El otro día recibí la tan esperada noticia de que Slash, mi artista preferido de todos los tiempos, durante el próximo mes de Octubre realizará una gira por Europa. La decepción vino cuando fui a su página oficial y consulté las fechas y ciudades donde van a tener lugar los conciertos de dicha gira. Edimburgo, Manchester, Birmingham, Londres y Newcastle en el Reino Unido; Bruselas en Bélgica; Colonia en Alemania, París en Francia; Zurich en Suiza; y Casalecchio di Reno, Roma y Padua en Italia. Sí, efectivamente, el legendario ex–guitarrista de Guns N’ Roses no pasará por España. No importa que venga de vacaciones con su familia a Ibiza y a Cádiz, no importa que asegure ser fan de Paco de Lucía y del flamenco en general, no importa que “twitée” felicitaciones a todos los españoles por la victoria de la Selección Española de fútbol en la pasada Eurocopa de naciones. El caso es que Slash no vendrá este 2012 a España a hacer lo mejor que sabe que es tocar la guitarra, así que lo que empezó siendo una buena noticia acabó siendo una noticia de mierda. ¿Pero qué le trae a Slash a Europa? ¿A qué se dedica ahora el famoso guitarrista del pelo rizado y el sombrero de copa? Pues para el que todavía no lo sepa, resulta que Slash ha formado un magnífico tándem con Myles Kennedy (vocalista de Alter Bridge) y, junto a otros músicos, han creado un nuevo proyecto llamado simple y llanamente “Slash”. Esta asociación entre Slash y Myles Kennedy nació poco después de la publicación del primer disco de Slash al margen de una banda, un disco homónimo publicado en el año 2009 que a continuación procederé a comentar.
Desde antes incluso de salir por patas de Guns N’ Roses allá por el año 1996, Slash siempre ha colaborado y grabado con todo el mundo que se lo ha pedido y siempre ha estado involucrado en mil y un proyectos musicales aunque ninguno de ellos ha tenido la suficiente continuidad. En 1995, aprovechando un prolongado parón en la actividad de Guns N’ Roses, Slash recluta a un puñado de buenos músicos y con ellos forma la banda Slash’s Snakepit. Con Slash’s Snakepit graba “It’s five o’clock somewhere”, el que fue su primer disco al margen de Guns N’ Roses, pero por la falta de apoyo promocional de la compañía discográfica Geffen y porque en aquella época el “hard-rock” no estaba en sus mejores momentos debido al nacimiento del “grunge”, ni Slash’s Snakepit ni su disco “It’s five o’clock somewhere” tuvieron toda la repercusión que deberían haber tenido por la calidad de sus canciones y de sus músicos. Tras realizar una pequeña gira, Slash’s Snakepit se disuelve volviendo cada uno de los integrantes a sus respectivos proyectos particulares. En 1996 Slash abandona definitivamente Guns N’ Roses por problemas irreconciliables con Axl Rose y hasta finales de la década de los noventa se dedica a colaborar con todo el mundo en escenarios y en estudios de grabación y a recorrerse el planeta haciendo actuaciones con una banda de versiones de clásicos del blues llamada Slash's Blues Ball. En 1999 vuelve a refundar la versión 2.0 de Slash’s Snakepit, esta vez con músicos mucho menos conocidos, y con ellos graba su segundo disco titulado “Ain't life grand”, un grandísimo álbum de rock and roll que sonaba bastante más cañero que el anterior pero que no fue lo suficientemente bien tratado ni por la crítica musical ni por las cifras de ventas. Tras una larga gira por todo el mundo como teloneros de AC/DC y una gira propia como cabezas de cartel, en el 2002 Slash’s Snakepit se disuelve de nuevo. Ese mismo año Slash forma la nueva banda Velvet Revolver junto a sus compañeros de Guns N’ Roses Duff McKagan y Matt Sorum, el guitarrista Dave Kushner y el que fuera vocalista de Stone Temple Pilots Scott Weiland. Velvet Revolver graban dos álbumes titulados “Contraband” (2004) y “Libertad” (2007) y realizan una gran cantidad de conciertos entre el año 2003 y el año 2008, devolviendo de esta forma a Slash (más por la mediática formación de la banda que por la calidad de sus canciones) a la primera línea del panorama musical internacional. Pero debido a la falta de disciplina y profesionalidad de Scott Weiland, el grupo se separa en 2008 hasta que encuentren al vocalista adecuado que lo reemplace y decidan volver, y Slash vuelve a quedarse sin proyecto musical.
Es en Septiembre de 2008, aprovechando la parada indefinida de Velvet Revolver, cuando se empieza a gestar el disco que nos ocupa en este artículo, el primer disco en solitario de verdad de Slash. “Slash”, que originalmente se iba a llamar “Slash & Friends” (al más puro estilo “Santana & Friends” o “Pavarotti & Friends”), es precisamente eso, un disco grabado y compuesto por Slash y sus amigos. Como Dios no le ha llamado por el camino del cante, Slash siempre se ha tenido que acompañar obligatoriamente por algún vocalista que ponga voz a las canciones en las que él va a tocar la guitarra. Pues si en la primera etapa de Slash’s Snakepit su “partner” fue Eric Dover, en la segunda fue Rod Jackson y en la etapa de Velvet Revolver fue Scott Weiland, en este disco no le acompaña un vocalista sino doce. Pero no doce cantantes semidesconocidos de los cuales tengamos pocas referencias como ocurría con los de Slash’s Snakepit, no. Aquí Slash ha reclutado a la “crème” de la “crème”, a gente de la talla de Ian Astbury (The Cult), Ozzy Osbourne (Black Sabbath), Fergi (The Black Eyed Peas), Myles Kenney (Alter Bridge), Chris Cornell (Soundgarden), Andrew Stockdale (Wolfmother), Adam Levine (Marron 5), Lemmy Kilminster (Motorhead), Kid Rock, M. Shadows (Avenged Sevenfold), Rocco DeLuca (Rocco DeLuca and the Burden) e Iggy Pop. ¡Casi nada! Eso además de contar con la colaboración de otros amigos músicos más que conocidos como son Izzy Stradlin’ y Duff McKagan (ex–Guns N’ Roses) y Dave Grohl (Foo Fighters).
Con semejante elenco de artistas en los créditos del álbum, cualquiera que no lo sepa puede pensar que no se trata de un disco de Slash en solitario grabado con diferentes cantantes sino de un disco tributo a Slash grabado a modo de homenaje por sus amigos. La verdad es que escuchándolo resulta un tanto heterogéneo, no sólo por los cambios de voz entre canciones sino también por los continuos cambios de estilo y color musical. ¡Ya me contaréis qué tienen que ver Fergi o Adam Levine con Lemmy Kilminster o Ozzy Osbourne! Pues absolutamente nada, pero si uno quiere hacer el ejercicio, es muy curioso además de muy divertido escuchar el disco de principio a fin y observar cómo canciones interpretadas por cantantes tan dispares y de estilos tan variopintos se van hilvanando entre sí con los característicos y siempre reconocibles “riffs” y solos de guitarra de Slash como único elemento de unión entre ellas. El ritmo, el estilo y las voces son en todas ellas complemente diferentes, pero aún así todas siguen sonando a Slash. Además, cada canción del disco ha sido co-escrita por Slash y por la persona que la canta, por lo tanto, no es que los cantantes hayan llegado al estudio y hayan metido su voz como buenamente han podido sino que todos ellos han puesto su granito de arena en el proceso de creación y los temas suenan totalmente auténticos sin ese clásico y fácilmente detectable efecto “calzador”. “Slash” es un disco tan variado, con tantos matices diferentes y tan lleno de contrastes, que es precisamente esa variedad la que hace que su escucha se haga tan amena y que uno nunca se canse de escucharlo.
Entre tanta buena canción resulta complicado seleccionar cuáles de ellas son las mejores porque es que hasta el Lemmy canta bien en este disco, pero si yo tuviera que escoger mis preferidas sin duda estas serían “By the sword” con Andrew Stockdale de Wolfmother, “Gotten” con Adam Levine de Marron 5, “Starlight” con Myles Kennedy de Alter Bridge y, aunque parezca mentira, “Beautiful dangerous” con Fergie de The Black Eyed Peas. Personalmente también diría que, sin ser malo en absoluto, el tema instrumental “Watch this” interpretado por Dave Grohl en la batería y Duff McKagan en el bajo me sobra un poco en el disco. Creo que no hubiera costado nada que, o bien Dave o bien Duff, hubieran grabado su voz en algún tema en lugar de dejar únicamente un testimonio instrumental, pero bueno, es lo de menos y en los conciertos tampoco viene mal un tema instrumental para que descanse el cantante.
Tras la publicación del disco se celebró un concierto de presentación donde muchos de los cantantes que habían participado en la grabación del disco subieron al escenario para interpretar sus respectivas canciones junto a Slash y su nueva banda reclutada para la ocasión compuesta por Todd Kerns en el bajo, Brent Fitz en la batería y Bobby Schneck en la segunda guitarra (en lugar de Chris Chaney y Josh Freese que fueron los músicos que grabaron el disco en el estudio). Los temas de aquellos vocalistas que no acudieron a la cita y los temas de Guns N’ Roses, Slash’s Snakepit y Velvet Revolver que sonaron esa noche fueron interpretados por Myles Kennedy, lo cual sirvió de anticipo de lo que iba a suceder en un futuro cercano. Cuando Slash decidió iniciar la gira promocional del disco, éste se llevo consigo (además de a Todd Kerns, Brent Fitz y Bobby Schneck) a Myles Kennedy como único cantante. El resultado fue tan satisfactorio que esta misma formación se ha vuelto a repetir recientemente en el segundo álbum de Slash, álbum que precisamente le traerá a Europa el próximo mes de Octubre como comentaba al principio del artículo. Pero de ese álbum ya hablaré en otra reseña.
Desde antes incluso de salir por patas de Guns N’ Roses allá por el año 1996, Slash siempre ha colaborado y grabado con todo el mundo que se lo ha pedido y siempre ha estado involucrado en mil y un proyectos musicales aunque ninguno de ellos ha tenido la suficiente continuidad. En 1995, aprovechando un prolongado parón en la actividad de Guns N’ Roses, Slash recluta a un puñado de buenos músicos y con ellos forma la banda Slash’s Snakepit. Con Slash’s Snakepit graba “It’s five o’clock somewhere”, el que fue su primer disco al margen de Guns N’ Roses, pero por la falta de apoyo promocional de la compañía discográfica Geffen y porque en aquella época el “hard-rock” no estaba en sus mejores momentos debido al nacimiento del “grunge”, ni Slash’s Snakepit ni su disco “It’s five o’clock somewhere” tuvieron toda la repercusión que deberían haber tenido por la calidad de sus canciones y de sus músicos. Tras realizar una pequeña gira, Slash’s Snakepit se disuelve volviendo cada uno de los integrantes a sus respectivos proyectos particulares. En 1996 Slash abandona definitivamente Guns N’ Roses por problemas irreconciliables con Axl Rose y hasta finales de la década de los noventa se dedica a colaborar con todo el mundo en escenarios y en estudios de grabación y a recorrerse el planeta haciendo actuaciones con una banda de versiones de clásicos del blues llamada Slash's Blues Ball. En 1999 vuelve a refundar la versión 2.0 de Slash’s Snakepit, esta vez con músicos mucho menos conocidos, y con ellos graba su segundo disco titulado “Ain't life grand”, un grandísimo álbum de rock and roll que sonaba bastante más cañero que el anterior pero que no fue lo suficientemente bien tratado ni por la crítica musical ni por las cifras de ventas. Tras una larga gira por todo el mundo como teloneros de AC/DC y una gira propia como cabezas de cartel, en el 2002 Slash’s Snakepit se disuelve de nuevo. Ese mismo año Slash forma la nueva banda Velvet Revolver junto a sus compañeros de Guns N’ Roses Duff McKagan y Matt Sorum, el guitarrista Dave Kushner y el que fuera vocalista de Stone Temple Pilots Scott Weiland. Velvet Revolver graban dos álbumes titulados “Contraband” (2004) y “Libertad” (2007) y realizan una gran cantidad de conciertos entre el año 2003 y el año 2008, devolviendo de esta forma a Slash (más por la mediática formación de la banda que por la calidad de sus canciones) a la primera línea del panorama musical internacional. Pero debido a la falta de disciplina y profesionalidad de Scott Weiland, el grupo se separa en 2008 hasta que encuentren al vocalista adecuado que lo reemplace y decidan volver, y Slash vuelve a quedarse sin proyecto musical.
Es en Septiembre de 2008, aprovechando la parada indefinida de Velvet Revolver, cuando se empieza a gestar el disco que nos ocupa en este artículo, el primer disco en solitario de verdad de Slash. “Slash”, que originalmente se iba a llamar “Slash & Friends” (al más puro estilo “Santana & Friends” o “Pavarotti & Friends”), es precisamente eso, un disco grabado y compuesto por Slash y sus amigos. Como Dios no le ha llamado por el camino del cante, Slash siempre se ha tenido que acompañar obligatoriamente por algún vocalista que ponga voz a las canciones en las que él va a tocar la guitarra. Pues si en la primera etapa de Slash’s Snakepit su “partner” fue Eric Dover, en la segunda fue Rod Jackson y en la etapa de Velvet Revolver fue Scott Weiland, en este disco no le acompaña un vocalista sino doce. Pero no doce cantantes semidesconocidos de los cuales tengamos pocas referencias como ocurría con los de Slash’s Snakepit, no. Aquí Slash ha reclutado a la “crème” de la “crème”, a gente de la talla de Ian Astbury (The Cult), Ozzy Osbourne (Black Sabbath), Fergi (The Black Eyed Peas), Myles Kenney (Alter Bridge), Chris Cornell (Soundgarden), Andrew Stockdale (Wolfmother), Adam Levine (Marron 5), Lemmy Kilminster (Motorhead), Kid Rock, M. Shadows (Avenged Sevenfold), Rocco DeLuca (Rocco DeLuca and the Burden) e Iggy Pop. ¡Casi nada! Eso además de contar con la colaboración de otros amigos músicos más que conocidos como son Izzy Stradlin’ y Duff McKagan (ex–Guns N’ Roses) y Dave Grohl (Foo Fighters).
Con semejante elenco de artistas en los créditos del álbum, cualquiera que no lo sepa puede pensar que no se trata de un disco de Slash en solitario grabado con diferentes cantantes sino de un disco tributo a Slash grabado a modo de homenaje por sus amigos. La verdad es que escuchándolo resulta un tanto heterogéneo, no sólo por los cambios de voz entre canciones sino también por los continuos cambios de estilo y color musical. ¡Ya me contaréis qué tienen que ver Fergi o Adam Levine con Lemmy Kilminster o Ozzy Osbourne! Pues absolutamente nada, pero si uno quiere hacer el ejercicio, es muy curioso además de muy divertido escuchar el disco de principio a fin y observar cómo canciones interpretadas por cantantes tan dispares y de estilos tan variopintos se van hilvanando entre sí con los característicos y siempre reconocibles “riffs” y solos de guitarra de Slash como único elemento de unión entre ellas. El ritmo, el estilo y las voces son en todas ellas complemente diferentes, pero aún así todas siguen sonando a Slash. Además, cada canción del disco ha sido co-escrita por Slash y por la persona que la canta, por lo tanto, no es que los cantantes hayan llegado al estudio y hayan metido su voz como buenamente han podido sino que todos ellos han puesto su granito de arena en el proceso de creación y los temas suenan totalmente auténticos sin ese clásico y fácilmente detectable efecto “calzador”. “Slash” es un disco tan variado, con tantos matices diferentes y tan lleno de contrastes, que es precisamente esa variedad la que hace que su escucha se haga tan amena y que uno nunca se canse de escucharlo.
Entre tanta buena canción resulta complicado seleccionar cuáles de ellas son las mejores porque es que hasta el Lemmy canta bien en este disco, pero si yo tuviera que escoger mis preferidas sin duda estas serían “By the sword” con Andrew Stockdale de Wolfmother, “Gotten” con Adam Levine de Marron 5, “Starlight” con Myles Kennedy de Alter Bridge y, aunque parezca mentira, “Beautiful dangerous” con Fergie de The Black Eyed Peas. Personalmente también diría que, sin ser malo en absoluto, el tema instrumental “Watch this” interpretado por Dave Grohl en la batería y Duff McKagan en el bajo me sobra un poco en el disco. Creo que no hubiera costado nada que, o bien Dave o bien Duff, hubieran grabado su voz en algún tema en lugar de dejar únicamente un testimonio instrumental, pero bueno, es lo de menos y en los conciertos tampoco viene mal un tema instrumental para que descanse el cantante.
Tras la publicación del disco se celebró un concierto de presentación donde muchos de los cantantes que habían participado en la grabación del disco subieron al escenario para interpretar sus respectivas canciones junto a Slash y su nueva banda reclutada para la ocasión compuesta por Todd Kerns en el bajo, Brent Fitz en la batería y Bobby Schneck en la segunda guitarra (en lugar de Chris Chaney y Josh Freese que fueron los músicos que grabaron el disco en el estudio). Los temas de aquellos vocalistas que no acudieron a la cita y los temas de Guns N’ Roses, Slash’s Snakepit y Velvet Revolver que sonaron esa noche fueron interpretados por Myles Kennedy, lo cual sirvió de anticipo de lo que iba a suceder en un futuro cercano. Cuando Slash decidió iniciar la gira promocional del disco, éste se llevo consigo (además de a Todd Kerns, Brent Fitz y Bobby Schneck) a Myles Kennedy como único cantante. El resultado fue tan satisfactorio que esta misma formación se ha vuelto a repetir recientemente en el segundo álbum de Slash, álbum que precisamente le traerá a Europa el próximo mes de Octubre como comentaba al principio del artículo. Pero de ese álbum ya hablaré en otra reseña.
1 comentario:
Por lo que he leido por ahí, Dave Grohl tenía que escribir y cantar la letra de Watch this, pero apareció por el estudio sin nada escrito, pocas ganas de cantar, y muchas de tocar la batería...
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