viernes, 31 de octubre de 2008

Enrique Bunbury

No cabe duda de que el artista del mes de Octubre de 2008 ha sido Enrique Bunbury. Durante este mes, el artista aragonés no sólo ha publicado su nuevo trabajo discográfico “Hellville De Luxe” y ha llevado a cabo una serie de conciertos de la gira “Hellville De Tour” que comenzó en Zaragoza el pasado mes de Septiembre, sino que además se ha visto envuelto en una polémica relacionada con un supuesto plagio en los textos de sus canciones, el cual le ha puesto en el punto de mira de toda la prensa musical-sensacionalista de este país. Por todos estos motivos y porque el pasado día 11 de Octubre tuve ocasión de verlo en directo en el Palau Sant Jordi de Barcelona, me gustaría declarar artista del mes de Octubre del blog a Enrique Bunbury.

Como imagino que todo el mundo sabrá, Bunbury alcanzó la fama internacional y se ganó un prestigio en el mundo de la música al frente del grupo de rock Héroes del Silencio. Cuando en 1996 la formación decidió separarse, Enrique Bunbury daría comienzo a una carrera musical en solitario de lo más variopinta e irregular, durante la cual se ha ido reinventando a sí mismo en cada uno de los discos que ha publicado. Hay quien ve en esto una virtud y lo llama versatilidad musical e inquietud artística, sin embargo, a mí me gusta más llamarlo síntoma claro de falta de personalidad, desbarajuste de criterios y perdida continua del norte.

En el año 1997, a rebufo del golpe de timón estilístico sufrido por U2 y del resurgimiento de bandas como The Prodigy, Bunbury se cortó el pelo, se embutió en un mono ajustado y se calzó unas gafas de sol de montura naranja para publicar “Radical Sonora”, un disco que fusionaba rock, música árabe y sonidos electrónicos. En mi opinión, “Radical Sonora” fue infravalorado por la prensa y por muchos de sus seguidores puesto que, a nivel compositivo, no distaba mucho de la esencia de “Avalancha”, su último disco de estudio con Héroes del Silencio. Para la grabación y posterior gira de promoción del álbum le acompañaron su ex-compañero en Héroes del Silencio Alan Boguslavsky en la guitarra eléctrica y tres de los músicos que le acompañarían durante la mayor parte de su carrera en solitario: Copi Corellano en los teclados, Ramón Gacías en la batería y Del Morán en el bajo. Después de llenar estadios con Héroes del Silencio y de vender miles de discos, “Radical Sonora” podría decirse que fue un fracaso estrepitoso, en mi opinión totalmente injustificado, y un disco del cual Bunbury acabaría renegando.

Después del batacazo sufrido con su debut en solitario, había que volver a intentarlo otra vez. En 1999, armado con una buena dosis de humildad, Enrique Bunbury volvía a la actualidad con la publicación de “Pequeño”, un disco en el que esta vez fusionaba estilos tan distantes de los que estaba acostumbrado a hacer como son la música mediterránea, los ritmos porteños y arrabaleros y las fanfarrias de la Europa del Este. Entre otras muchas cosas, en “Pequeño” llamaba la atención la claridad de las letras y la incorporación de violines, trompetas y trombones, aspectos que serían muy característicos durante el resto de su carrera. A la publicación del disco le siguió una larguísima gira promocional por España y Latinoamérica llamada “Pequeño Cabaret Ambulante”. Incomprensiblemente “Pequeño” fue un éxito absoluto y en el año 2000 daría como fruto un disco en directo con el mismo nombre que la gira. Además de un disco en directo, la gira “Pequeño Cabaret Ambulante” también hizo que la banda acompañante de Bunbury, con el guitarrista Rafa Domínguez en substitución de Alan Boguslavsky, se consolidase e incluso se autobautizarse como “El Huracán Ambulante”.

En el año 2002 Enrique Bunbury haría un intento de volver de nuevo al rock pero todo se quedó en eso, en un intento. Ese año salía a la venta “Flamingos”, un álbum hiperproducido en el que se mezclaba el sonido rockero de guitarras eléctricas distorsionadas con el sonido marca de la casa de “El Huracán Ambulante” con sección de cuerdas y viento incluidas, dando como resultado un galimatías sonoro y musical de difícil clasificación y realmente complicado de describir. En la grabación de este disco Bunbury contaría con algunas colaboraciones de lujo como las de Jaime Urrutia, Guille Martín, Adrià Puntí, Shuarma, Morti, Keppa Junkera y un largo etcétera. En los textos se mostraba un Bunbury derrotado, agresivo y autodestructivo a consecuencia de su divorcio con la periodista Nona Rubio. El éxito de este disco dejaba claro que a partir de “Pequeño” cualquier cosa que grabase Bunbury, independientemente de su calidad, iba a ser éxito de ventas asegurado.

Tras una gira de unos ciento cincuenta conciertos por España y Latinoamérica, en el año 2004 fueron tres los proyectos musicales en los que se vería inmerso Enrique Bunbury, dos discos conjuntos con otros artistas y un nuevo disco de estudio. El primero de los discos conjuntos sería “Bushido”, un disco-experimento grabado entre Enrique Bunbury y los catalanes Shuarma, Morti y Carlos Ann durante una sesión de quince días de enclaustramiento en una masía de Tarragona. Como resultado, varias peleas y discusiones entre algunos de ellos y un disco con muy pocos temas aprovechables. El segundo proyecto conjunto del año fue el consistente en poner música y voz a los poemas de Leopoldo María Panero llevado a cabo con Carlos Ann, Bruno Galindo y Jose María Ponce bajo el título de “Panero” a secas.

Además, ese mismo año publica un disco doble titulado “El viaje a ninguna parte” grabado nuevamente con “El Huracán Ambulante” como banda de acompañamiento. En “El viaje a ninguna parte” Bunbury se dejaría influenciar por la música tradicional latinoamericana y éste marcaría un punto de inflexión en su carrera. El disco fue todo un éxito y como consecuencia se organiza una gira internacional de infinidad de conciertos. Entre medio, a Bunbury se le ocurre la idea de realizar una serie de conciertos en un ambiente diferente al típico de salas, pabellones y palacios de deportes y, sin comerlo ni beberlo, a principios del 2005 se hace con la carpa del Circo Raluí e inicia una minigira por algunas capitales españolas denominada “Freak Show”. Para estos conciertos se buscan recintos que cuenten con el espacio suficiente para desplegar la carpa y todos los espectáculos paralelos que se montan alrededor de ésta con el fin de darle a todo el espectáculo un ambiente circense. Incluso las vestimentas de los músicos se adaptan a la temática del mundo del circo. La gira “Freak Show” generó un disco en directo y una película documental sobre todo el montaje. El problema vendría al retomar la gira “El viaje a ninguna parte” después del “Freak Show”. Debido al cansancio físico, mental y al aburrimiento del propio Enrique Bunbury, antes de su finalización éste decide cancelar todos los conciertos de la gira, disolver “El Huracán Ambulante” tras ocho años de carrera conjunta con él y retirarse a La Habana a descansar durante una temporada.

Tras unos meses de inactividad musical, con la publicación de un disco de grandes éxitos entre medio, en 2006 Enrique Bunbury une sus fuerzas con el cantautor asturiano Nacho Vegas para grabar el disco “El tiempo de las cerezas”, un disco con un sonido muy en la línea del folk-rock americano en el que lo que priman son los textos y donde tanto Bunbury como Vegas componen e interpretan cada uno sus propios temas. El disco fue llevado al directo únicamente en el Liceo de Barcelona y en el Teatro Metropolitan de México.

En el año 2007 se haría realidad uno de los sueños de miles y miles de amantes de la música de todo el mundo: el regreso a los escenarios de Héroes del Silencio. A lo largo de los meses de Septiembre, Octubre y Noviembre del año pasado ya me encargué de dar cuentas del regreso de Héroes del Silencio, así que no voy a extenderme en este tema.

Tras la gira con Héroes del Silencio, en Septiembre de este año Enrique Bunbury acaba de retomar su carrera en solitario con un cambio de formación y de estilo musical para publicar su nuevo álbum “Hellville De Luxe”. Con “Hellville De Luxe” Bunbury ha vuelto a la senda del rock, un rock con muchos matices pero rock al fin y al cabo. Para ello ha reclutado a algunos músicos del panorama pop-rock español como Jordi Mena, Álvaro Suite, Robert Castellanos, Jorge Rebenaque y Ramón Gacías, y con ellos actualmente se encuentra en plena gira.

¿Cuál será el próximo giro estilístico y musical con el que nos sorprenderá Enrique Bunbury? A saber…

Página web oficial: http://www.enriquebunbury.com

lunes, 27 de octubre de 2008

La ley innata (Extremoduro) 2008

Seis años después de la publicación de su anterior disco de estudio, Extremoduro vuelven a la actualidad musical y en menos de dos meses sacan al mercado un nuevo álbum y se recorren media España en una exitosa gira de conciertos. Ha sido un regreso fugaz pero muy esperado que no ha defraudado ni a seguidores de la banda ni a la prensa especializada.

Hay que reconocer que con “Yo, minoría absoluta”, publicado en el año 2002, Robe Iniesta, Iñaki “Uoho” Antón y compañía se pusieron el listón muy alto. Temas como “A fuego”, “Stand by”, “Puta” o “La vereda de la puerta de atrás” hicieron de aquel disco uno de los mejores de la carrera de Extremoduro, y tantos años de inactividad de la formación sumados al nacimiento de “Los inconscientes”, el proyecto en solitario de “Uoho”, hacían sospechar que a Extremoduro (o más concretamente a Robe) se le había secado la tomatera de la inspiración y que tardaría mucho en reaparecer. Finalmente fue anunciada la tan esperada publicación de un nuevo disco y, aunque ésta se demoró y se pospuso varios meses, finalmente ya podemos escucharlo.

Bajo el título de “La ley innata” y con la frase de Cicerón “Ciertamente existe una ley no escrita, de acuerdo con la naturaleza, conocida por todos, constante y sempiterna… A esta ley no es lícito agregarle ni derogarle nada, ni tampoco eliminarla por completo” escrita en latín sobre el dibujo “Anatomía” de Leonardo Da Vinci en la portada; Extremoduro nos presentan un disco conceptual, de unos tres cuartos de hora de duración y compuesto por seis pistas consecutivas sin espacio de separación entre ellas. Como si de un disco de Pink Floyd, Dream Theater o de cualquier grupo de rock progresivo se tratase, “La ley innata” es de esos trabajos discográficos que parecen estar compuestos por un único tema en el que sólo existe una temática y donde se van repitiendo versos, melodías y fraseos de guitarra a lo largo de todos los temas. Ya hicieron algo parecido en 1995 con “Pedrá” pero en esta ocasión se nota que todo está más trabajado y que los detalles, tanto musicales como líricos o de producción, han sido mucho mejor cuidados.

En cuanto a la temática, “La ley innata” básicamente es un disco de desamor, un disco triste que tiene toda la pinta de ser la narración en primera persona del final de una relación sentimental y de la consiguiente decadencia emocional de la parte peor parada de la historia. Todo el disco transmite los diferentes sentimientos y cambios de estado anímico de su protagonista, pasando de la felicidad del principio, a la incredulidad y la rabia general, para acabar en tristeza y resignación al final.

No soy un gran admirador de Extremoduro ni de esa voz de perro con faringitis que tiene el Robe Iniesta pero sí soy bastante buen conocedor de toda su obra, por eso puedo decir que “La ley innata” quizás sea de lejos uno de los tres mejores discos de la discografía del grupo y a lo mejor me quedo corto.

jueves, 23 de octubre de 2008

Cese temporal de nuestras relaciones

Tras cuatro años de complicada relación, definitivamente he decidido dejarla por un tiempo. Su belleza, su hermosa figura, su suavidad, su delicado tacto y su preciosa voz, hicieron que me enamorara de ella enloquecidamente y durante mucho tiempo no pasó ni un día en el que no soñara con que alguna vez sería mía. Cuando al final lo conseguí, pasamos muchos años juntos pero nuestra convivencia no fue fácil. Supongo que nunca llegué a estar preparado para su compañía y, a pesar de que nunca permití que nadie se le acercara, para mí ella siempre supuso una dura carga muy difícil de llevar y cualquier rasguño, golpe o muestra de sufrimiento por su parte lo sentía como mío. Es por todo esto que este mes he tomado la dura decisión de dejarla por un tiempo hasta que me vea capaz de volver con ella.

Por supuesto estoy hablando de mi guitarra Epiphone Les Paul Custom, a la cual he dejado aparcada durante un tiempo, y a ella va dedicada la foto del mes de Octubre del 2008.


Autor: El Artista Multimedia con dolor en el corazón (y en la espalda).

lunes, 20 de octubre de 2008

Dentro de Pink Floyd (Nick Mason) 2007

Como bien refleja el título del libro, “Dentro de Pink Floyd” es la autobiografía de Pink Floyd escrita en primera persona por uno de los componentes del grupo, concretamente por el batería del Nick Mason. Han sido muchas las biografías sobre Pink Floyd que se han escrito durante los últimos años, pero esta es la primera en la que uno de sus miembros decide contar la historia del grupo desde sus entrañas. Puesto que Pink Floyd es uno de esos grupos en cuyo seno han acontecido todo tipo de culebrones, el hecho de leer la opinión acerca de todo lo ocurrido escrita por uno de sus miembros, a priori le da un poco de morbo adicional este libro e incita más que otros a su lectura.

Desde sus andanzas por la facultad de arquitectura de la Universidad Politécnica Regent Street de Londres allá por 1962, hasta el concierto celebrado el día 2 de Julio de 2005 en el Hyde Park de Londres con motivo del festival benéfico Live 8, Nick Mason explica, con su peculiar sentido del humor socarrón y desde su particular punto de vista, absolutamente toda la carrera de Pink Floyd. Lamentablemente el libro fue escrito antes de los fallecimientos de Syd Barrett y Rick Wright y éste no pudo servir como homenaje a ambos.

La habilidad de Nick para trivializar y quitarle importancia a los problemas, contratiempos, éxitos y fracasos del grupo, e incluso a su propio talento musical y peso dentro de la banda, le da un punto cómico a toda la historia; sin embargo, he de reconocer que en determinados pasajes del libro me he aburrido soberanamente debido al continuo ametrallamiento con datos como nombres propios, fechas exactas, ubicaciones concretas con calle, número, piso y prácticamente código postal de locales de ensayo, salas de conciertos, tiendas de instrumentos, almacenes de material de iluminación y hasta “boutiques” de pantalones. Para alguien que pretenda viajar a Londres y realizar “El Camino de Pink Floyd” seguramente toda esta información le será de gran valor, pero para quien sólo desea conocer la trayectoria de un grupo de rock, hay fragmentos en los que se tiene la sensación de estar leyendo las batallitas del abuelo Cebolleta más que las vivencias y experiencias de un músico.

En todo el libro echo en falta dos aspectos fundamentales. En primer lugar me hubiera gustado que los periodos de composición y grabación de los discos hubieran sido tratados de una forma menos escueta. Supongo que esto se deberá a lo poco que tiene que contar el bueno de Mason sobre las composiciones y grabaciones de los discos del grupo. En segundo lugar también me hubiera gustado un poco más de compromiso por su parte a la hora de tratar algunos temas conflictivos de la historia de Pink Floyd. En el único tema en el que se moja un poco es en el referente a la expulsión de Syd Barrett, donde explica de una forma más o menos extensa los motivos por los cuales decidieron dejarlo fuera del grupo. En el resto de los temas peliagudos como la primera expulsión de Rick Wright, las polémicas y pleitos entre Roger Waters y el resto del grupo, etc., Nick pasa casi de puntillas. El hecho de que en la actualidad se lleve igual de bien con Roger Waters que con David Gilmour, así como el proceso de censura al que fue sometido el libro antes de su publicación por parte de ambos, quizás hayan influido en la evidente neutralidad de lo escrito.

En resumidas cuentas, “Dentro de Pink Floyd” es un libro entrañable, plagado de anécdotas y buen humor a raudales, pero que nadie busque en él polémica y “Salsa Rosa” (nunca mejor dicho) porque no la va a encontrar.

viernes, 17 de octubre de 2008

Deezer

DeezerHace algunos meses recomendaba en esta sección una página web de reproducción de música a través de Internet llamada “Musicovery”. Los principales inconvenientes de “Musicovery” son que, a pesar de poder elegir el tipo de música que se desea escuchar, la reproducción de los temas es totalmente aleatoria y que es imposible elegir canciones ni artistas concretos. Además de esto, ya de por sí importante, al cabo de mucho tiempo usándola uno se da cuenta de que la probabilidad de que las canciones se acaben repitiendo en diferentes sesiones es bastante alta. La página web que me gustaría recomendar este mes de Octubre es algo así como una sofisticación del concepto de escucha de música a la carta a través de Internet. Se trata de “Deezer” y podéis encontrarla en la siguiente dirección: http://www.deezer.com

La página principal de “Deezer” tiene todo el aspecto de un portal de música corriente y moliente con noticias de actualidad musical, lista de los temas más escuchados, etc. La sección estrella de la web es la que lleva el título de “Música” dentro del menú superior, y es desde aquí desde donde se ofrecen todas las posibilidades de reproducción y escucha de música como bien indica su nombre. Existen diversas formas de escuchar música en “Deezer”. Una de ellas es la típica radio temática donde, una vez elegido un genero musical, comienzan a reproducirse canciones de dicho género de forma totalmente aleatoria y sin fin. Otra es realizando búsquedas concretas a través de un buscador con el fin de localizar los temas, discos o artistas que queramos escuchar en un momento determinado. Y otra es la llamada “Smart Radio” en la que, a partir de un tema concreto que esté sonando, todos los siguientes en sonar serán temas relacionados de alguna u otra forma con el actual, ya sea por similitud entre artistas, por estar incluido dentro del mismo género musical, etc.

Pero el aspecto más interesante de “Deezer” es el de las listas de reproducción. A partir del momento en que nos creemos una cuenta de usuario podremos almacenar discos completos en nuestro archivo de música, crear nuestras propias listas de reproducción donde podremos agregar nuestros temas preferidos, así como compartir estas listas con otros usuarios de “Deezer” creando así una comunidad de oyentes.

Si te gusta la música y pasas muchas horas delante del ordenador, no dudes en crearte una cuenta en “Deezer” y comenzar a disfrutar de ella porque seguro que pronto se convierte en una de tus páginas web de cabecera.

lunes, 13 de octubre de 2008

Concierto de Andrés Calamaro (Sala Razzmatazz, Barcelona 03/09/2008)

Andrés Calamaro retoma la senda del rock en la Sauna Razzmatazz

Estaba convencido de que no iba a asistir a este concierto. Después de la desagradable experiencia sufrida en el mes de Julio tras los conciertos de Lenny Kravitz y Ben Harper debido a la ausencia de transporte público pasadas las doce de la noche, juré no volver a asistir a un concierto que se celebrase en Barcelona en un día laborable. El de Calamaro iba a ser un miércoles día 3 de Septiembre, así que ni llegué a plantearme la posibilidad de comprar una entrada cuando estas salieron a la venta y traté de no pensar en si el concierto valdría la pena o no. El día 2 de Septiembre recibí la llamada de una amiga que me comunicaba que a la persona con la que ella iba a asistir al concierto del día siguiente le había surgido un imprevisto y me pedía si sería tan amable de acompañarle con la entrada de ésta. Cuando a uno le hacen este tipo de peticiones no tiene más remedio que aceptar, así que, sin comerlo ni beberlo, el día 3 de Septiembre me dispuse a acompañar a mi amiga a ver a Calamaro, eso sí, con la cartera llena de billetes por si tenía que volver a casa en taxi. Sinceramente he de decir que más que hacerle un favor yo a ella me lo hizo ella a mí, porque lo que presenciamos en la Razz ese día será difícil de olvidar y fue un broche de oro para mis extrañas aunque completas vacaciones estivales del 2008.

Durante la tarde del día 3 de Septiembre el calor y la humedad apenas dejaban respirar por las calles de Barcelona. Cualquier ambiente que no fuera el de un local cerrado con el aire acondicionado puesto a no más de 22 grados era prácticamente insufrible. Si a eso le sumamos las lamentables condiciones de refrigeración de la Sala Razzmatazz, famosa por las altas temperaturas que se alcanzan en los conciertos y fiestas que allí se celebran, la escasa ventilación y el calor humano que desprendían las 2.500 personas que colgaron el “No hay billetes” varias semanas antes del evento; cualquiera se puede imaginar que a menos de media hora del comienzo del concierto ya todo el mundo estaba empapado y abanicándose. No es que me haya equivocado en el subtítulo de la crónica, es que realmente más que una sala de conciertos aquello parecía mismamente una sauna con la única diferencia de que, en lugar de oler a eucaliptus, el ambiente olía a una mezcla de tabaco, marihuana cerveza y sudor.

En la entrada del concierto figuraba que a las 21:00 h. daría comienzo la actuación del artista invitado, siendo las 22:00 h. la hora prevista para la de Calamaro. La sorpresa fue cuando sobre las 21:35 h., sin que por allí pasase previamente ningún artista invitado, Andrés y su banda saltaban a escena. Con gafas de sol de policía americano y camiseta con el lema “Rock & Roll Circus” en el pecho, el cantante argentino ocupaba el centro del escenario dejando un par de rosas blancas sobre su atril engalanado con un calamar de peluche y se colgaba del hombro su eterna Fender Telecaster con el toro de Osborne en el golpeador. Tras jugar durante unos segundos en el mástil de la guitarra probando algún riff, Andrés y sus músicos acompañantes entonaban “a cappella” los primeros versos de “El salmón” para posteriormente dejar que las guitarras comenzaran a rugir y que el público de Barcelona comenzara a saltar. Sin apenas espacio entre una y otra canción, la banda continuaba con “Los chicos”, tema de su nuevo álbum muy propio para los primeros minutos de un concierto en el que se pretende levantar el ánimo del público cuanto antes mejor. Entre medio de la canción Andrés saludaba al público catalán con un “Bona nit Barcelona, volvemos como siempre con alegría y respeto”, y es que Andrés Calamaro siempre se ha declarado un amante de la Ciudad Condal y en ella ha tenido ocasión de brindar conciertos memorables. Tras tamaña descarga de energía rockera y con todo el público completamente revolucionado, le llegó el turno a algunos temas mucho más relajados como la versión en clave de cumbia de “Tuyo siempre” o el medio tiempo de “Mi gin tonic”, uno de los pocos temas de “La lengua popular” que interpretaría en toda la velada.

En esta ocasión la banda que acompañó a Andrés Calamaro estuvo compuesta por Julián Kanevsky, Diego García y Geny Galo en las guitarras, Tito Dávila en los teclados y sus antiguos acompañantes desde 1998 José “Niño” Bruno en la batería y Candy “Caramelo” en el bajo, ambos recientemente en las filas de Fito & Fitipaldis. A excepción de Geny Galo (hermano de Candy “Caramelo”), el cual hizo las labores de guitarrista rítmico y corista durante este concierto, todos los demás músicos de la formación ya acompañaron a Calamaro durante la gira conjunta con Fito & Fitipaldis celebrada el pasado verano. Para mi gusto tres guitarras más la de Andrés fue un poco excesivo, y más para los que tuvimos la suerte de situarnos a pocos metros del escenario. En ocasiones el sonido resultaba un tanto ensordecedor y a mí personalmente me tardó en desaparecer el pitido de los oídos algo más de dos días. Por lo que respecta a Candy “Caramelo” y a “Niño” Bruno, para mí lo de esta pareja es algo digno de admiración. Yo no sé si habrá algún músico profesional que trabaje más que ellos en toda España. Lo mismo les da girar con Calamaro, que con hacerlo con Fito, que grabar discos con cualquier músico que requiera de sus servicios, que grabar discos en solitario. Me quito el sobrero ante ellos.

El aspecto y forma física de Andrés en la actualidad es realmente excepcional. Al verle dándolo todo con actitud macarra, a muchos se nos representó la imagen del Calamaro de mediados de los noventa durante su etapa en Los Rodríguez: ágil, fresco y con ganas de comerse el escenario. Precisamente de Los Rodríguez sería el siguiente tema en sonar, concretamente “A los ojos”, cuyo estribillo fue coreado a voz en grito por toda la audiencia. Tras él vendría “Carnaval de Brasil” y a continuación “Todavía una canción de amor”, el tema de Los Rodríguez compuesto por Joaquín Sabina, que prácticamente empalmaría con “Ok, perdón”. Tras este par de “revivals” intercalados con temas más recientes llegaría un bloque de canciones nuevas o revisadas compuesto por “5 minutos más (minibar)”, “La espuma de las orillas”, la versión rockabilly de “Elvis está vivo” registrada recientemente en el nuevo disco en solitario de Candy “Caramelo” y donde éste llevó la voz cantante, y “Lo que no existe más”, último tema de “La lengua popular” en sonar durante el concierto.

La frescura de Calamaro no era únicamente física y musical, también era mental. Además de dar las gracias a Barcelona constantemente, de estar encantado de tocar en un templo del rock como Razzmatazz y de agradecer la asistencia al concierto de algunos artistas catalanes como Loquillo y Manolo García, Andrés también tuvo tiempo para provocar algunas situaciones cómicas como por ejemplo un supuesto chiste sobre el 50 cumpleaños de Michael Jackson y algo relacionado con celebrarlo con el culo pegado en la pared (chiste que nadie entendió), o la interpretación “a cappella” de algunos versos del tema “Fiesta cerveza” de Pappo Napolitano, haciendo voz y contrabajo con la boca y gesticulando una especie de movimiento con las manos que podríamos denominar “air-contrabajo”.

A continuación llegaría la parte más melancólica y emotiva del concierto con temas como “El día de la mujer mundial”, “Los aviones”, los tangos “Jugar con fuego” y “Los mareados” (interpretados con el único acompañamiento del teclado de Tito Dávila) y el tema del Cuino Skornik “Estadio Azteca”. Tras ellos, la actuación recuperaría nuevamente el positivismo y sonarían canciones como “Te quiero igual” (con el “meddley” de “No woman, no cry” de Bob Marley al final) y “Loco” (con el “meddley” del tema “Corte de huracán” publicado en “El palacio de las flores” al final).

En una actuación de un artista como Andrés Calamaro, con tantísimos buenos temas en su repertorio, pasen las horas que pasen parece como si nunca fuese a acabar porque siempre queda algún tema clásico por escuchar. Después de más de medio concierto aún quedaban temas como “Todo lo demás”, “Crucifícame”, “Horarios esclavos”, “Crímenes perfectos”, “Me arde” y por supuesto “Flaca” y “Alta suciedad”, que fueron precisamente los que sonaron antes de que la banda se retirase a los camerinos pronunciando el típico “Hasta siempre, muchas gracias” de rigor. Entre uno y otro tema el argentino tuvo tiempo de darle un par de caladas a un canuto y hasta de ir a por el termo y la bombilla del mate. Este gesto fue aplaudido por los centenares de argentinos que había en la sala. Algún día tengo que encontrar donde se esconde la máquina de fabricar argentinos en Barcelona porque cuando hay algún concierto de Calamaro salen como las setas, todos ellos bien provistos con sus camisetas albicelestes y sus banderas soleadas, dificultando la visibilidad de la gente “normal” que va a un concierto a disfrutar de la música más que a reivindicar de forma absurda su nacionalidad o patriotismo.

Tras un pequeño descanso Calamaro y su banda volvían al escenario para interpretar el primer y único bis de la noche. Cargado con botellines de agua y un ramo de rosas blancas, Andrés fue lanzándolo todo a modo de obsequio hacia el público que, después de prácticamente dos horas y media de concierto, no podía estar más empapado en sudor. El “set” final fue realmente apoteósico y en él sonaron “Sin documentos”, “Canal 69” y “Paloma”, tema que supuso el broche final para un concierto que ninguno de los allí presentes podía haberse imaginado hace unos cuantos años. Hasta la hora de finalización del concierto fue perfecta, las 23:30 h., suficiente para poder coger el último metro.

En toda mi vida he visto a Andrés Calamaro en directo en siete ocasiones. En las seis anteriores, cuando no ha sido por una cosa ha sido por otra, pero ninguna de ellas acabó siendo una actuación redonda del todo. Quizás la de “El regreso” en el Palau Sant Jordi fue la que más se aproximó a la perfección si no llega a ser por la desastrosa acústica del recinto. Después del concierto del día 3 de Septiembre en la sala Razzmatazz y con la perspectiva que da el paso de algo más un mes desde su celebración hasta la redacción de esta crónica, no tengo ninguna duda a la hora de afirmar que éste fue el mejor de todos los que he visto por entrega, pasión, repertorio y banda acompañante. Esperemos que esta sea la tónica habitual en los conciertos de Andrés Calamaro a partir de ahora y que no se vuelva a desviar nunca más de la senda del rock.

viernes, 10 de octubre de 2008

Siempre a tu lado (El Enchufado del Carcelero)

Aprovechando que nos encontramos en plenas fiestas del Pilar y que la música aragonesa está en lo más alto del panorama musical español con Amaral, Enrique Bunbury o Carmen París inmersos en sus respectivas giras, desde aquí quiero presentaros a otro grupo aragonés mucho menos mediático que los anteriores pero con una larga trayectoria y mucho trabajo a sus espaldas. Estoy hablando de El Enchufado del Carcelero, quizás la mejor banda de rock de la provincia de Teruel, y a ellos me gustaría dedicar la canción del mes de Octubre del 2008.

El Enchufado del Carcelero surge durante el año 2000 en la localidad turolense de Híjar y muy pronto se convierte en uno de los grupos fijos dentro del circuito de conciertos y festivales de música heavy y rock que se celebran en diferentes localidades de la geografía aragonesa. Su estilo oscila entre el heavy metal melódico y el hard rock de principios de los 80's, y es el resultado de fusionar los estilos musicales predilectos de cada uno de los componentes del grupo. A día de hoy El Enchufado del Carcelero está compuesto por Anabel Bielsa en la voz, Eloy Salvador Jr. en la guitarra y en los coros, Marcos Repullés en la guitarra solista, Eloy “Abuelo” Salvador en el bajo y Javier Monzón en la batería.

Podría decirse que “Siempre a tu lado” es el primer single del primer álbum de estudio de la banda, también titulado “Siempre a tu lado”, que fue grabado y publicado como premio tras ganar el festival Kaos Rock. Este tema conjuga a la perfección todos los elementos característicos del sonido de El Enchufado del Carcelero: letras épicas cargadas de romanticismo, guitarras afiladas en los solos y contundentes en los ritmos, y una voz femenina dulce a la vez que agresiva.

Estoy convencido de que si El Enchufado del Carcelero tuviera un poco más de apoyo por parte de los medios de comunicación muy pronto se verían catapultados hacia el éxito dentro del mundo del heavy metal nacional. Os dejo que disfrutéis del tema “Siempre a tu lado” y sirva este artículo como reivindicación del rock producido en las provincias y pueblos de Aragón, porque no sólo es rock aragonés el que se hace Zaragoza.

Ficha Técnica:
· Título: Siempre a tu lado
· Álbum: Siempre a tu lado
· Año: 2007
· Intérprete: El Enchufado del Carcelero
· Autor: Eloy Salvador Jr.

Escucha un fragmento:


“En tu camino yo te guiaré, aquí estaré, siempre a tu lado”

martes, 7 de octubre de 2008

Vicky Cristina Barcelona (Woody Allen) 2008

Después del revuelo que se montó hace cosa de un año en el centro de Barcelona cuando el equipo de Woody Allen vino a rodar a los lugares más característicos de la ciudad con Scarlett Johansson y compañía, era inconcebible que se estrenara esta película y no fuera a verla. A pesar de no ser un gran admirador de las películas de Woody Allen (ahora mismo no sé si he visto alguna además de ésta), la verdad es que me hacía gracia ver una producción cinematográfica rodada y ambientada en las calles de mi ciudad natal.

“Vicky Cristina Barcelona” trata sobre la delirante experiencia vivida por dos amigas estadounidenses de personalidades diametralmente opuestas durante sus vacaciones en la Ciudad Condal. Vicky (Rebecca Hall) es una mujer sensata, con las ideas muy claras y unos principios éticos y morales muy marcados, que viaja a Barcelona para terminar su tesis sobre la cultura catalana mientras su novio, un joven hombre de negocios (Chris Messina), le espera en Nueva York para casarse con ella y comprase un piso. Cristina (Scarlett Johansson) es todo lo contrario, una persona bohemia, emocionalmente inestable, sin oficio y sin beneficio, que acompaña a Vicky a Barcelona porque no tiene nada mejor que hacer. Las vidas de ambas cambiarán cuando conozcan a Juan Antonio Gonzalo (Javier Bardem), un pintor ovetense afincado en Barcelona que acaba de terminar de forma desastrosa su relación matrimonial con Maria Elena (Penélope Cruz).

En toda la historia (que no voy a contar) pueden verse tres choques o enfrentamientos que son básicos para la trama y que generan la mayoría de las situaciones humorísticas de la película. Por un lado están los caracteres antagónicos de Vicky y Cristina, el primero de ellos de corte conservador y el segundo totalmente liberal, independiente y anárquico. Por otro lado está la contraposición entre la sociedad capitalista, cómoda y segura a la vez que aburrida, y la vida bohemia, divertida y emocionante pero mucho más inestable e incluso en ocasiones peligrosa. Por ultimo está la convivencia entre la fría y práctica cultura americana y la temperamental cultura española.

Personalmente, de las cosas que más me han gustado de la película han sido los personajes de Penélope Cruz y Javier Bardem. Las discusiones entre ambos y los gritos de neurótica de Penélope Cruz me parecieron sencillamente geniales y totalmente creíbles además de cómicos. Seguro que el hecho de verla en versión original habrá ayudado a ello porque no me quiero ni imaginar cómo debe ser ver a Javier Bardem y a Penélope Cruz, dos actores con una voz tan característica, discutiendo con otras voces que no sean las suyas.

Dejando a un lado los aspectos puramente argumentales e interpretativos, la película es toda ella una verdadera guía turística de Barcelona. Cualquier extranjero que desee visitar Barcelona a partir de ahora, básicamente deberá hacer dos cosas: comprarse una guía Lonely Planet en cualquier librería y ver “Vicky Cristina Barcelona”. Se nota que el Ayuntamiento de la capital catalana ha soltado la gallina pero bien soltada.

Para acabar, decirle a todo aquel que haya visto el “trailer” y le atraiga ir a verla por presenciar a Javier Bardem y a Scarlett Johansson jincando, que se ahorre el esfuerzo porque la decepción puede ser mayúscula.

sábado, 4 de octubre de 2008

Homenaje a Rick Wright

El pasado 15 de Septiembre nos dejaba para siempre Rick Wright, teclista y miembro fundador de los legendarios Pink Floyd. A los sesenta y cinco años de edad y víctima de un terrible cáncer, Rick abandonaba este mundo para reunirse en el más allá con su ex-compañero de banda Syd Barrett, fallecido en el año 2006.

Richard Wright fue el miembro más tímido y discreto de Pink Floyd pero quizás uno de los que más talento musical poseían. Siempre a la sobra de Roger Waters y David Gilmour, Rick también tuvo su peso específico dentro del estilo y sonido de la banda, llegando a participar en la composición de temas tan emblemáticos como “Breathe in the air”, “The great gig in the sky” o “Us and them”, todos ellos publicados en el álbum “The dark side of the moon”.

Desde aquí me gustaría rendir un homenaje póstumo a este fantástico músico dedicándole el vídeo del mes de Octubre de 2008. Se trata de la emocionante interpretación en directo del tema “The great gig in the sky”, registrada en uno de los concierto de 1994 celebrados en el Earls Court de Londres durante la última gira mundial de Pink Floyd (ya sin Roger Waters en la formación).

Adiós Rick, nunca te olvidaremos.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Live in Verona (Jamiroquai) 2002

Hacía ya mucho tiempo que había visto por primera vez este concierto en uno de esos programas musicales que Canal 33 (la segunda cadena autonómica de Cataluña) suele emitir en horarios extraños. Recuerdo que en su momento me encantó y posiblemente fuera la chispa que hizo encender mi interés y admiración por Jamiroquai. El pasado día 4 de Julio de 2008, mientras me encontraba viendo por televisión la actuación de Jamiroquai en el festival Rock in Rio de Madrid, volvió a mi memoria aquel concierto de Verona que ya casi ni recordaba. Pero fue este mes de Agosto en la localidad castellonense de Benicarló cuando, al entrar en una taberna y ver que sus camareros lo tenían puesto en el reproductor de DVD con el sonido como música de ambiente del local, definitivamente me propuse por todos los medios conseguir una copia original de este “Live in Verona” para poderlo disfrutar tranquilamente en casa casi seis años después de su celebración. Dicho y hecho, simplemente ha bastado una visita a unos grandes almacenes de mi ciudad y, previo pago de 9,95 Euros, ya lo tengo en mi poder.

“Live in Verona” es la prueba empírica que desmonta la teoría de todos los farsantes del mundo de la música que aseguran que es imposible bailar y cantar al mismo tiempo sobre un escenario si no es haciendo “playback”. De eso nada. En este concierto el amigo Jason Kay, ataviado con su chándal blanco y su plumaje de indio Azteca metálico, se casca unos bailes y unos saltos que para sí quisieran muchos actores del músical Fama y sin perder ni una pizca del aliento necesario para cantar. Pero no sólo eso, “Live in Verona” también desmonta la teoría que dice que si llueve no se puede actuar y por lo tanto hay que suspender un concierto. No es que el día que se celebró el concierto estuviera lloviendo en Verona, es que estaba cayendo el diluvio universal. Tanto es así que el propio Jay Kay llega a pedir disculpas al público italiano alegando que no es culpa suya sino de Dios.

Si ya de por sí el entorno donde se desarrolla el concierto, el Coliseo Romano de Verona, crea una ambiente especial para la celebración de un concierto, me atrevería a decir que la lluvia fue otro elemento que jugó más a favor que en contra del espectáculo de Jamiroquai. Mientras la banda se mantiene a cubierto durante toda la actuación, Jason Kay, pudiéndose quedar al lado de sus músicos, aguanta bajo la lluvia mojándose como un campeón. Con las bromas sobre la meteorología británica y la italiana, la improvisación del tema “Singing in the rain”, los deslizamientos a través de la pasarela central, los saltos en plancha hacia los charcos del escenario y sus lamentos con la mirada puesta en el cielo para que deje de llover mientras abre la boca para beber el agua de la lluvia, éste consigue mantener la complicidad entre grupo y público, público que pese a estar como una sopa aguanta estoicamente al pie del cañón.

Y al margen de la auténtica protagonista del concierto que es la lluvia, en cuanto a lo musical decir que toda la actuación, perteneciente a la gira europea del tour “Funk Odysey Word Tour”, es un continuo derroche de calidad llevado a cabo por una magnífica banda de músicos excepcionales. Si bien Jay Kay es el “frontman” y líder indiscutible de Jamiroquai, el resto del grupo (sobre todo el bajista) no le andan a la zaga y juntos reproducen a la perfección el repertorio clásico de la carrera de la banda.

“Live in Verona” es todo un lujo de actuación y un DVD muy recomendable para todos los amantes de Jamiroquai y del buen funky interpretado en directo.