Cuarto disco de estudio de la carrera en solitario de Izzy Stradlin’, el que fuera co–fundador, guitarrista rítmico, compositor y letrista de la banda de rock más grande de todos los tiempos: Guns N’ Roses.
Siguiendo el camino musical iniciado en 1992 con su álbum de debut “Izzy Stradlin and the Juju Hounds” y mantenido en sus posteriores trabajos “117º” y “Ride on”, en “River” nos encontramos nuevamente ante un disco de rock clásico con toques sureños, donde se entremezclan ritmos reagge, líneas de guitarra acústica tocada con “bottleneck” y unos más que aceptables solos de guitarra eléctrica. Además, como ya sucediera en “Ride on” y en la mayoría de los temas de “117º”, el bajo ha sido grabado por Duff McKagan, el ex-Guns N’ Roses y actual Velvet Revolver.
Por lo que respecta a las cualidades vocales de Izzy Stradlin’, decir que lo suyo es escribir canciones más que cantarlas. De todas formas, ese tono de voz grave, roto y en ocasiones susurrante con el que ya se dio a conocer en temas como “Dust n’ bones”, “Double talkin’ jive”, “14 years” y tantos otros de “Use your illusion”, siempre queda bien en este estilo de música.
En cuanto a la guitarra, cualquiera que escuche el disco sin el libreto delante puede llegar a pensar que Izzy Stradlin’ fue un talento desaprovechado ejerciendo únicamente de guitarrista rítmico de un grupo desde 1986 hasta 1991. La guitarra solista que puede escucharse tanto en este disco como en todos los anteriores nada tiene que envidiar a las guitarras solistas de más de un grupo de fama reconocida (evidentemente no es el caso de Slash). La gran decepción viene cuando descubrimos que la guitarra principal no la toca Izzy sino un tal Rick Richards. En principio debería dar lo mismo mientras el resultado final sea óptimo, pero no cabe duda que muchos hubiéramos preferido que fuera el bueno de Izzy quien tocara tan bien.
Resumiendo, “River” es un disco decente, de ese tipo de música que nunca pasa de moda, fácil de digerir para todo buen amante del rock and roll clásico americano, bastante alejado del estilo de Guns N’ Roses y algo corto de duración. A pesar del aprobado justillo que yo le daría, tengo que reconocer que jamás hubiera adquirido este disco ni escrito sobre él si su autor no fuera el mismo que el de “You could be mine” o “Don’t cry” entre otras. Es lo que tiene el haber pasado por grandes bandas, que hagas lo que hagas tu trabajo no pasa inadvertido por vulgar que sea.
Siguiendo el camino musical iniciado en 1992 con su álbum de debut “Izzy Stradlin and the Juju Hounds” y mantenido en sus posteriores trabajos “117º” y “Ride on”, en “River” nos encontramos nuevamente ante un disco de rock clásico con toques sureños, donde se entremezclan ritmos reagge, líneas de guitarra acústica tocada con “bottleneck” y unos más que aceptables solos de guitarra eléctrica. Además, como ya sucediera en “Ride on” y en la mayoría de los temas de “117º”, el bajo ha sido grabado por Duff McKagan, el ex-Guns N’ Roses y actual Velvet Revolver.
Por lo que respecta a las cualidades vocales de Izzy Stradlin’, decir que lo suyo es escribir canciones más que cantarlas. De todas formas, ese tono de voz grave, roto y en ocasiones susurrante con el que ya se dio a conocer en temas como “Dust n’ bones”, “Double talkin’ jive”, “14 years” y tantos otros de “Use your illusion”, siempre queda bien en este estilo de música.
En cuanto a la guitarra, cualquiera que escuche el disco sin el libreto delante puede llegar a pensar que Izzy Stradlin’ fue un talento desaprovechado ejerciendo únicamente de guitarrista rítmico de un grupo desde 1986 hasta 1991. La guitarra solista que puede escucharse tanto en este disco como en todos los anteriores nada tiene que envidiar a las guitarras solistas de más de un grupo de fama reconocida (evidentemente no es el caso de Slash). La gran decepción viene cuando descubrimos que la guitarra principal no la toca Izzy sino un tal Rick Richards. En principio debería dar lo mismo mientras el resultado final sea óptimo, pero no cabe duda que muchos hubiéramos preferido que fuera el bueno de Izzy quien tocara tan bien.
Resumiendo, “River” es un disco decente, de ese tipo de música que nunca pasa de moda, fácil de digerir para todo buen amante del rock and roll clásico americano, bastante alejado del estilo de Guns N’ Roses y algo corto de duración. A pesar del aprobado justillo que yo le daría, tengo que reconocer que jamás hubiera adquirido este disco ni escrito sobre él si su autor no fuera el mismo que el de “You could be mine” o “Don’t cry” entre otras. Es lo que tiene el haber pasado por grandes bandas, que hagas lo que hagas tu trabajo no pasa inadvertido por vulgar que sea.
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