En los últimos años la editorial Masterplan se está dedicando a publicar, a un precio muy asequible, antiguas grabaciones de conciertos íntegros de las bandas clásicas del hard-rock de los 90, posiblemente registradas en su momento para su posterior emisión en televisión. En este DVD le toca el turno a uno de los más grandes grupos, no sólo de los 90 sino de la historia del rock: Aerosmith. La cita tuvo lugar la noche del 19 de Enero de 1990 durante la gira de promoción del álbum “Pump”.
Cuando le damos al botón de “play” lo primero que nos llama la atención es la lamentable calidad de imagen y de sonido del DVD. Lejos de pasar por un mínimo proceso de limpieza y remasterización digital, el concierto parece haber sido pasado a pelo de la cinta al DVD. Incluso en determinadas tomas da la sensación de estar viendo una cinta VHS muy usada más que un DVD.
Al margen de temas técnicos, el concierto en sí es todo un derroche de energía y rock and roll protagonizado por un Steven Tyler que, ataviado con un mono blanco que deja su pecho al aire, no suelta su clásico pie de micro cuajado de fulares; y por un Joe Perry que inicia el show portando una chupa de cuero en la que puede verse grabada la cruz de la portada del “Appetite for destruction” de sus colegas Guns N’ Roses, y que va cambiando de modelo de guitarra prácticamente en cada tema. Por lo que respecta al resto de la banda, a excepción del batería Joey Kramer, los demás miembros prácticamente ni se cantean de su sitio del escenario, un escenario decorado como si de la azotea de un hotel se tratase.
El repertorio del concierto es el que cualquiera puede esperar en una actuación de Aerosmith: “Mama kin”, “Rag doll”, “Draw the line”, “Dream on”, “Love in an elevador”, “Sweet emotion” o “Train kept a rollin” son algunos de los temas que suenan. A excepción de “Walk this way” y de los temas más conocidos del álbum “Get a grip” (todavía no grabado en aquella fecha), el concierto es un recopilatorio de grandes éxitos de los de Boston interpretado en directo. Y es que poco más han hecho Aerosmith que valga la pena después de 1990. Tampoco falta el tema cantado por Joe Perry con el que se da descanso a Steven Tyler, en este caso el clásico del blues “Red house”. Como anécdota, decir que sorprende el hecho de que ninguno de los miembros del grupo tenga micrófono en su posición pero que durante todo el concierto suenen coros en las canciones. ¿De dónde salen esos coros?
Sin duda alguna, el concierto debió ser formidable para estar allí presente y vivirlo en directo, pero para verlo por televisión y en las condiciones visuales y sonoras ofrecidas por Masterplan, pues la verdad es que no vale mucho la pena, para qué nos vamos a engañar.
Cuando le damos al botón de “play” lo primero que nos llama la atención es la lamentable calidad de imagen y de sonido del DVD. Lejos de pasar por un mínimo proceso de limpieza y remasterización digital, el concierto parece haber sido pasado a pelo de la cinta al DVD. Incluso en determinadas tomas da la sensación de estar viendo una cinta VHS muy usada más que un DVD.
Al margen de temas técnicos, el concierto en sí es todo un derroche de energía y rock and roll protagonizado por un Steven Tyler que, ataviado con un mono blanco que deja su pecho al aire, no suelta su clásico pie de micro cuajado de fulares; y por un Joe Perry que inicia el show portando una chupa de cuero en la que puede verse grabada la cruz de la portada del “Appetite for destruction” de sus colegas Guns N’ Roses, y que va cambiando de modelo de guitarra prácticamente en cada tema. Por lo que respecta al resto de la banda, a excepción del batería Joey Kramer, los demás miembros prácticamente ni se cantean de su sitio del escenario, un escenario decorado como si de la azotea de un hotel se tratase.
El repertorio del concierto es el que cualquiera puede esperar en una actuación de Aerosmith: “Mama kin”, “Rag doll”, “Draw the line”, “Dream on”, “Love in an elevador”, “Sweet emotion” o “Train kept a rollin” son algunos de los temas que suenan. A excepción de “Walk this way” y de los temas más conocidos del álbum “Get a grip” (todavía no grabado en aquella fecha), el concierto es un recopilatorio de grandes éxitos de los de Boston interpretado en directo. Y es que poco más han hecho Aerosmith que valga la pena después de 1990. Tampoco falta el tema cantado por Joe Perry con el que se da descanso a Steven Tyler, en este caso el clásico del blues “Red house”. Como anécdota, decir que sorprende el hecho de que ninguno de los miembros del grupo tenga micrófono en su posición pero que durante todo el concierto suenen coros en las canciones. ¿De dónde salen esos coros?
Sin duda alguna, el concierto debió ser formidable para estar allí presente y vivirlo en directo, pero para verlo por televisión y en las condiciones visuales y sonoras ofrecidas por Masterplan, pues la verdad es que no vale mucho la pena, para qué nos vamos a engañar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario