Cuando parecía que el glam-rock era un fenómeno musical que formaba parte del pasado, que estaba muerto, enterrado, en estado de putrefacción y totalmente pasado de rosca; de repente, en los últimos años han sucedido una serie de acontecimientos que han hecho cambiar esta situación. Desde el corazón de Inglaterra aparecieron The Darkness, una banda que ya llevaba varios años versionando a Queen por todos los clubs del Reino Unido pero que con su álbum de debut saltaron al estrellato. Grupos como Mötley Cruë, Hanoi Rocks, Alice Cooper o W.A.S.P. por poner sólo unos ejemplos, salieron en tropel de sus respectivos sarcófagos y se recorrieron los escenarios de medio mundo. Europe publicaron un “Greatest Hits” y lo promocionaron en directo con una gran repercusión mediática. Y lo más asombroso de todo, en el año 2005, Noruega se presenta al Festival de Eurovisión con Wig Wam, una banda fiel a todos los patrones estéticos y musicales del susodicho estilo.
A pesar de su definitivo noveno puesto, estos cuatro noruegos “llamados” Glam, Teeny, Flash y Sporty, no pasaron inadvertidos ni en el festival ni durante la previa promoción del tema con el que representaron a su país. Ataviados con la indumentaria clásica de todo buen glam-rockero que se precie (botas de plataforma, lentejuelas, plumas, mallas metalizadas, laca y maquillaje, mucho maquillaje), Wig Wam defendieron su tema “In my dreams” en un más que digno “singback” (voces en directo sobre música pregrabada), tema al cual le fue extirpado el solo de guitarra para reducir su duración. Semejante escaparate no sólo sirvió al grupo para encabezar las listas de ventas de todos los países escandinavos con su single “In my dreams”, sino también para darse a conocer en el resto de Europa. Wig Wam empezaron a salir en televisión y en revistas especializadas, de manera que todos los amantes del hard rock nos interesamos por ellos y por su carrera discográfica. No ganaron, pero el “Planet Wig Wam” acababa de nacer. Por cierto, España sólo les dio dos puntos, algo normal viendo la representación que llevamos nosotros...
Antes de la edición de su single “In my dreams”, Wig Wam ya habían publicado “667, the neighbour of the beast”, un álbum de hard rock rematadamente comercial, con unos temas de estribillos hiperpegadizos que parecen ideados para ser coreados por el público en los conciertos. Escuchado el disco se pueden intuir por donde pueden ir los tiros de sus influencias: los primeros Bon Jovi, Kiss y, aunque ellos lo nieguen, The Darkness.
“667, the neighbour of the beast” es un álbum con una producción un tanto extraña llevada a cabo por Teeny, guitarrista del grupo. Empieza con una especie de sermón diabólico parodiando u homenajeando (quién sabe) a Iron Maiden en su “The number of the beast”, y a partir de ahí, tan pronto podemos escuchar temas de estudio, como otros con sonido de público enlatado, temas en acústico, o hasta un solo de guitarra aislado del propio Teeny registrado durante una actuación en vivo. No sé si será la forma de trabajar de los noruegos pero parece fruto de la falta de experiencia. Además, al margen de la voz, guitarra, bajo y batería, el sintetizador y los efectos digitales tienen un peso importante en el sonido del grupo. De entre todos los temas del álbum yo destacaría “I turn to you”, una magnífica versión del tema de Mel C (la ex-Spice Girl).
Desde la edición de este "667, the neighbour of the beast", Wig Wam están arrasando en Noruega, Suecia, Dinamarca, Alemania y Japón. Tanto es así que ya han publicado una infinidad de singles, maxis, y hasta un nuevo LP y un DVD, aunque de forma limitada sólo para dichos países. No sé si Wig Wam acabarán dando el salto al resto de Europa ni si podremos verlos en directo por aquí abajo en alguna ocasión, lo que está claro es que eso va a ser muy complicado mientras no podamos conseguir su material de forma "legal".
A pesar de su definitivo noveno puesto, estos cuatro noruegos “llamados” Glam, Teeny, Flash y Sporty, no pasaron inadvertidos ni en el festival ni durante la previa promoción del tema con el que representaron a su país. Ataviados con la indumentaria clásica de todo buen glam-rockero que se precie (botas de plataforma, lentejuelas, plumas, mallas metalizadas, laca y maquillaje, mucho maquillaje), Wig Wam defendieron su tema “In my dreams” en un más que digno “singback” (voces en directo sobre música pregrabada), tema al cual le fue extirpado el solo de guitarra para reducir su duración. Semejante escaparate no sólo sirvió al grupo para encabezar las listas de ventas de todos los países escandinavos con su single “In my dreams”, sino también para darse a conocer en el resto de Europa. Wig Wam empezaron a salir en televisión y en revistas especializadas, de manera que todos los amantes del hard rock nos interesamos por ellos y por su carrera discográfica. No ganaron, pero el “Planet Wig Wam” acababa de nacer. Por cierto, España sólo les dio dos puntos, algo normal viendo la representación que llevamos nosotros...
Antes de la edición de su single “In my dreams”, Wig Wam ya habían publicado “667, the neighbour of the beast”, un álbum de hard rock rematadamente comercial, con unos temas de estribillos hiperpegadizos que parecen ideados para ser coreados por el público en los conciertos. Escuchado el disco se pueden intuir por donde pueden ir los tiros de sus influencias: los primeros Bon Jovi, Kiss y, aunque ellos lo nieguen, The Darkness.
“667, the neighbour of the beast” es un álbum con una producción un tanto extraña llevada a cabo por Teeny, guitarrista del grupo. Empieza con una especie de sermón diabólico parodiando u homenajeando (quién sabe) a Iron Maiden en su “The number of the beast”, y a partir de ahí, tan pronto podemos escuchar temas de estudio, como otros con sonido de público enlatado, temas en acústico, o hasta un solo de guitarra aislado del propio Teeny registrado durante una actuación en vivo. No sé si será la forma de trabajar de los noruegos pero parece fruto de la falta de experiencia. Además, al margen de la voz, guitarra, bajo y batería, el sintetizador y los efectos digitales tienen un peso importante en el sonido del grupo. De entre todos los temas del álbum yo destacaría “I turn to you”, una magnífica versión del tema de Mel C (la ex-Spice Girl).
Desde la edición de este "667, the neighbour of the beast", Wig Wam están arrasando en Noruega, Suecia, Dinamarca, Alemania y Japón. Tanto es así que ya han publicado una infinidad de singles, maxis, y hasta un nuevo LP y un DVD, aunque de forma limitada sólo para dichos países. No sé si Wig Wam acabarán dando el salto al resto de Europa ni si podremos verlos en directo por aquí abajo en alguna ocasión, lo que está claro es que eso va a ser muy complicado mientras no podamos conseguir su material de forma "legal".
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