Posiblemente “Senderos de traición” sea el disco más importante de la discografía de Héroes del Silencio. Aunque musicalmente quizás no sea un álbum perfecto debido a la todavía juventud del grupo, de lo que no cabe ninguna duda es de que “Senderos de traición” marcó un antes y un después en la carrera profesional de la banda zaragozana, siendo el disco que consagraría al grupo como la banda de rock más importante e internacional de la historia de la música española.
Tras la publicación de “El mar no cesa” y después de ver los resultados obtenidos en la producción de éste, Héroes del Silencio se plantearon seriamente un cambio de productor para la grabación de su segundo LP. El grupo quería que aquel que fuera a producir su siguiente disco necesariamente tenía que haberles visto tocar en directo y haber captado la verdadera esencia del grupo antes de meterse con ellos en un estudio de grabación. Fue en plena gira de promoción de “El mar no cesa”, después de un concierto celebrado en Agosto en la localidad zaragozana de Calatayud, cuando el manager de Héroes del Silencio les presentó a Phil Manzanera, ex-guitarrista del grupo de rock progresivo Roxy Music, el cual había sido invitado para conocer al grupo de cara a convertirse en su nuevo productor. En ese primer encuentro Héroes del Silencio congeniaron tan bien con Phil Manzanera que ambas partes decidieron iniciar la grabación del nuevo álbum en cuanto finalizase la gira de "El mar no cesa".
Durante los meses de Septiembre y Octubre de ese mismo año, Héroes del Silencio y Phil Manzanera se encerraron en los estudios Kirios de Madrid y posteriormente en los estudios London Metropolis de Londres para dar forma al que sería su segundo larga duración. Durante todo el proceso de grabación del disco, Phil Manzanera trabajó de forma totalmente opuesta a como había trabajado hasta el momento Gustavo Montesano, dejando total libertad en las decisiones al propio grupo y realizando la grabación de la forma más directa posible sin arreglos innecesarios. Entre los cambios más significativos introducidos por Phil Manzanera destacaron la grabación simultánea del bajo y la batería con el fin de captar mejor el dinamismo y el “feeling” de una banda en directo, así como la supresión de los sonidos de teclado que Héroes del Silencio jamás utilizaba en sus conciertos.
El resultado final fue un disco titulado “Senderos de traición” en honor a la película del director francés Costa Gavras “El sendero de la traición”, formado por una colección de canciones entre las cuales se encontraban algunas de las que pronto se convertirían en himnos de la banda y del rock español. De entre todas ellas destacan por encima de las demás “Entre dos tierras” y “Maldito duende”, aunque temas como “La carta”, “Oración”, “Con nombre de guerra” o “Decadencia”, con el tiempo también recibirían el “status” de clásicos de la banda. Algunas como “El cuadro” o “Decadencia” eran canciones muy antiguas que se acabaron de reestructurar dentro del mismo estudio de grabación, siendo adaptadas al estilo y al sonido que el grupo tenía en ese momento. Otras como “Con nombre de guerra” fueron compuestas en el mismo estudio de grabación, algo que continuarían haciendo años después.
Con “Senderos de traición” Héroes del Silencio quedan plenamente satisfechos. Por primera vez consiguen grabar un disco que mostrara realmente lo que ellos eran: una auténtica banda de rock & roll. La voz de Enrique Bunbury adquiere esos tonos graves y profundos que le acompañarían durante toda su trayectoria en Héroes del Silencio, y la guitarra de Juan Valdivia se aleja cada vez más del sonido pop para aproximarse mucho más al hard rock. No en vano, tanto para la grabación del disco como para la posterior gira, Juan Valdivia abandonaría la Fender Stratocaster para usar diferentes modelos de Gibson Les Paul, un tipo de guitarras cuyo sonido es mucho más denso que el de las Stratocaster. Aún así, en "Senderos de traición" continúan predominando esos arpegios tan característicos de Juan Valdivia basados en la utilización de efectos chorus sin demasiada distorsión.
Por lo que respecta a las letras y su temática, éstas siguen estando cargadas de dudas, enigmas y mensajes ambiguos, entre los que se pueden llegar a deducir alguna alusión a las drogas y a los efectos de su consumo, al amor, al sexo, a la tristeza e incluso a la prensa, muy crítica con ellos desde un principio.
Con “Senderos de traición” Héroes del Silencio alcanzarían definitivamente el éxito, no sólo nacional sino también internacional. A partir de su publicación comenzarían a abrírseles las puertas de algunos países de Europa como Alemania, Bélgica, Suiza, Francia o Italia, algo que nunca había ocurrido con un grupo de rock español que cantara en castellano.
Tras la publicación de “El mar no cesa” y después de ver los resultados obtenidos en la producción de éste, Héroes del Silencio se plantearon seriamente un cambio de productor para la grabación de su segundo LP. El grupo quería que aquel que fuera a producir su siguiente disco necesariamente tenía que haberles visto tocar en directo y haber captado la verdadera esencia del grupo antes de meterse con ellos en un estudio de grabación. Fue en plena gira de promoción de “El mar no cesa”, después de un concierto celebrado en Agosto en la localidad zaragozana de Calatayud, cuando el manager de Héroes del Silencio les presentó a Phil Manzanera, ex-guitarrista del grupo de rock progresivo Roxy Music, el cual había sido invitado para conocer al grupo de cara a convertirse en su nuevo productor. En ese primer encuentro Héroes del Silencio congeniaron tan bien con Phil Manzanera que ambas partes decidieron iniciar la grabación del nuevo álbum en cuanto finalizase la gira de "El mar no cesa".
Durante los meses de Septiembre y Octubre de ese mismo año, Héroes del Silencio y Phil Manzanera se encerraron en los estudios Kirios de Madrid y posteriormente en los estudios London Metropolis de Londres para dar forma al que sería su segundo larga duración. Durante todo el proceso de grabación del disco, Phil Manzanera trabajó de forma totalmente opuesta a como había trabajado hasta el momento Gustavo Montesano, dejando total libertad en las decisiones al propio grupo y realizando la grabación de la forma más directa posible sin arreglos innecesarios. Entre los cambios más significativos introducidos por Phil Manzanera destacaron la grabación simultánea del bajo y la batería con el fin de captar mejor el dinamismo y el “feeling” de una banda en directo, así como la supresión de los sonidos de teclado que Héroes del Silencio jamás utilizaba en sus conciertos.
El resultado final fue un disco titulado “Senderos de traición” en honor a la película del director francés Costa Gavras “El sendero de la traición”, formado por una colección de canciones entre las cuales se encontraban algunas de las que pronto se convertirían en himnos de la banda y del rock español. De entre todas ellas destacan por encima de las demás “Entre dos tierras” y “Maldito duende”, aunque temas como “La carta”, “Oración”, “Con nombre de guerra” o “Decadencia”, con el tiempo también recibirían el “status” de clásicos de la banda. Algunas como “El cuadro” o “Decadencia” eran canciones muy antiguas que se acabaron de reestructurar dentro del mismo estudio de grabación, siendo adaptadas al estilo y al sonido que el grupo tenía en ese momento. Otras como “Con nombre de guerra” fueron compuestas en el mismo estudio de grabación, algo que continuarían haciendo años después.
Con “Senderos de traición” Héroes del Silencio quedan plenamente satisfechos. Por primera vez consiguen grabar un disco que mostrara realmente lo que ellos eran: una auténtica banda de rock & roll. La voz de Enrique Bunbury adquiere esos tonos graves y profundos que le acompañarían durante toda su trayectoria en Héroes del Silencio, y la guitarra de Juan Valdivia se aleja cada vez más del sonido pop para aproximarse mucho más al hard rock. No en vano, tanto para la grabación del disco como para la posterior gira, Juan Valdivia abandonaría la Fender Stratocaster para usar diferentes modelos de Gibson Les Paul, un tipo de guitarras cuyo sonido es mucho más denso que el de las Stratocaster. Aún así, en "Senderos de traición" continúan predominando esos arpegios tan característicos de Juan Valdivia basados en la utilización de efectos chorus sin demasiada distorsión.
Por lo que respecta a las letras y su temática, éstas siguen estando cargadas de dudas, enigmas y mensajes ambiguos, entre los que se pueden llegar a deducir alguna alusión a las drogas y a los efectos de su consumo, al amor, al sexo, a la tristeza e incluso a la prensa, muy crítica con ellos desde un principio.
Con “Senderos de traición” Héroes del Silencio alcanzarían definitivamente el éxito, no sólo nacional sino también internacional. A partir de su publicación comenzarían a abrírseles las puertas de algunos países de Europa como Alemania, Bélgica, Suiza, Francia o Italia, algo que nunca había ocurrido con un grupo de rock español que cantara en castellano.
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Foto de portada LP: Javier Clos
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