compositor-cantante-guitarrista de la historia del rock n' roll.

Pero el documental no es sólo un enjabonamiento general al abuelo Chuck. A uno también le queda la imagen de un personaje excéntrico, caprichoso, calculador, empresario a la vez que músico y, en definitiva, una máquina de hacer dinero que durante los 70's y 80's viajaba por el mundo haciendo bolos sin más compañía que una guitarra y una maleta, desconociendo por completo y no importándole en absoluto la banda que le iba a acompañar en sus shows mientras estos se supieran su reprtorio y él cobrara la parte acordada. En resumen, un artista de vuelta de todo que lo único que buscaba era disfrutar de sus últimos años en activo ganando la máxima pasta posible haciendo lo que más le gusta hacer. Nada que no haríamos ninguno de nosotros si pudiéramos, todo sea dicho.

Para mí la parte más interesante del documental no es tanto la biográfica como la puramente musical. Al margen de las entrevistas, declaraciones, anécdotas e historias varias, durante todo el metraje se van viendo una serie de ensayos y preparativos para la actuación conmemorativa del 60 cumpleaños de Chuck Berry que se celebraría el día 6 de Octubre de 1987 en el Fox Theater de St. Luis (Missouri). Aunque parezca increíble, toda la organización de la actuación y de la parte musical del homenaje corrió a cargo de Keith Richards, guitarrista de los Rolling Stones. En el documental pueden verse diversas discusiones entre ambos y, a pesar de sentir un gran respeto y admiración por él (no en vano los Rolling Stones empezaron su carrera versionando temas del propio Chuck Berry), Keith Richards no pierde ninguna oportunidad de criticar todos los aspectos criticables de Chuck Berry sin morderse la lengua, llegando a afirmar que éste le produce más dolor de cabeza que el mismísimo Mick Jagger.

El resultado final es un concierto de Chuck Berry donde se repasan todos los clásicos de su carrera como "Maybellene", "Memphis, Tennessee", "Too much monkey business" , "Johnny B. Goode" o "Roll over Beethoven" entre otros. La banda que le acompaña durante el show está formada por Johnnie Johnson (piano), Keith Richards (guitarra), Joey Spampinato (bajo), Steve Jordan (batería), Ingrid Berry (coros), Chuck Leavell (piano) y Bobby Keys (saxofón), con la colaboración especial de Eric Clapton, Julian Lennon, Robert Cry, Etta James y Linda Ronstadt en alguno de los temas.

Bajo mi modesta opinión, "Hail! Hail! Rock 'n' Roll" es un documento que debería ser de obligada visualización para todo aquel que se considere un amante del rock n' roll. Ya estáis tardando.

martes, 5 de junio de 2007

Live at Pompeii (Pink Floyd) 2003

Cada vez son más los discos que incluyen un DVD con el making off y con alguna que otra estupidez del grupo en cuestión en su interior, y la verdad es que ya aburre un poco ver al artista de turno en zapatillas y sin afeitar grabando sus temas y diciendo obviedades delante de la cámara. Hoy en día está todo inventado en el mundo de los DVD’s musicales y nada de lo que vemos nos sorprende ni nos fascina porque, o bien ya lo hemos visto antes, o bien lo que se nos muestra es del todo previsible o artificial. Como mucho nos pueden llegar a llamar la atención cosas tan extravagantes como ver a Metallica encerrados con un psiquiatra en una especie de casa - estudio de grabación plagado de cámaras a lo Gran Hermano, o ver a Madonna crucificarse en directo, pero poco más. Sin embargo, en 1971, ¿a quién se le hubiera ocurrido grabar un documental sobre el proceso de grabación de un disco intercalado con un concierto celebrado en medio de las ruinas de un anfiteatro romano con absolutamente nadie entre el público? Pues a Pink Floyd.

Eso es ni más ni menos “Live at Pompeii”, una actuación de Pink Floyd grabada en directo en medio del anfiteatro romano de Pompeya allá por 1971, mezclada con un documental registrado durante el proceso de grabación del mítico “Dark side of the moon” en los estudios Abbey Road de Londres. En él, además de secuencias de la grabación de diferentes pistas del disco, también se incluyen otras de los Pink Floyd almorzando y bromeando (todo un espectáculo ver a Roger Waters hablando con la boca llena mientras se zampa unas cortezas), y algunas entrevistas con los miembros del grupo en las que se les pregunta sobre temas tan diversos como la relación personal y profesional entre ellos, la metodología de grabación y de composición de sus discos, su relación con la prensa, el consumo de estupefacientes, las giras, y todo eso que se les suele preguntar a los músicos cuando se les hace una entrevista.

Centrando la atención en la parte más interesante del DVD, que no es otra que la actuación en el anfiteatro, decir que ésta ha sido tratada de una forma bastante particular. Por un lado choca el hecho de que no haya ni un alma entre el público y que las únicas personas ajenas al grupo que pueden verse sean los cámaras y los técnicos de sonido. También son curiosas, y en algunos casos hipnotizantes, toda la sucesión de imágenes que van apareciendo a modo de videoclip mientras suenan los temas en directo; con planetas, cohetes, satélites y diferentes paisajes y escenas espaciales; mezcladas con tomas de los montes y las ruinas de Pompeya, con el volcán Ethna en plena erupción incluido. Si lo que se pretendía con toda esta realización audiovisual era transmitir la sensación de estar viajando en el espacio y en el tiempo con la única compañía de la música de Pink Floyd, la verdad es que está bastante logrado.

Durante la actuación tocan básicamente temas de “Meddle” y “Saucerful of secrets”, siendo toda ella una demostración de “rock progresivo” con temas que se eternizan y en los que cada uno de los músicos tiene la oportunidad de demostrar su respectivo virtuosismo en vivo y en directo. Son especialmente espectaculares las puestas en escena de “Echoes” (dividida en dos partes, la que abre y la que cierra el DVD), “Careful with that axe Eugene”, “Set the controls for the herat of the sun” y “Saucerful of secrets”, esta última con un brutal Nick Mason a la batería acompañado de la rabia de Roger Waters aporreando el gong, y las psicodélicas idas de olla con el teclado y la guitarra de Rick Wright y David Gilmour respectivamente.

Como único punto negativo habría que destacar que las entrevistas están subtituladas únicamente en inglés, danés, finés, sueco, noruego, alemán, húngaro y polaco. Ni castellano, ni francés, ni italiano ni portugués. Resulta que graban un concierto en un anfiteatro romano y no tienen cojones a subtitular las entrevistas en ninguna lengua latina…

Aprovechando el tirón de la gira de Roger Waters, actualmente se puede encontrar este DVD a menos de 10 Euros en cualquier gran superficie. Yo de vosotros no desaprovecharía la ocasión de conseguirlo porque es de lo mejorcito que se puede encontrar de Pink Floyd en lo que a DVD’s musicales se refiere.

lunes, 14 de mayo de 2007

P.U.L.S.E. (Pink Floyd) 2006

Pink Floyd, una banda disuelta hace más de 10 años, están de moda. No cabe duda que su aparición estelar en el festival Live 8 en julio de 2005 ha tenido mucho que ver en este asunto. A raíz de aquel evento, David Gilmour y Roger Waters han salido de sus letargos y actualmente se encuentran en plena actividad musical con discos y giras multitudinarias en solitario. Si a esto le sumamos el reciente fallecimiento de Syd Barrett, miembro fundador y primer líder estilístico y musical de la banda, obtenemos como resultado la situación actual: conciertos de bandas tributo a todas horas, fiestas homenaje al grupo y a Syd Barrett a porrillo, infinidad de publicaciones de libros biográficos y revistas especiales con diferente grado de interés para los fans de la banda londinense, y reediciones de material audiovisual remasterizado a punta de pala.

Uno de los últimos ejemplos de esta neo-fiebre Pink Floydiana ha sido la edición de P.U.L.S.E., un doble DVD en directo fruto de la digitalización y lavado de cara de las grabaciones realizadas en el Earl’s Count de Londres el día 20 de octubre de 1994 durante la gira de presentación del álbum “The division bell”. El concierto se presenta en un digipack de cartón con portada del eterno diseñador gráfico Storm Thorgenson, en el interior del cual, además de los dos DVD’s y de un libreto con fotos y track list del show, sorprendentemente nos encontramos con una postal promocional de “On an island”, el último disco en solitario de David Gilmour (la voz y guitarra de Pink Floyd como bien se indica por si alguien todavía no lo sabía). Pero bueno, dejemos al margen el embase y centrémonos en el contenido.

A pesar de lo espectacular del evento por el despliegue de medios, por el mastodóntico escenario, por el derroche de energía eléctrica con focos, rayos láser y demás, y por la meticulosa puesta en escena de todos los temas (tanto es así que en ocasiones no parece ni directo), a mí personalmente el DVD me transmite más bien poco. En primer lugar porque se me erizan los pelos de la nuca al llamar Pink Floyd a un grupo en el que no está Roger Waters en sus filas. Es probable que el oxigenado bajista que lo sustituye sea un fiera con las cuatro cuerdas y que musicalmente no se note la ausencia de bueno de Roger, pero evidentemente no es lo mismo. En segundo lugar, porque la actitud del grupo sobre el escenario es fría, seca, prácticamente pasiva, como si estuvieran de vuelta de todo. El simple hecho de que cuenten con un segundo batería, un segundo teclista, un segundo guitarrista y una sección de coros y vientos, hace que los propios David Gilmour, Rick Wright y Nick Mason parezcan tres músicos más dentro de una gran orquesta. Ni siquiera David Gilmour es el encargado de hacer todos los solos de guitarra del concierto. Parece como si las luces y los efectos visuales fueran los protagonistas de la actuación en lugar de ser los propios músicos, llegando a haber más planos alejados del escenario que primeros planos de Rick Wright o de Nick Mason.

Pero como siempre hay que sacar algo positivo de las cosas, y más cuando estas te cuestan 20 Euros, he de reconocer que, si bien los temas de “The division bell” son infumables y provocan somnolencia, todos los clásicos de la banda como “Shine on your crazy diamond”, “Confortably numb”, “Wish you were here”, “Another brick in the wall (Part II)” o “Run like hell”, y la interpretación completa del álbum “Dark side of the moon”, siempre son dignos de ser vistos y escuchados en directo por muy viejos que estén los Floyd. Sólo por esto ya vale la pena la adquisición de este DVD aunque, no nos engañemos, en absoluto tiene algo que ver con aquellos conciertos de los años 70 donde los cuatro músicos se bastaban y se sobraban para ponerte la piel de gallina interpretando temas como “Echoes”, “Astronomy Domine”, “Set the controls for the heart of the sun”, “A saucerful of secrets” o “Cymbaline” por poner sólo unos ejemplos. Pero de esos conciertos ya hablare en otros artículos porque también han sido reeditados en DVD.