Como diría nuestro amigo Juanca, me llena de orgullo y satisfacción volver a mi actividad bloguera después de tanto tiempo reseñando el blog que os voy a presentar a continuación. Se trata de un blog que he descubierto hace relativamente poco pero al cual me estoy empezando a enganchar. Su nombre es “Kuinetes” y podéis encontrarlo accediendo a la siguiente dirección de Internet: http://www.kuinetes.com
Su propia autora explica que, en catalán, “fer cuinetes” es la manera cariñosa de decir que juegas a cocinar, vamos, lo que en castellano vendría a ser “hacer de cocinitas”. Y es de eso precisamente de lo que trata este blog, del placer que supone desarrollar una de las disciplinas artísticas más agradecidas del mundo: Cocinar. Pero “Kuinetes” no es sólo un recetario “on-line” como los miles de millones que existen hoy en día en Internet. “Kuinetes” es un blog de cocina donde (obviamente) se recopilan, explican y desarrollan diferentes recetas de lo más variadas y sofisticadas, pero donde también se escriben artículos sobre alimentación, gastronomía de todo el mundo, vinos, cervezas, herramientas, utensilios y, en definitiva, sobre cualquier tema que tenga que ver con la cocina. No en vano, la propia definición que acompaña al titulo del blog dice que “Kuinetes” es un blog de cocina para aquellos amantes de los fogones que desean encontrar un sitio con recetas y reflexiones sobre gastronomía.
Personalmente, lo que más me gusta de “Kuinetes” no es sólo la información que aporta. Aprender a preparar un bizcocho con naranja y mango confitado está muy bien, pero para mí lo mejor de todo es la forma como su autora transmite la información y su conocimiento a los lectores. Lejos de pretender sentar cátedra con comentarios sesudos, pedantes o meramente didácticos, la redacción de “Kuinetes” es distendida, agradable y simpática, sin dejar por ello de ser rigurosa y fiable. De esta forma consigue que incluso lo más difícil parezca fácil. Además, todas las recetas publicadas vienen convenientemente ilustradas con fotografías realizadas por la misma autora del blog con todos los pasos a seguir para poder llevarlas a cabo. He de decir que dichas fotos provocan en el lector (a mí por lo menos) unas ganas terribles de ponerse manos a la obra para intentar reproducir lo mismo en casa.
Como viene siendo habitual en todos los blogs que he reseñado hasta el momento, “Kuinetes” también tiene su cuenta de Twitter asociada (@Kuinetes) a través de la cual uno puede estar al corriente de las nuevas publicaciones del blog, bastante periódicas y constantes, por cierto.
Para concluir simplemente diré que, sin duda alguna, “Kuinetes” es un blog muy a tener en cuenta para todos aquellos que deseen comenzar a hacer grandes cosas en la cocina. Yo prometo hacerlo en breve.
Kuinetes: http://www.kuinetes.com
Después de dos años y medio ejerciendo de guitarrista rítmico en el grupo de rock The Rebel Band, desde aquí me gustaría anunciar que definitivamente he abandonado el barco. Han sido dos años y medio de ensayos con constantes cambios de horario, de local, de repertorio, de estilo musical e incluso de formación. Dos años y medio en los que únicamente hemos ofrecido cuatro actuaciones en directo y en los que, no sólo no hemos compuesto absolutamente ningún tema propio, sino que únicamente hemos podido mal grabar dos versiones de Fito & Fitipaldis, una de Los Rebeldes y otra de U2. Además, en todo este tiempo sufrimos la marcha a Canarias de nuestro querido batería original Luismi, incorporamos a Paco como su substituto, y vimos como un tal “Jhonn Flaming” se nos metía hasta la cocina del grupo haciendo las labores de vocalista, compositor y “frontman” absoluto para que, después de darle la vuelta a la banda como si de un calcetín recién sacado de la lavadora se tratase, nos abandonara por vete tú a saber qué ida de cabeza. Todo esto (que no es poco), sumado a la falta de interés que despertaba en mí el tocar rockabilly como tercer guitarrista de una banda en la que siempre he pintado menos que la U.G.T. con Franco, y a un enfrentamiento absurdo que tuve con el líder y jefe supremo de la formación, hizo que finalmente me decidiera por abandonar un grupo del que nunca me he llegado a sentir parte y con el que ensayaba como el que va al gimnasio para no perder la forma. Si tengo que ser sincero sólo siento haber tomado esta decisión por haber supuesto también la pérdida de contacto directo con el maestro Pineda al que le tengo un gran aprecio y del cual he aprendido muchísimo, pero por todo lo demás, he de decir que me he quedado más a gusto que un arbusto.