Seré sincero y diré que en todo el tiempo que llevo escuchando música y buscando nuevos grupos y bandas clásicas que nunca había escuchado, jamás me había sentido atraído ni lo más mínimo por The Cure. Había escuchado temas sueltos pero nunca me habían llamado la atención e incluso, a simple vista y posiblemente motivado por su estética, siempre me habían parecido mediocres y ridículos. Fueron una serie de acontecimientos (cuyos protagonistas van desde Joaquín Reyes de “Muchachada Nui” hasta la vocalista de mi grupo o mi amiga Cristina Díaz) los que hicieron que les prestara toda la atención que no les había prestado durante toda mi vida. Actualmente me encuentro en un punto en el que he pasado de ignorarlos por completo a comprarme alguno de sus discos. Es el caso de este “4:13 Dream”, que tras escucharlo “on-line” en varias ocasiones y aprovechando su salida al mercado a un precio muy razonable, decidí comprármelo y a continuación voy a reseñarlo.
Por todos es sabido que decir The Cure es decir Robert Smith puesto que es el único miembro que queda de aquellos “Three imaginary boys” que empezaran sus andanzas allá por 1979 con su mítico “Boys don’t cry”. Han pasado treinta años de aquello y durante todo este tiempo The Cure han cambiado de formación e incluso de estilo musical en numerosas ocasiones. De ser pioneros en lo que dio en llamarse “new wave” y abanderados de los denominados “nuevos románticos” durante los primeros ochenta, años más tarde viraron hacia un pop mucho más alegre que algunos criticaron por su comercialidad, para acabar en un techno-pop con percusiones enlatadas y sintetizadores como elementos principales del sonido del grupo. En “4:13 Dream” The Cure dan un pequeño giro de tuerca a su estilo recuperando la senda del pop, dejando definitivamente atrás el techno y aproximándose un poco más al rock. Por lo que respecta a las letras hay muy pocos cambios, éstas continúan hablando más de amor y felicidad que de insatisfacción y depresión como ocurría al principio de su carrera.
El disco abre con “Underneath the stars”, un precioso tema que por las emociones que transmite recuerda a aquel “Lullaby” de 1989 y que en mi opinión es de las mejores canciones del repertorio de Robert Smith y los suyos. A éste le siguen temas mucho más alegres y festivos como “The only one”, “The hungry ghost” o “Freak show”; otros más melancólicos como “Siren song”, “This, here and now, with you” o “The scream”; e incluso alguno más enérgico y potente como “Switch”, “The real show white”, “Sleep when I’m death” o “It’s over”. En todos los temas, independientemente del estilo, destaca el uso de distorsión en las guitarras e incluso de algunos “riffs” que en absoluto tienen nada que ver con aquel sonido de guitarra limpia con efectos “chorus” y “delay” con el que a tantos grupos de nuestro país influenciaron a finales de los ochenta. Además, en “4:13 Dream” los teclados y efectos digitales se han utilizado en su justa medida y sin abusar para nada de las posibilidades que actualmente ofrece la tecnología en lo que a sonido se refiere.
Hoy en día The Cure está compuesto por Robert Smith en voz y guitarra y por tres músicos que ya pasaron por el grupo en diferentes etapas como son Simon Gallup en el bajo, Jason Cooper en la batería y Porl Thomson en la guitarra. El hecho de que Gallup y Thomson, dos co-autores de temas tan legendarios como “Inbetween days”, “Just like heaven”, “Lullaby” o “Friday I’m in love”, vuelvan a trabajar junto a Robert Smith quizás sea el origen de esta evolución tan positiva por la que han pasado The Cure en “4:13 Dream”, un disco que tardó en ser publicado pero que sin duda alguna merece la pena escuchar. Desde aquí prometo no volver a juzgar a ningún grupo por su apariencia.
Por todos es sabido que decir The Cure es decir Robert Smith puesto que es el único miembro que queda de aquellos “Three imaginary boys” que empezaran sus andanzas allá por 1979 con su mítico “Boys don’t cry”. Han pasado treinta años de aquello y durante todo este tiempo The Cure han cambiado de formación e incluso de estilo musical en numerosas ocasiones. De ser pioneros en lo que dio en llamarse “new wave” y abanderados de los denominados “nuevos románticos” durante los primeros ochenta, años más tarde viraron hacia un pop mucho más alegre que algunos criticaron por su comercialidad, para acabar en un techno-pop con percusiones enlatadas y sintetizadores como elementos principales del sonido del grupo. En “4:13 Dream” The Cure dan un pequeño giro de tuerca a su estilo recuperando la senda del pop, dejando definitivamente atrás el techno y aproximándose un poco más al rock. Por lo que respecta a las letras hay muy pocos cambios, éstas continúan hablando más de amor y felicidad que de insatisfacción y depresión como ocurría al principio de su carrera.
El disco abre con “Underneath the stars”, un precioso tema que por las emociones que transmite recuerda a aquel “Lullaby” de 1989 y que en mi opinión es de las mejores canciones del repertorio de Robert Smith y los suyos. A éste le siguen temas mucho más alegres y festivos como “The only one”, “The hungry ghost” o “Freak show”; otros más melancólicos como “Siren song”, “This, here and now, with you” o “The scream”; e incluso alguno más enérgico y potente como “Switch”, “The real show white”, “Sleep when I’m death” o “It’s over”. En todos los temas, independientemente del estilo, destaca el uso de distorsión en las guitarras e incluso de algunos “riffs” que en absoluto tienen nada que ver con aquel sonido de guitarra limpia con efectos “chorus” y “delay” con el que a tantos grupos de nuestro país influenciaron a finales de los ochenta. Además, en “4:13 Dream” los teclados y efectos digitales se han utilizado en su justa medida y sin abusar para nada de las posibilidades que actualmente ofrece la tecnología en lo que a sonido se refiere.
Hoy en día The Cure está compuesto por Robert Smith en voz y guitarra y por tres músicos que ya pasaron por el grupo en diferentes etapas como son Simon Gallup en el bajo, Jason Cooper en la batería y Porl Thomson en la guitarra. El hecho de que Gallup y Thomson, dos co-autores de temas tan legendarios como “Inbetween days”, “Just like heaven”, “Lullaby” o “Friday I’m in love”, vuelvan a trabajar junto a Robert Smith quizás sea el origen de esta evolución tan positiva por la que han pasado The Cure en “4:13 Dream”, un disco que tardó en ser publicado pero que sin duda alguna merece la pena escuchar. Desde aquí prometo no volver a juzgar a ningún grupo por su apariencia.
2 comentarios:
Anda que no he bailao el "Hot, hot, hot" en las discotecas cuando tenía buenas piernas. Qué tiempos aquellos con el "Close to me" o el "Just like heaven", incluso les consideraban los nuevos Beatles. Yo nunca les presté demasiada atención quizás porque no llegué a comprarme ninguno de sus discos.
Me ha gustado mucho tu última frase, para mí es la más sensata que has escrito hasta la fecha.
Cambiando de tema y como diría uno que tú y yo conocemos: ¡YA FALTA MENOS!
Jajajajajaja... qué cabrón ¿no había dicho ninguna frase sensata en tres años?... Jajajajaja.
Por cierto, te he visto muy "pro" ahí con los Ácido Folklorico en las fotos que has colgado.... ;)
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