A lo largo de los años han habido diversos grupos y artistas cuyas carreras musicales han dado un giro de 180 grados en el momento en que han dejado de jugar en la segunda o tercera división del rock para realizar alguna colaboración con Enrique Bunbury. Podríamos hacer una larga lista de gente a la que le ha pasado esto en la que destacarían nombres como Las Novias, Shuarma, Morti, Carlos Ann, Copi Corellano y un largo etcétera de músicos que, sin pretender poner en duda su talento ni sus capacidades artísticas (Dios me libre), nadie tendrá el valor de negarme que sin el paso de Enrique Bunbury por sus vidas hoy en día quizás ni yo ni nadie estaría hablando sobre ellos. El último ejemplo de este tipo de fenómeno es el del grupo barcelonés Suite. Hasta que Bunbury no diera por finalizada su etapa con el Huracán Ambulante y reclutara para su nueva formación a Álvaro Suite y Robert Castellanos, dos miembros del grupo Suite, muy poca gente había oído hablar de ellos a pesar de llevar en activo desde el año 2002. Hoy en día me atrevería a decir que ya son pocos los fans del que fuera líder de Héroes del Silencio que no han investigado sobre las carreras musicales de los nuevos compañeros de viaje de su ídolo y que, por consiguiente, no conocen, han escuchado y son fans a muerte de Suite y de su disco de debut publicado en el año 2007 bajo el título de “Piezas contentas”.
En efecto, yo también he investigado sobre el grupo y he escuchado su trabajo (sino no estaría escribiendo esta reseña), pero quiero dejar claro que no lo he hecho porque me sienta atraído por cualquier cosa que huela o tenga relación con Enrique Bunbury y lo que le rodea. En absoluto. Lo he hecho porque, casualmente, hace unos meses tuve el enorme placer de compartir escenario e incluso amplificador con Robert Gómez, el guitarrista principal de Suite, durante una velada de rock and roll celebrada en la localidad tarraconense de Torredembarra donde su nueva banda, The Leonardos, y la mía, The Rebel Band, tocamos juntos en el mismo local. Durante toda la actuación de The Leonardos quedé tan impresionado con el estilo y la técnica en las seis cuerdas de su guitarrista, que quise conocer sus trabajos discográficos anteriores dando así con este “Piezas contentas” de Suite que a continuación pasaré a reseñar.
Pese a ser el disco de un grupo español que canta en castellano, podríamos decir que “Piezas contentas” es un disco de rock and roll con claras influencias del rock británico de los años setenta. Incluso diría que en determinados fragmentos el disco tiene un acentuado aire glam-rock que claramente recuerda a artistas como David Bowie o los T-Rex de Marc Bolan. Ocurre esto en temas como por ejemplo “Duque detalle”, “Fiebre de amor” o “Virginie”. La verdad es que la voz de Álvaro Suite ayuda bastante a la hora de encontrar este tipo de similitudes, pero no es únicamente la voz lo que recuerda a los sonidos de aquellos tiempo, son también la ambigüedad de las letras, la forma de hacer los coros y las propias melodías de las canciones lo que a cualquier persona mínimamente formada en lo que es la historia del rock de la década de los setenta le hará llegar a esta misma conclusión.
En cuanto a la instrumentación, todos y cada uno de los integrantes de la banda son unos verdaderos maestros en sus respectivos instrumentos. El mismo Álvaro en la guitarra, Robert Castellanos en el bajo, Luis “Animal” Bestard en la batería y muy especialmente el anteriormente mencionado Robert “Revolbert” Gómez en la guitarra principal, conforman una banda impecable que no ocupa en el panorama musical español el lugar que su talento merecería. Desde mi modesta opinión y conociendo diferentes facetas suyas como músico, creo que Robert Gómez es uno de los guitarristas más versátiles de este país. Lo mismo le da interpretar unos “riffs” afilados al más puro estilo Keith Richards, que marcarse unos punteos alienígenas a lo Mike Ronson, que tocar blues como el que lleva a cabo con otra de sus bandas llamada Lone Rhino Club, que tocar punk-rock garajero como el que hace con The Leonardos, porque todos ellos los ejecuta con una grandísima clase.
Es una lástima que “Piezas contentas” no tuviera la campaña promocional ni de distribución que se merece por la calidad de su contenido. Actualmente es un disco que no se encuentra en las tiendas pero que afortunadamente se puede conseguir a través de Internet mediante procedimientos más o menos ortodoxos. Además, puesto que hoy por hoy Álvaro Suite y Robert Castellanos se encuentran inmersos con una dedicación de prácticamente el 100% en su carrera como músicos de apoyo de Enrique Bunbury, es más que probable que en mucho tiempo no volvamos a ver un disco de Suite en el mercado si es que esto se llega a producir alguna vez. Pero es lo que tiene ser un anónimo y que de la noche a la mañana llame a tu puerta una de las máximas estrellas de la música nacional, que como decía el bolero: “Si tú me dices ven lo dejo todo”.
En efecto, yo también he investigado sobre el grupo y he escuchado su trabajo (sino no estaría escribiendo esta reseña), pero quiero dejar claro que no lo he hecho porque me sienta atraído por cualquier cosa que huela o tenga relación con Enrique Bunbury y lo que le rodea. En absoluto. Lo he hecho porque, casualmente, hace unos meses tuve el enorme placer de compartir escenario e incluso amplificador con Robert Gómez, el guitarrista principal de Suite, durante una velada de rock and roll celebrada en la localidad tarraconense de Torredembarra donde su nueva banda, The Leonardos, y la mía, The Rebel Band, tocamos juntos en el mismo local. Durante toda la actuación de The Leonardos quedé tan impresionado con el estilo y la técnica en las seis cuerdas de su guitarrista, que quise conocer sus trabajos discográficos anteriores dando así con este “Piezas contentas” de Suite que a continuación pasaré a reseñar.
Pese a ser el disco de un grupo español que canta en castellano, podríamos decir que “Piezas contentas” es un disco de rock and roll con claras influencias del rock británico de los años setenta. Incluso diría que en determinados fragmentos el disco tiene un acentuado aire glam-rock que claramente recuerda a artistas como David Bowie o los T-Rex de Marc Bolan. Ocurre esto en temas como por ejemplo “Duque detalle”, “Fiebre de amor” o “Virginie”. La verdad es que la voz de Álvaro Suite ayuda bastante a la hora de encontrar este tipo de similitudes, pero no es únicamente la voz lo que recuerda a los sonidos de aquellos tiempo, son también la ambigüedad de las letras, la forma de hacer los coros y las propias melodías de las canciones lo que a cualquier persona mínimamente formada en lo que es la historia del rock de la década de los setenta le hará llegar a esta misma conclusión.
En cuanto a la instrumentación, todos y cada uno de los integrantes de la banda son unos verdaderos maestros en sus respectivos instrumentos. El mismo Álvaro en la guitarra, Robert Castellanos en el bajo, Luis “Animal” Bestard en la batería y muy especialmente el anteriormente mencionado Robert “Revolbert” Gómez en la guitarra principal, conforman una banda impecable que no ocupa en el panorama musical español el lugar que su talento merecería. Desde mi modesta opinión y conociendo diferentes facetas suyas como músico, creo que Robert Gómez es uno de los guitarristas más versátiles de este país. Lo mismo le da interpretar unos “riffs” afilados al más puro estilo Keith Richards, que marcarse unos punteos alienígenas a lo Mike Ronson, que tocar blues como el que lleva a cabo con otra de sus bandas llamada Lone Rhino Club, que tocar punk-rock garajero como el que hace con The Leonardos, porque todos ellos los ejecuta con una grandísima clase.
Es una lástima que “Piezas contentas” no tuviera la campaña promocional ni de distribución que se merece por la calidad de su contenido. Actualmente es un disco que no se encuentra en las tiendas pero que afortunadamente se puede conseguir a través de Internet mediante procedimientos más o menos ortodoxos. Además, puesto que hoy por hoy Álvaro Suite y Robert Castellanos se encuentran inmersos con una dedicación de prácticamente el 100% en su carrera como músicos de apoyo de Enrique Bunbury, es más que probable que en mucho tiempo no volvamos a ver un disco de Suite en el mercado si es que esto se llega a producir alguna vez. Pero es lo que tiene ser un anónimo y que de la noche a la mañana llame a tu puerta una de las máximas estrellas de la música nacional, que como decía el bolero: “Si tú me dices ven lo dejo todo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario