sábado, 6 de agosto de 2011

Museu del Rock

El día 30 de Marzo de este año fue presentado el “Museu del Rock” de Barcelona del que tantos años llevaba hablando el periodista y crítico musical catalán Jordi Tarda, impulsor del proyecto y posiblemente una de las personas que más años lleva metido en todo el mundillo del coleccionismo y el fetichismo musical de este país. Ubicado en la antigua plaza de toros de Las Arenas, la cual ha sido convertida en un gran centro comercial, el “Museu del Rock” de Barcelona es el primer museo de España dedicado a la música rock y, desde el día de su apertura hasta hoy, ya han sido miles las personas que se han acercado a visitar los dos mil metros cuadrados de los que dispone el recinto. Jordi Tardà, conocido entre otras muchas cosas por haber sido durante años el responsable de la “Fira del Disc” de Barcelona, ha estado trabajando en este proyecto desde el año 2004 hasta que finalmente ha conseguido que abra sus puertas al público. Teniéndolo tan cerca de casa como lo tengo y siendo un apasionado del rock como soy, el pasado día 5 de Agosto quise aprovechar una de esas tardes de vacaciones en las que no apetece hacer absolutamente nada para acercarme a conocer en primera persona qué es eso que tanto esfuerzo ha costado conseguir llamado “Museu del Rock”.

A grandes rasgos, el “Museu del Rock” es algo así como una recopilación de más de quinientas piezas de coleccionista relacionadas con el mundo del rock que se encuentran distribuidas a lo largo de una amplia área expositiva. Dicha área está formada por cinco salas de exposición y tres zonas avitrinadas permanentes ubicadas a ambos lados de un pasillo central en el que, nada más entrar, uno se encuentra con un “pinball” de Elton John y otro de The Rolling Stones custodiados por un muñeco tamaño “hobbit” de Bruce Springsteen.

Las zonas permanentes consisten en una serie de vitrinas temáticas dedicadas a las décadas de los 60’s, 70’s, 80’s, 90’s y 2000. En ellas, además de pósters, CD’s y vinilos originales firmados por sus autores y una amplia variedad de guitarras firmadas por gente como todos los miembros de Queen, todos los miembros de The Rolling Stones, Mark Knopfler de Dire Straits, Slash de Guns N’ Roses, Joe Perry de Aerosmith o Paul McArtney y Ringo Starr de The Beatles; el visitante puede encontrar artículos tan variopintos y curiosos como una cazadora tejana de Eric Clapton, un balón de fútbol de Rod Stewart, unas botas Puma de Brian May, una chistera firmada por todos los miembros de Guns N’ Roses, un chaleco lleno de mierda usado por Lemmy Kilmister, una chaqueta de Michael Jackson, algunos manuscritos de Tina Turner o una espada firmada por Manowar.

En cuanto a las cinco salas de exposición, cuatro de ellas son de temática fija y la otra alberga exposiciones temporales que varían en función de los diferentes acontecimientos, eventos o aniversarios que vayan teniendo lugar durante el año. En esta ocasión, y con motivo de su paso por Barcelona, la sala de exposiciones temporales estaba dedicada a la carrera de Bon Jovi.

La primera de las salas de exposición permanente se encuentra justo a la entrada del museo y está dedicada a los orígenes del rock and roll. Allí podemos ver todo tipo de memorabilia, fotografías, carteles e incluso discos de piedra de artistas como Elvis Presley, Chuck Berry o Buddy Holly por nombrar sólo unos cuantos. La siguiente sala permanente está dedicada a The Beatles y, además de algunos LP’s originales, diferentes discos de oro del grupo y multitud de pósters e imágenes del grupo, como elementos principales encontramos dibujos originales de John Lennon, un pelo de Pete Best (primer batería de la banda de Liverpool), una americana de Ringo Starr, postales escritas por Lennon desde Almería y hasta un documento de Yoko Ono en el que, desde Mallorca, se redacta un contrato con un equipo de detectives privados de Barcelona... ¿¿?? La siguiente sala permanente es la dedicada a The Rolling Stones. En ella podemos ver desde la típica carta de presentación de un grupo solicitando audición manuscrita por Brian Jones, hasta una baldosa de la piscina en la que se ahogó el propio Brian Jones, pasando por un cuadro pintado por Ron Wood, el típico anillo de calavera de Keith Richards, la tarjeta de crédito de Mick Jagger o diferentes camisas y chaquetas usadas por los miembros del grupo en algunas de sus giras. La última de las salas es la dedicada al rock nacional en la que se nos ofrece la posibilidad de ver diferentes prendas de vestir de los Sirex, Los Salvajes, Carlos Segarra de Los Rebeldes, Loquillo, Mikel Erentxun o Esteve Fortuny de la Companyia Elèctrica Dharma; un cuadro pintado por Manolo García; un bajo original de Aurelio Morata de Los Rebeldes; y discos, fotos y pósters de diferentes artistas españoles en general y catalanes en particular.

Una vez visitada la zona de exposición del museo, a través de un largo pasillo con las paredes repletas de pósters y caricaturas de diferentes artistas internacionales, se accede al salón de actos del recinto. De jueves a domingo el “Museu del Rock” ofrece al visitante la posibilidad (previo pago obligatorio de 4 Euros adicionales al precio habitual de la entrada) de asistir a un concierto de una hora de duración de algún grupo de versiones. Durante mi visita fue la banda residente Rock Story Band la que amenizó la tarde con una actuación basada en la interpretación de un puñado de clásicos del rock and roll internacional alternados con breves explicaciones de algunas anécdotas o algún dato histórico relacionado con el tema o grupo versionado. La verdad es que su cantante me dejó impresionado por la cantidad de registros vocales que era capaz de conseguir.

Y ahora la pregunta del millón que todo el mundo me hace: ¿Vale la pena pagar 9 Euros por visitar el “Museu del Rock” de Barcelona? Sin ningún lugar a dudas y sin tener que pensárlemo demasiado la respuesta es un no rotundo. Pero ni 9 Euros ni 5 Euros. En mi opinión, son muy pocos los artículos expuestos en el museo que realmente llamen la atención, y demasiados los “modelos similares”, “fieles reproducciones” o incluso fotocopias de documentos originales. Creo que una guitarra, una foto o un disco autografiado tienen gracia o interés para la persona a la cual se lo han firmado, pero de ahí a que este tipo de artículos se conviertan en piezas de museo, me parece excesivo y desmedido. Personalmente considero que las obras más importantes de los músicos son sus discos y sus conciertos más que sus chaquetas, sus fotos firmadas o sus pelos.

Museu del Rock
http://www.museudelrock.com
Gran Via de les Corts Catalanes, Nº 373-385
Metro: Espanya

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