lunes, 15 de septiembre de 2008

Expo Zaragoza 2008

Entre los días 14 de Junio y 14 de Septiembre de 2008, tras ser elegida el día 16 de Diciembre de 2004 por la Oficina Internacional de Exposiciones (Bureau International des Expositions), la ciudad de Zaragoza acogió la Exposición Internacional “Expo 2008”. Las Exposiciones Internacionales se celebran durante tres meses en una superficie máxima de 25 hectáreas y abordan una temática específica. Se diferencian de las Exposiciones Universales en que, estas últimas, tienen una duración de seis meses, se celebran en recintos sin límite de superficie y tratan una temática más general. Como ejemplo claro de Exposición Universal tenemos la celebrada en Sevilla durante el año 1992. En el caso de la “Expo Zaragoza 2008”, el recito que albergó la exposición fue construido a la orilla del río Ebro, sobre los terrenos ubicados en el denominado meandro de Ranillas, y la temática elegida fue “Agua y Desarrollo Sostenible”.

Si he de ser sincero no tenía intención de asistir a la “Expo 2008” porque a mí todo esto de las exposiciones me parece simplemente una maniobra encubierta de especulación inmobiliaria, pero finalmente lo hice. El hecho de encontrarme en tierras aragonesas durante mis vacaciones, disponer de dos entradas que sus propietarios no iban a gastar, y tener un amigo en Zaragoza que no había ido todavía y que me ofrecía alojamiento en su casa, hizo que los días 26 y 28 de Agosto me animara a visitar la famosa “Expo del Agua” que tanto había dado que hablar en los últimos años. A continuación me gustaría comentar un poco por encima los aspectos más destacables de mi visita y las sensaciones que me transmitió toda la exposición en sí.



• El recinto

Lo que primero llamaba la atención cuando uno visitaba el recinto “Expo” era el propio recinto. Cualquiera que conozca un poco la ciudad sabrá que Zaragoza, arquitectónicamente hablando, es una ciudad tirando a clásica. Los edificios más emblemáticos de la capital aragonesa son edificios como la Basílica del Pilar, la Catedral de la Seo, el Teatro Principal, el Palacio de la Alfajería o incluso las murallas romanas de la antigua ciudad de Caesar Augusta, todos ellos prácticamente monumentos históricos. Llegar de repente al recinto de la “Expo” y ver construcciones como la Torre del Agua, el Pabellón Puente, el Palacio de Congresos, el Puente del Tercer Milenio, el Acuario Fluvial o el Pabellón de Aragón, todos ellos edificios ultramodernos, resulta cuanto menos chocante para los que estamos acostumbrados a visitar en Zaragoza construcciones de no menos de tres siglos de antigüedad. En general la disposición de los diferentes pabellones y la modernidad y la originalidad de edificios, plazas, avenidas y espacios, a mí personalmente fue de las cosas que más me gustaron de toda la “Expo”.



• La temática

Este puede que sea uno de los puntos más críticos de la “Expo Zaragoza 2008”. Habíamos quedado en que la temática era la de “Agua y Desarrollo Sostenible” ¿no? Pues bien, en los pabellones temáticos como “El Faro”, “Oikos”, “Ciudades de Agua”, “La Sed”, “Agua Extrema”, etc. realmente sí se tomaron en serio el tema. En sus diferentes audiovisuales y recorridos se trataban todos y cada uno de los problemas de este mundo con respecto a la escasez y el desperdicio del agua, así como los beneficios ecológicos que supone para el planeta la utilización de energías renovables.

Además de todos los pabellones destinados únicamente a divulgar y concienciar sobre el buen uso del agua, en pabellones de países como por ejemplo Holanda, Alemania, México, algunos sudamericanos o la misma España, también se esforzaron por explicar a través de sus montajes audiovisuales las medidas de ahorro de agua y la inversión de fondos en investigación llevadas a cabo por sus correspondientes gobiernos en este ámbito. Por el contrario, otros países como la mayoría de los africanos y algunos asiáticos como Vietnam, Nepal o Pakistán, le echaron un rostro impresionante al asunto y se tomaron aquello como un negocio más que como una forma de exponer sus problemas. Tanto es así que el olor a Kebhab y los puestos de venta de pulseras, collares, artesanía y requincalla de lo más vulgar a la vez que hortera, predominaban por encima de los paneles informativos o las proyecciones de diapositivas sobre sus sequías, desiertos o inundaciones de sobras conocidas por todo el mundo. Eso por no hablar de países como por ejemplo Suecia, que en su pabellón nos presentó una colección de sábanas de Ikea, un Volvo desmontado y un reno disecado no sé muy bien a cuento de qué; China, que se limitó a anunciar a bombo y platillo que la “Expo 2010” se celebra en Shangai; o Andorra, que informó al que no lo supiera que en sus montañas hay unas estaciones de esquí cojonudas. Considero que si no se tenía nada que aportar a la temática de la exposición hubiera sido preferible no ir como han hecho Estados Unidos o Gran Bretaña antes que ir a montar un chiringuito más propio de la Feria del Turismo o de cualquier mercadillo semanal que de la “Expo del Agua y el Desarrollo Sostenible”



• Los espectáculos

Además de los propios recorridos por algunos pabellones como el de Marruecos, el de Turquía o el de las Islas del Caribe, ya de por sí un espectáculo para la vista, otro de los atractivos de la “Expo” de Zaragoza fue la celebración de diversos espectáculos audiovisuales y musicales que tuvieron lugar en el recinto. Algunos de estos espectáculos estaban organizados puntualmente en las diferentes plazas y en los pabellones de algunos países, pero otros eran de carácter diario y estaban englobados dentro del programa de actos de la “Expo”. La Cabalgata del Circo del Sol con su espectáculo “El Despertar de la Serpiente”, el montaje audiovisual nocturno del “Iceberg” y la representación de “El Hombre Vertiente” fueron los tres espectáculos principales de la exposición. Lamentablemente sólo tuve ocasión de presenciar los dos primeros, ambos al aire libre, y realmente he de decir que fue de lo más atractivo que pude ver en la “Expo”. En el caso de “El Hombre Vertiente”, podría decirse que hubiera sido más fácil ver a Federico Jiménez Losantos en el pabellón de Cataluña o en el de Euskadi que tener acceso a dicho espectáculo. El aforo limitado del lugar donde tenía lugar y lo rápidamente que éste se completaba convertían la actuación en solamente apta para muy madrugadores.



• Las colas

Esto ha sido lo que ha matado a la “Expo” y lo que peor propaganda le ha hecho. Era tal el interés de la gente por entrar en pabellones como los de España, Alemania, Kuwait, Japón o el denominado “Agua Extrema”, que estos llegaban a tener colas de entre dos horas y dos horas y media de espera. Si además tenemos en cuenta que Zaragoza entre los meses de Junio y Septiembre es sinónimo de sol, nos encontrábamos ante la situación de que para entrar a ver un montaje audiovisual debíamos pagar el carísimo precio de tener que aguantar dos horas y media de pie y a pleno sol. Me va a perdonar todo el mundo pero para mí ningún montaje audiovisual, por mucho que sea en 4D, te monten en una barca o te muevan la butaca y te echen un chorro de agua a la cara simulando un Tsunami, no vale tanto la pena como para tener que esperar dos horas y media al sol y menos cuando uno tiene la intención de ver lo máximo posible de la “Expo” en únicamente dos días. Pabellones como los de Aragón, Marruecos, Argelia, Turquía, las Islas del Caribe, Holanda o Croacia prácticamente no tenían colas en sus puertas y su contenido también era interesante, así que en mi visita preferí perderme los pabellones más solicitados y ver todos los demás.



• La organización

Un diez para ella. La fácil llegada en transporte público desde cualquier punto de la ciudad, la plantilla de voluntarios y su amabilidad y predisposición a la hora de ayudar a los visitantes, el sistema de pases rápidos para determinados pabellones y espectáculos, la limpieza absoluta del recinto, la enorme cantidad de servicios de hostelería y su variedad de precios, la facilidad de acceso a los lavabos, y la posibilidad de entrar comida y bebida al recinto y por lo tanto de comer sin necesidad de gastar un duro en el recinto (sí, soy catalán), creo que han estado a la altura de las expectativas.



• Acuario Fluvial

Una de las cosas por las que realmente sí valía la pena hacer cola era el Acuario Fluvial. Por el momento, el de la “Expo Zaragoza 2008” es el acuario de agua dulce más grande de Europa, y digo es porque éste va a permanecer en Zaragoza una vez concluida la exposición. En su visita uno puede disfrutar de todo tipo de fauna animal que habita en cinco ríos de los cinco continentes del planeta. Así pues, el Ebro de Europa, el Amazonas de América, el Nilo de África, el Mekong de Asia y el Darling Murray de Oceanía, son los ríos que han exportado sus peces, cangrejos, tortugas, cocodrilos, caimanes, nutrias y serpientes a los tanques del Acuario Fluvial de la “Expo” de Zaragoza.



• Pabellón de Aragón

Cualquiera que haya visitado la “Expo Zaragoza 2008” y haya entrado en el pabellón de Aragón posiblemente pensará “Qué pocas cosas ha visto este tío para que el pabellón de Aragón sea de lo que más le ha gustado”. Reconozco que el motivo por el cual me gustó (y además me emocionó) la visita al pabellón de Aragón fue algo más sentimental que otra cosa. Además de la estructura del propio edificio que simula la forma de una cesta de mimbre, el pabellón de Aragón constaba de dos partes, una exposición fotográfica con imágenes de todos los pueblos de Aragón, y un vídeo audiovisual dirigido por Carlos Saura en el que se mostraba toda la región aragonesa vista desde el aire y el cual era proyectado en una amplia sala donde se recreaba de forma artificial la cuenca de un río. Ver los ventanales de la Ermita de La Puebla de Híjar en la exposición fotográfica y escuchar en el audiovisual el redoble de palillos y mazas y el retumbar del sonido de la Ruta del Tambor y Bombo del Bajo Aragón Histórico, a mí personalmente me movió el corazón, no tanto por el hecho ver algo que he estado viendo durante treinta años sino por estar viéndolo en una Exposición Internacional que van a ver tantos millones de personas. Es lo que tienen las cosas que se llevan tan adentro.



En mi modesta opinión, creo que esta “Expo Zaragoza 2008” ha sido más un espectáculo visual que una plataforma de concienciación social. La prueba ha estado en que los pabellones más visitados y con más inconvenientes para acceder sin previas tres horas de cola han sido aquellos en los que se ofrecía al público algo novedoso o espectacular más que los que realmente transmitían un mensaje sobre la problemática de la escasez de agua en el mundo. Pero bueno, si por lo menos sirve para que a los zaragozanos les hayan habilitado zonas hasta el momento muertas o dejadas de la mano de Dios y para poner a Zaragoza en el mapa del mundo de los Congresos, pues bienvenida sea la “Expo del Agua”. A ver cuando organizan la “Expo del Vino” y me sacaré el abono de temporada.

Página web: http://www.expozaragoza2008.es

1 comentario:

Anónimo dijo...

BUAAAAAAAAAAA BUAAAAAAAAAAAAAA
Que triste estoyyyyyyyyyy !!!!!
Se acabo la Expo. jajajaja.

Lo he leido como te dije eeh!!!

Saludos.

Torio