sábado, 3 de marzo de 2012

Lagunak

Como es natural, así como uno empieza a tener una edad cada vez le apetecen menos los planes nocturnos de fiesta padre y desenfreno bailongo hasta las tantas de la madrugada. Aún a riesgo de quedar públicamente como el abuelo Cebolleta, he de confesar que ese es precisamente mi caso. Meterme en un garito con una música de mierda sonando a todo trapo, apretujado, sudando y sin apenas poder moverme ni intercambiar una palabra con mis acompañantes sin dejarme la voz en el intento, es posiblemente una de las formas de ocio en las que hoy en día menos me apetece invertir mi escaso tiempo libre y mucho menos desperdiciar mi poco tiempo de sueño. En su lugar, últimamente cada vez me estoy aficionando más a salir a tomar algo en buena compañía, disfrutando de una agradable conversación con mi gente y a la vez degustar unas tapas o unos pinchos en un ambiente tranquilo, sin ruido y sin chusma indeseable que me moleste ni me tire cubatas por encima. Uno de mis locales preferidos de Barcelona para tal propósito es el Restaurante Lagunak del cual voy a hablar en el presente artículo.

Ubicado en la zona limítrofe entre los barrios de Sants y Les Corts de Barcelona, Lagunak es un restaurante especializado en cocina tradicional donostiarra que ya lleva más de diez años en la Ciudad Condal. El local, decorado con motivos vascos como pueden ser una camiseta de la Real Sociedad de San Sebastián o fotografías de embarcaciones de remo y deportes tradicionales de Euskadi (aunque también hay espacio para una camiseta de Leo Messi y otra de los All Blacks neocelandeses, por ejemplo), ofrece dos zonas claramente delimitadas en cada una de las cuales el cliente tiene la posibilidad de disfrutar de la comida de Donosti de dos formas diferentes: A través de la carta del restaurante o a través de los “pintxos” de su barra. Hasta el día de hoy no he tenido la ocasión de probar la carta del restaurante Lagunak propiamente dicho porque personalmente encuentro mucho más interesante la opción de los “pintxos” y mucho más auténtico el hecho de tomarlos de pie o en la misma barra como se suele hacer en las clásicas tabernas de Euskadi. Restaurantes hay muchos y muy buenos en Barcelona, pero los “pintxos” son lo que hacen de Lagunak un lugar verdaderamente especial. Es precisamente ese el motivo por el cual he querido recomendarlo en el blog.

Nada más entrar, el cliente encontrará en la misma barra una amplia variedad de “pintxos” fríos que van desde las ensaladillas de salmón, de cogollos con pimientos del piquillo y atún o de pimientos con anchoa, hasta la mousse de queso con membrillo o la crema de queso con gambas, pasando por el pastel de rape y merluza, el boquerón con vinagreta o el llamado “Gallo” (patata, huevo duro, mahonesa y un langostino) por nombrar sólo algunos de mis preferidos. Además, escrito con tiza en la parte frontal de un enorme barril colocado detrás de la barra, Lagunak también ofrece una gran lista de “pintxos” calientes como el de chistorra, todo tipo de tortillas o todo tipo de croquetas, así como diferentes raciones de bacalao, merluza o calamares preparados y presentados de forma tradicional en las clásicas cazuelas de barro.

El agradable trato del servicio del restaurante (todo él formado por personal vasco), la gran calidad de sus “pintxos” y la impecable presentación de estos, hacen de Lagunak (que en euskera significa “Amigos”) un lugar muy acogedor, ideal para salir a cenar cualquier día de la semana excepto los Lunes y los Domingos (días en los que el local cierra). Eso sí, si quieres quedarte bien saciado y marcharte de allí con el estómago lleno, prepara un billete azul porque sus “pintxos” buenos, variados y bien presentados son, pero un poco caros también, las cosas como son.

Restaurante Lagunak
http://www.lagunak-barcelona.com
C/ Berlín Nº 19-21
Metro: Plaça del Centre

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