El mal tiempo no consiguió aguar la fiesta del año
Eran las doce del medio día del sábado 13 de Febrero cuando la expedición catalana formada por Miércoles bien y un grupo de diecisiete amigos e incondicionales de la banda partía de la estación central de autobuses de Málaga hacia el término municipal de Almayate, lugar donde iba a celebrarse la tan esperada primera edición del festival alternativo “Almayate Rock & Roll Circus”. La noche anterior, Rubén de Miércoles bien y Saúl Miranda (guitarrista y líder de Perro Chico y los Perros Calientes) se habían reunido en la legendaria bodega “El Pimpi” de la capital malagueña para acabar de concretar los últimos detalles y horarios del evento del día siguiente. Con un frío helador y una lluvia suave pero incesante, a la una del medio día el autobús de la delegación de Barcelona llegaba al lugar de encuentro acordado, y a los pocos minutos pasaban a recogerles el propio Saúl y Juan Ramón, segundo guitarrista de Perro Chico y los Perros Calientes y propietario del lugar donde iba a desarrollarse el festival: El mítico Raymond's Palace.
En el Raymond's Palace esperaban el resto de Perro Chico y los Perros Calientes con la sala donde iban a llevarse a cabo las actuaciones ya preparada; una sala completamente insonorizada y perfectamente decorada con las paredes en terciopelo rosa y banderolas de grupos míticos de la historia del rock, a la cual no le faltaba ningún detalle: Dos baterías, dos columnas de voces, un bajo, dos teclados, una amplia variedad de guitarras e incluso dos cámaras de vídeo, una mesa de mezclas y un equipo de grabación con el que iba a ser registrado todo el “Almayate Rock & Roll Circus”. Fue una verdadera lástima que las cerca de setenta personas invitadas a la fiesta no pudieran aprovechar plenamente todo el espacio disponible en el Raymond's Palace debido a las condiciones meteorológicas adversas que afectaron al sur de la península durante toda la semana, pero gracias a la buena voluntad y a la impecable organización de Saúl y Juan Ramón, todos los planes siguieron su curso con total normalidad y los asistentes, procedentes de todos los rincones de la provincia de Málaga, de Barcelona, de Madrid e incluso de Santander, difrutaron de un agradable y abundante almuerzo.
Sobre las cuatro y media de la tarde, Rubén de Miércoles bien subía al escenario para dar la bienvenida a todos los asistentes al “Almayate Rock & Roll Circus” y presentar la actuación de Las Luciérnagas, un grupo compuesto por Cristina Gallego (guitarra principal y voz), Jimena Vera (trompeta), Elena Florido (guitarra rítmica), Paloma Muñoz (bajo) y Carmen Ríos y Alejandra Albarracín (baterías), todas ellas disfrazadas para la ocasión aprovechando la celebración del Carnaval. Las Luciérnagas debutaban en directo en el “Almayate Rock & Roll Circus” y en su primer concierto desplegaron un original repertorio envuelto en aires rock de la década de los sesenta. Con temas como “Paint it black” de The Rolling Stones o la versión de “Miserlou” de Dick Dale and his Del Tones perteneciente a la banda sonora de “Pulp Fiction” entre otros, combinados con una adaptación rock preciosa del tema clásico mexicano “Malagueña salerosa” o una performance de malabarismo, luz y sonido llevado a cabo por Jimena Vera, Las Luciérnagas realizaron una magnífica y original actuación, dejando claro que es un grupo muy a tener en cuenta a corto-medio plazo.
Tras unos instantes de decanso, cambio de instrumentos y pruebas y sonido, fueron Miércoles bien los que ocuparon el escenario. El del “Almayate Rock & Roll Circus” fue el segundo concierto de la carrera del grupo pero el primero de su bajista Carlos Núñez, el cual no pudo estar presente en el debut de la banda en Barcelona. Para esta ocasión, Miércoles bien habían preparado todos los temas de su repertorio clásico con dos nuevas y prácticamente improvisadas incorporaciones: un fragmento de “Hay que venir al sur” de Rafaella Carrá que hizo de puente en el medley compuesto por “Funkytown” y “99 red balloons”, y el tema “Quiero besarte” del grupo hispanoargentino Tequila! con el cual cerraron su actuación; una actuación que fue especialmente dedicada a Saúl y Juan Ramón de Perro Chico y los Perros Calientes por la organización del festival, y a Cristina Membrado, amiga de Miércoles bien y gran responsable del nacimiento del grupo.
Eran las seis y media de la tarde cuando Rafa (Perro Chiguagua) y Adri (Perro Peluca) se sentaban en los taburetes de sus respectivas baterías y comenzaban a marcar un ritmo vertiginoso y perfectamente compenetrado, al cual se le iban añadiendo de forma paulatina los efectos de sintetizador de Agu (Perro Toy) y las guitarras eléctricas de Juan Ramón (Perro Viejo) y Saúl (Perro Chico). Es complicado redactar el desarrollo de un concierto de Perro Chico y los Perros Calientes puesto que su repertorio se compone de unas suites instrumentales larguísimas ejecutadas de forma espectacular, y con una variación constante de ritmos, melodías y estilos musicales. Entre las piezas que se pueden disfrtuar en el set-list de Perro Chico y los Perros Calientes destacan algunos fragmentos arreglados y hechos propios de “Concierto de Aranjuez” del Maestro Rodrigo, bandas sonoras de “El bueno, el feo y el malo” y “El último Mohicano” (donde Perro Chico toca el bajo eléctrico y Perro Chiguagua la viola), “I'm the slime” de Frank Zappa, “Johnny B. Goode” de Chuck Berry o “Billy Jean” de Michael Jackson; todo ello interpretado en clave de rock sinfónico, funky, jazz y psicodelia pura.
Pero Perro Chico y los Perros Calientes no sólo son un grupo de música y un ejemplo de precisión instrumental, también son un claro exponente del humor andaluz. Entre los temas propios del grupo figuran una ficticia salida del armario narrada en la letra de “El niño mariquita” y una lección de sexología básica impartida a través de “Ale-manita”. Además, entre canción y canción, Saúl y Juan Ramón emulan conversaciones telefónicas de lo más ingeniosas que les sirven para presentar los siguientes temas, que perfectamente pueden ser versiones de bandas sonoras de dibujos animados como “Oliver y Benji”, “Los Diminutos” o “Don Quijote de la Mancha”.
Con la brillante actuación de Perro Chico y los Perros Calientes se llegó al final del “Almayate Rock & Roll Circus”, un evento que surgió de la nada pero que dejó a todos los asistentes y músicos participantes un agradable sabor de boca. Tanto es así que nada más finalizar la fiesta ya se llegó al compromiso de intentar hacer lo posible para que éste se convierta en un acontecimiento anual como ocurre con los principales festivales musicales que tienen lugar en nuestro país. Esperemos que así sea.
Eran las doce del medio día del sábado 13 de Febrero cuando la expedición catalana formada por Miércoles bien y un grupo de diecisiete amigos e incondicionales de la banda partía de la estación central de autobuses de Málaga hacia el término municipal de Almayate, lugar donde iba a celebrarse la tan esperada primera edición del festival alternativo “Almayate Rock & Roll Circus”. La noche anterior, Rubén de Miércoles bien y Saúl Miranda (guitarrista y líder de Perro Chico y los Perros Calientes) se habían reunido en la legendaria bodega “El Pimpi” de la capital malagueña para acabar de concretar los últimos detalles y horarios del evento del día siguiente. Con un frío helador y una lluvia suave pero incesante, a la una del medio día el autobús de la delegación de Barcelona llegaba al lugar de encuentro acordado, y a los pocos minutos pasaban a recogerles el propio Saúl y Juan Ramón, segundo guitarrista de Perro Chico y los Perros Calientes y propietario del lugar donde iba a desarrollarse el festival: El mítico Raymond's Palace.
En el Raymond's Palace esperaban el resto de Perro Chico y los Perros Calientes con la sala donde iban a llevarse a cabo las actuaciones ya preparada; una sala completamente insonorizada y perfectamente decorada con las paredes en terciopelo rosa y banderolas de grupos míticos de la historia del rock, a la cual no le faltaba ningún detalle: Dos baterías, dos columnas de voces, un bajo, dos teclados, una amplia variedad de guitarras e incluso dos cámaras de vídeo, una mesa de mezclas y un equipo de grabación con el que iba a ser registrado todo el “Almayate Rock & Roll Circus”. Fue una verdadera lástima que las cerca de setenta personas invitadas a la fiesta no pudieran aprovechar plenamente todo el espacio disponible en el Raymond's Palace debido a las condiciones meteorológicas adversas que afectaron al sur de la península durante toda la semana, pero gracias a la buena voluntad y a la impecable organización de Saúl y Juan Ramón, todos los planes siguieron su curso con total normalidad y los asistentes, procedentes de todos los rincones de la provincia de Málaga, de Barcelona, de Madrid e incluso de Santander, difrutaron de un agradable y abundante almuerzo.
Sobre las cuatro y media de la tarde, Rubén de Miércoles bien subía al escenario para dar la bienvenida a todos los asistentes al “Almayate Rock & Roll Circus” y presentar la actuación de Las Luciérnagas, un grupo compuesto por Cristina Gallego (guitarra principal y voz), Jimena Vera (trompeta), Elena Florido (guitarra rítmica), Paloma Muñoz (bajo) y Carmen Ríos y Alejandra Albarracín (baterías), todas ellas disfrazadas para la ocasión aprovechando la celebración del Carnaval. Las Luciérnagas debutaban en directo en el “Almayate Rock & Roll Circus” y en su primer concierto desplegaron un original repertorio envuelto en aires rock de la década de los sesenta. Con temas como “Paint it black” de The Rolling Stones o la versión de “Miserlou” de Dick Dale and his Del Tones perteneciente a la banda sonora de “Pulp Fiction” entre otros, combinados con una adaptación rock preciosa del tema clásico mexicano “Malagueña salerosa” o una performance de malabarismo, luz y sonido llevado a cabo por Jimena Vera, Las Luciérnagas realizaron una magnífica y original actuación, dejando claro que es un grupo muy a tener en cuenta a corto-medio plazo.
Tras unos instantes de decanso, cambio de instrumentos y pruebas y sonido, fueron Miércoles bien los que ocuparon el escenario. El del “Almayate Rock & Roll Circus” fue el segundo concierto de la carrera del grupo pero el primero de su bajista Carlos Núñez, el cual no pudo estar presente en el debut de la banda en Barcelona. Para esta ocasión, Miércoles bien habían preparado todos los temas de su repertorio clásico con dos nuevas y prácticamente improvisadas incorporaciones: un fragmento de “Hay que venir al sur” de Rafaella Carrá que hizo de puente en el medley compuesto por “Funkytown” y “99 red balloons”, y el tema “Quiero besarte” del grupo hispanoargentino Tequila! con el cual cerraron su actuación; una actuación que fue especialmente dedicada a Saúl y Juan Ramón de Perro Chico y los Perros Calientes por la organización del festival, y a Cristina Membrado, amiga de Miércoles bien y gran responsable del nacimiento del grupo.
Eran las seis y media de la tarde cuando Rafa (Perro Chiguagua) y Adri (Perro Peluca) se sentaban en los taburetes de sus respectivas baterías y comenzaban a marcar un ritmo vertiginoso y perfectamente compenetrado, al cual se le iban añadiendo de forma paulatina los efectos de sintetizador de Agu (Perro Toy) y las guitarras eléctricas de Juan Ramón (Perro Viejo) y Saúl (Perro Chico). Es complicado redactar el desarrollo de un concierto de Perro Chico y los Perros Calientes puesto que su repertorio se compone de unas suites instrumentales larguísimas ejecutadas de forma espectacular, y con una variación constante de ritmos, melodías y estilos musicales. Entre las piezas que se pueden disfrtuar en el set-list de Perro Chico y los Perros Calientes destacan algunos fragmentos arreglados y hechos propios de “Concierto de Aranjuez” del Maestro Rodrigo, bandas sonoras de “El bueno, el feo y el malo” y “El último Mohicano” (donde Perro Chico toca el bajo eléctrico y Perro Chiguagua la viola), “I'm the slime” de Frank Zappa, “Johnny B. Goode” de Chuck Berry o “Billy Jean” de Michael Jackson; todo ello interpretado en clave de rock sinfónico, funky, jazz y psicodelia pura.
Pero Perro Chico y los Perros Calientes no sólo son un grupo de música y un ejemplo de precisión instrumental, también son un claro exponente del humor andaluz. Entre los temas propios del grupo figuran una ficticia salida del armario narrada en la letra de “El niño mariquita” y una lección de sexología básica impartida a través de “Ale-manita”. Además, entre canción y canción, Saúl y Juan Ramón emulan conversaciones telefónicas de lo más ingeniosas que les sirven para presentar los siguientes temas, que perfectamente pueden ser versiones de bandas sonoras de dibujos animados como “Oliver y Benji”, “Los Diminutos” o “Don Quijote de la Mancha”.
Con la brillante actuación de Perro Chico y los Perros Calientes se llegó al final del “Almayate Rock & Roll Circus”, un evento que surgió de la nada pero que dejó a todos los asistentes y músicos participantes un agradable sabor de boca. Tanto es así que nada más finalizar la fiesta ya se llegó al compromiso de intentar hacer lo posible para que éste se convierta en un acontecimiento anual como ocurre con los principales festivales musicales que tienen lugar en nuestro país. Esperemos que así sea.
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